TEXTOS ESCOGIDOS

Literatura Impresionista – Parte 3

Por Carlos Alberto Nacher
Cnacher1@hotmail.com www.nacher.com.ar

Página de cuento 478

Para que el IL tenga un desarrollo completo, es menester que el lector también lea el texto de una forma «impresionista», es decir, tratando de reproducir en la mente el cuadro de colores, sonidos y sobre todo, sentimientos que el autor quiso expresar en los párrafos. Así, el lector no debe mantenerse indiferente ante la obra, sino leer un poco, apartarse, cerrar el libro y repetirla de memoria, abrir el libro, leer otro poco y así seguir hasta que la imagen, ya sea divertida, angustiosa o triste, se apodere de su espíritu.
Siendo este un género de por sí breve, donde las impresiones no deben tener una extensión mayor a una página tamaño carta a doble espacio con letra Arial de 12 puntos, permite una interpretación rápida y precisa, como los cuadros de Monet, Degas, Van Gogh, elaborados con breves y fuertes pinceladas, sin reparar en la exactitud testimonial sino más bien en la vista general de la cosa.
Por lo tanto el lector se puede formar de inmediato una idea de la obra, la cual puede ser una porquería tranquilamente. Quizá sea eso lo que el autor trató de transmitir a la gente; en su infinita humildad no quiso trascender, sino que por el contrario, su naturaleza asceta lo llevó a forzar a la gente a que piense que escribe porquerías, cuando en realidad es todo lo contrario. Quién sabe.

Puerto Madryn Tres

«El viento, suave pero persistente, acaricia cada grano de arena de la playa. Unos yuyos que crecen en los breves médanos que separan la costa de la avenida asfaltada, también apenas se mueven. Son las ocho de la mañana de un día de verano cálido, y el movimiento playero comienza.
Los micros con turistas extranjeros ya partieron hacia Pirámides y hacia la Península Valdés; las ballenas ya se fueron pero siempre quedan los elefantes, los lobos, los pájaros, los acantilados y el silencio salvaje del campo.
A esta hora parece que el día no se va a terminar nunca, o bien que va a durar mucho más de 24 horas, porque el sol se queda frenado a unos 45 grados con respecto al horizonte marino. El mar en estas latitudes le hace honor a la palabra azul, es decir, quien haya hecho los colores debe haber dicho: éste es el blanco, éste es el negro, … y el azul es el del mar madrynense.
Impresión emocional:
Sentado en la arena de los médanos con la cara apuntado al mar, o bien en algún bar de la costa, comiendo mediaslunas con café con leche, cerca de los ventanales que dan al agua, la sensación es de un lánguido abandono momentáneo que pronto se convertirá en una alegría irracional que llenará todo (las alegrías, por definición, deben ser irracionales).
Impresión visual:
Dijo un amigo, que es importante ver lejos, tener un horizonte amplio para mirar, porque eso amplía toda nuestra percepción de las cosas. Haciéndole caso, miro con la mente en blanco a esta colección de objetos marinos distribuidos a lo largo del alcance de la vista, sin tratar de evaluarlos, sino simplemente haciendo uso visual de ellos.
Un termo yace semienterrado en la arena junto a una familia de bañistas rodeada de reflejos amarillos.
Impresión olfativa:
Es el olor del mar (cuando hay pocas algas en la playa) lo que más lo identifica y me retrotrae a momentos de un pasado lejano para el hombre, pero ínfimo para el mundo. El olor del mar solamente se puede oler frente al mar y en ningún otro lugar. Es un olor medio grisáceo, medio celeste con algunos ribetes blancos.
Otras impresiones:
La naturaleza está presente en todo y se filtra hasta en las casas lindas de la costanera. El churrero comienza nuevamente su rutina circular. Le compro media docena con dulce de leche en el medio y extraigo el termo de la arena.
Se inicia otro día de verano en Puerto Madryn.”

El Impresionismo Literario (IL), si me permiten que siga poniéndome un poco pesado con esto, es una forma de expresión escrita que trata de desenmarañar la descripción del elemento escogido.Es decir, tiene un gran parecido con un diccionario, ya que busca la definición del elemento descripto, aunque en un sentido que depende totalmente del punto de vista del escritor observador y de la «impresión» que le produce al mismo el estado de las cosas vistas, escuchadas, olidas o tocadas al momento de ponerse a escribir.
Por supuesto que el diccionario da una idea mucho más exacta de las cosas, ya que es un texto hecho justamente buscando la exactitud de las definiciones. Éste no es el caso del IL, que busca más la esencia de las cosas que el valor aparente de las mismas, tal como es un cuadro pintado en comparación con una cámara de fotos de última generación. La cámara registra exactamente lo que se ve a través de la lente; el cuadro, por el contrario, registra más lo que se siente que lo que se ve.
Acá va otro ejemplo, en homenaje a Tolouse Lautrec:

Puerto Madryn Cuatro (Puerta e interior de un cabaret, Invierno de 1986, 2.00 AM)

“La terminal se esconde tras el viento espeso y terroso, que comenzó a arrancar ramas, que ahora agonizan en la avenida y que esperan que las ráfagas más fuertes las acuesten finalmente en el mar cercano. La noche es de perros, sin embargo no se ve ninguno, salvo uno que está hurgando en una montaña de residuos desparramados en la esquina y que mira con miedo a esta noche devoradora de perros.
Afuera los árboles están en silencio; es para escuchar las repetidas conversaciones del cabaret, cuyas letras escritas en violeta en la pared blanca del frente hacen juego con las pinturas de labios.
Adentro, corre la sangre entre las venas y el alcohol en las gargantas, la música suena sin fin y tristes risotadas quiebran la cadencia de las ráfagas, que silban en el techo de chapa. Un par de medias corridas, reventando alrededor de piernas carnosas y exageradas, incitan a bailar a un parroquiano, que trastabilla por la necesaria falta de luz en el local, donde las mujeres transforman el aire frío de afuera en perfume tibio y sudor.
El perro, la bailarina, los árboles, las reidoras y los bebedores, están solos.”

ÚLTIMAS NOTICIAS