ENTREVISTA A LILIAN CORRA, PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE MÉDICOS POR EL MEDIO AMBIENTE

“La exposición a químicos en los alimentos puede afectar la salud”

1Por Mauro Fernándes

En la interrelación entre el ambiente y la salud, centra su análisis. Habla de algunos químicos indeseables en los alimentos, y de los efectos que tienen sobre la salud humana. Lilian Corra es médica especializada en neonatología y preside la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente (AAMMA). Habla del mercurio, del plomo, del arsénico. Poné énfasis en el papel del Estado, en el trazado de políticas sanitarias, educativas. Resalta aspectos positivos de la producción orgánica.

P:-¿La mayoría de los alimentos son sometidos a un tratamiento químico? ¿A qué se debe?
L.C:-Una de las vías de exposición más frecuente a químicos en los seres humanos es a través de los alimentos. ¿Cómo llegan esos químicos a los alimentos? Hay muchas formas. El ciclo de vida de la producción de los alimentos atraviesa diversas etapas, como ser la producción agropecuaria, el tratamiento de las semillas, la industrialización. Es un proceso largo. A veces hay químicos que se utilizan en el proceso y persisten como residuos no deseados en los alimentos, por ejemplo aquellos utilizados para tratar las semillas. Hoy en día son muy pocos los alimentos que llegan a una mesa sin sufrir alguna transformación o tratamiento químico. Para hacerlos más atractivos y gustosos, se les aplica colorantes o saborizantes. Las mandarinas y las manzanas están pintadas y enceradas. Hay, además, alimentos a los que se les agrega aromatizantes, edulcorantes o están en contacto con los revestimientos plásticos de los envases o embalajes. Las personas tienen que estar informadas sobre qué tipo de químicos se están usando y cuál puede ser su presencia en los alimentos. Especialmente en los niños, hay que evitar los alimentos que contengan químicos.

P:-¿Cómo impacta en la salud?
L.C:-Hay que implementar procedimientos para que un alimento sea sano, es decir, para que esté lo más libre de químicos posible. Para eso debe haber un trabajo en conjunto desde el agricultor hasta el procesador, transportista y expendedor. En el caso del uso de plaguicidas, el Estado tiene la responsabilidad de controlar que la venta de plaguicidas se haga acorde a las regulaciones, respetando y haciendo cumplir las recetas agronómicas. El Estado debe asegurar la calidad alimentaria, además de brindar la información adecuada al consumidor sobre los químicos utilizados, evitando los problemas que puede llegar a causar el uso de un determinado aditivo. Algunos químicos pueden ser tóxicos a bajas dosis ya que se acumulan en el cuerpo humano (grasa u otros órganos). La exposición se produce desde el mismo momento de la concepción, pudiendo exponer y afectar el desarrollo del embrión o feto. Dependiendo de la toxicidad del químico, puede haber consecuencias como abortos, nacimientos prematuros o problemas posnatales como malformaciones o enfermedades del desarrollo del cerebro (exposición a mercurio o plomo). Hay otras enfermedades vinculadas a la exposición a químicos con efecto hormonal, que pueden tardan más tiempo en expresarse en la edad adulta, como ser por ejemplo diabetes, hipotiroidismo, esterilidad y algunos tipos de cáncer (mama o próstata).

P:-¿Los más afectados son los niños y los bebés?
L.C:-Son los más afectados porque son los más vulnerables por estar en desarrollo, ser más indefensos e inmaduros. También pueden estar más expuestos, en proporción, que los adultos. Algunos químicos tóxicos pueden ocasionar una muerte temprana en el útero o desarrollar una enfermedad crónica que se exprese más tarde en la vida del adulto, como ser enfermedades endocrinas. Hay químicos usados como plaguicidas que se comportan como hormonas y eso afecta el desarrollo en las etapas tempranas. La exposición desde la concepción a estos químicos puede inducir la aparición de diabetes juvenil. Las concentraciones de referencia permitidas para algunos químicos a veces no toman en cuenta la especial vulnerabilidad de los niños o la exposición desde la concepción, y están referidas a los adultos. Los bebés son más inmaduros ante determinados químicos, que no deberían estar presentes en los alimentos ni en los ambientes donde los niños crecen, se educan o juegan para no entorpecer el desarrollo de sus capacidades.

P:-¿Y el uso de plaguicidas es cada vez más habitual?
L.C:-¿Qué alimento hoy no está industrializado? ¿En qué campo no se utilizan plaguicidas? Los residuos de muchos plaguicidas permanecen en los alimentos. No obstante, la industria de alimentos orgánicos o libres de plaguicidas va en incremento. Los jóvenes de hoy entienden de estos temas y exigen cada vez más alimentos orgánicos para mantener una dieta sana. Entiendo que si todas las personas pudieran, elegirían tener en su mesa alimentos más sanos. El Estado debería garantizar que en el mercado estén los productos más seguros posibles. Los cambios en la industrialización de los alimentos se han dado fuertemente desde la segunda mitad del siglo XX, pero no siempre para mejorar la calidad.

P:-¿Qué vinculo hay entre cambio climático y la salud?
L.C:-El cambio climático es un proceso que involucra a otros procesos. Por ejemplo, tiene que ver también con el aumento de la población mundial. Quizá eso último en Argentina no se note tanto. Hay pocos países en el mundo que tienen el privilegio de Argentina, donde se sale de las grandes ciudades y se ven campos, es decir, que no hay una ocupación del terreno tan alta. Países de Europa, Japón, China e India se han urbanizado. Esos cambios impactan, ya que implican más necesidades, más consumo. Al mismo tiempo, los recursos naturales se siguen explotando de una forma cada vez más acelerada. También se introducen innovaciones tecnológicas que pueden traer nuevos problemas, algunos de ellos desconocidos. Hoy enfrentamos el problema de los residuos electrónicos. Sin estar en contra del desarrollo y la tecnología, entiendo que se debe hacer un buen uso de los productos que están en el mercado y del control del ciclo de vida desde la producción a la recuperación, reúso y reciclado de las partes. Por ejemplo, no se pueden ofrecer celulares que tengan una “muerte programada”, poca vida útil. Hay que poder reemplazar algunas piezas, fomentar el reúso y reciclado. A su vez, los países desarrollados no deben ser tan hipócritas y proclamar una postura ambientalista o conservacionista internamente, y tener una conducta puertas afuera muy diferente, por ejemplo al liberarse de los residuos peligrosos permitiendo su exportación a países de medianos o bajos ingresos con menor tecnología de reciclado y mano de obra barata. Esto crea un problema de contaminación y salud importante en los países en desarrollo que encuentran en el tratamiento, recuperación y disposición de los residuos electrónicos una actividad de supervivencia con un costo en salud y contaminación muy altos.

P:-¿Hay enfermedades en el país que tienen cierta relación con el cambio climático?
L.C:-Por ejemplo, hasta la década del sesenta, Argentina era un país libre de malaria, fiebre amarilla y, por supuesto, dengue. Se habían instalado políticas de salud pública muy importantes para el control de enfermedades transmisibles. Hoy, en cambio, la malaria es endémica, presentando brotes epidémicos en provincias del norte del país. El uso de la tierra, la deforestación, el cambio de las isotermas -modificación de las temperaturas-, son algunas de las razones de la emergencia de estas enfermedades, que alguna vez habían sido superadas. En el noreste argentino, las personas ya son vacunadas contra la fiebre amarilla para protegerlas de esa enfermedad una vez erradicada. Son enfermedades centinelas ligadas al cambio climático. Lamentablemente, en Argentina, al igual que como sucede en otros países, se planean las estrategias de salud acorde a las necesidades planteadas por las enfermedades, no teniendo presente la protección de la salud mediante acciones de prevención. Es decir, se deben prevenir las enfermedades y situaciones de enfermedad de causa ambiental. No se hace un cálculo costo-efectivo completo de la inversión en salud pública, si no se incluye el costo de tratar enfermedades prevenibles, el costo de la inacción. Si se trabaja sobre los orígenes de las enfermedades ambientales -que tienen que ver con la calidad del agua, de los alimentos y del aire, además del estilo de vida social-, se implementan medidas educativas a nivel sanitario y se pone en conocimiento a la población acerca de determinados cuidados que debe tener para protegerse, se avanza mucho. Pero, si se presta solo atención a cuántas personas se enferman y cuánto dinero se va a destinar para tratar las enfermedades, va a aumentar la incidencia y los costos de enfermedades prevenibles. Lo importante es poder entender, visualizar e incorporar cuáles son los orígenes de las enfermedades de origen ambiental. Hay que reconocer la carga ambiental de la enfermedad, es decir, medir la responsabilidad de los factores ambientales sobre la producción de enfermedades. Dependiendo de la edad de las personas, se puede actuar en prevención y reducir entre el 20 y el 35 por ciento de las enfermedades que tienen un origen ambiental.

P:-El mercurio es un elemento que está en la naturaleza, ¿cómo impacta en la salud humana?
L.C:-El mercurio, plomo, arsénico son metales pesados y contaminantes del ambiente con grave efecto sobre la salud. El mercurio está en la naturaleza, pero el hombre se ha encargado desde hace ya largo tiempo de sacarlo y hacerlo circular en el ambiente de una manera importante. El mercurio está en muchos productos que se utilizan a diario. Por ejemplo, en las lámparas de bajo consumo, que se utilizan para reducir el consumo de energía, y que al romperse esparcen mercurio exponiendo a las personas y afectando la salud humana. Cuando una lámpara de mercurio se rompe en una habitación, provoca que ese elemento –contienen mercurio y fósforo- se disperse en el ambiente. Es muy difícil quitarlo. No hay que utilizar aspiradoras que lo atomizan aún más. Hay que ventilar bien, abrir las ventanas, retirar a las personas y dejar que el mercurio se evapore. También es un problema recoger los residuos de las lámparas de bajo consumo con mercurio cuando terminan su vida útil, ya que no se deben descartar con el residuo urbano, sino con una corriente de residuo peligroso que debe tratarse de manera especial. El mercurio cuando se libera al ambiente puede permanecer por años, se bioconcentra en los seres vivos y en las personas. Por ejemplo, se halla en un alimento que es central para la raza humana: el pescado. La contaminación del pescado a partir del mercurio es muy alta dependiendo de dónde se críe, su edad, tamaño y si se alimenta de otros peces. Hay poblaciones enteras que viven de la pesca como por ejemplo Japón, además de muchas poblaciones insulares o costeras. Por este motivo se han tomado medidas drásticas: todas las minas primarias de mercurio se han cerrado y se ha concretado un convenio que prohíbe el comercio internacional del mercurio. En unos años, progresivamente además se van a quitar los productos que tengan mercurio del mercado, para luego disponerlos de una forma segura. La exposición a mercurio tiene un impacto grave en la salud humana, al igual que el plomo.

P:-¿Dónde se encuentra el plomo? ¿Qué consecuencias produce?
L.C:-El plomo interfiere en el desarrollo del cerebro. Reduce el coeficiente intelectual, la facultad de aprender y de memorizar. Es un tema delicado. La Argentina, por suerte, ha retirado el plomo de las naftas. El principal problema hoy en día para la contaminación con plomo son las baterías usadas de los automóviles, que indiscriminadamente aconsejan cambiarlas cada dos años. Estas baterías entran en un círculo informal de reciclado, recuperación del plomo, lo cual es muy contaminante e implica un grave problema ambiental y de salud.

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