La semana pasada, desde El Diario dábamos cuenta del pedido de aumento de tarifas elevado al Concejo Deliberante por la Asociación de Taxistas, en el que solicitan llevar la bajada de bandera a ocho pesos y la ficha a 75 centavos. Más allá de que la tarifa de taxis se encuentra congelada desde marzo de 2012, una buena parte de los propietarios de los vehículos no está de acuerdo con este incremento: “El tema pasa porque más allá de la solicitud con el pretexto del aumento de cubiertas y repuestos, que es cierto, creo que no es oportuno el pedido de incremento en este momento”, manifestó Pedro Martínez, propietario de un vehículo de la parada Patagonia, que aseguró que la Asociación encabezada por Rubén Acha sólo representa a 50 taxis sobre 127 que existen en la ciudad.

Arde la ciudad

La oposición al aumento que ronda el 25 por ciento, se basa (y con buen tino) en que la situación actual que vive la ciudad no es la mejor y ello atentaría contra el propio trabajo de los taxistas: “Tenemos una ciudad complicadísima con respecto al tema laboral, está a la vista lo que le cuesta al Municipio mes a mes pagar los haberes, tenemos las pesqueras paralizadas, las chicas de Reina Mora hace mucho sin trabajo y no hay empresas que vengan a invertir a Puerto Madryn, sino por el contrario, hay empresas que cierran, con posibilidades de quiebra y todo eso repercute en el bolsillo del ciudadano, que son nuestros usuarios. Entonces, uno cuando habla de necesidad, tiene que ver la liquidez del efectivo que se maneja, si vos elevás el costo de la tarifa, vas a limitar el acceso al servicio y eso va a repercutir en el bolsillo, no solamente de los propietarios, sino también de los choferes”.

Con lo que hay, alcanza

Actualmente, la bajada de bandera cuesta 6,50 pesos y la caída de ficha en 55 centavos. Según aseguran los taxistas “disidentes”, esta tarifa por ahora alcanza para solventar gastos y poder vivir con cierta tranquilidad: “La tarifa que tenemos es una tarifa accesible, que está relativamente baja, pero que alcanza para abastecer en este momento las necesidades que tenemos. Si nosotros especuláramos con subir estos porcentajes que están solicitando, automáticamente caeríamos en el gran problema de no tener el efectivo para poder abastecer a la familia, solventar los gastos del vehículo y demás, porque si no habría circulante de dinero”.

A trabajar más

Si hay algo para reconocer en este grupo de taxistas, es la predisposición al trabajo. Según aseguran, ellos están dispuestos a trabajar más horas para absorber los aumentos de los combustibles y de los repuestos de los autos, y poder mantener la actual tarifa, y por consiguiente, la misma cantidad de usuarios: “Lo que uno cubre cuando pide aumento tarifario es el desgaste del vehículo, el chapista, cubiertas, mecánico, pero si vos no tenés dinero, el auto se va a romper igual y estás en problemas si no tenés el efectivo para arreglarlo. Entonces, la idea es mantener un servicio accesible, con más esfuerzo, porque para ganar el mismo dinero vas a tener que trabajar más tiempo. Cuando uno habla de crisis hay que redoblar el esfuerzo, no hay que subir los precios automáticamente, trasladándole al usuario el problema. Del problema nos tenemos que hacer cargo todos”, manifestó Martínez.

Consultar a todos

Una de las mayores críticas hacia Rubén Acha y la Asociación de Taxis, es que en este pedido de aumento elevado al Concejo Deliberante la semana pasada, este grupo de 50 taxistas “se cortó solo”, sin consultar al resto de los propietarios su opinión al respecto: “Esperamos que la Asociación interprete que está representando no solamente a los asociados, sino al resto también, y convoque a todas las paradas para encontrarle alguna solución al problema. Cuando hablamos de tocar tarifas, tienen que estar absolutamente todos contenidos en las decisiones que se van a tomar”, dijo Pedro Martínez, al tiempo que agrega que “el señor Rubén Acha está en todo su derecho de definir las políticas que crea convenientes con respecto al servicio, conforme a que fue electo por la Asociación a la que representa. Lo que pasa es que uno al no ser socio y no tener participación directa, venimos atrás del carro esperando a ver qué decisiones van a tomar. El problema es que si toma una decisión equivocada la pagamos todos, asociados y no, y esto debería ser una cuestión de consulta para los 127 taxistas”.

Los choferes tampoco coinciden

Tanto la Asociación de Taxistas como Pedro Martínez hablan en representación de los propietarios de los vehículos y licencias, los cuales algunos trabajan y otros no. Al consultarle sobre la opinión de los choferes, Martínez aseguró que “he tenido contacto con el gremio de los choferes y están totalmente en desacuerdo con el aumento y coinciden con la postura que tenemos nosotros de que no es el momento oportuno. No es que no sea necesario, sino que no es el momento. Son dos cosas distintas”.
Por último, Pedro Martínez cerró diciendo que “gracias a Dios estamos trabajando bien a pesar de la crisis económica que está viviendo la ciudad, pero esto justamente es porque tenemos una tarifa accesible. Si esto llega a aumentar mermaría muchísimo el trabajo, además este es un servicio público y debería ser accesible”.