EL MADRYNENSE MÁS FAMOSO VA DEL BANCO A LA CANCHA. CUENTAS CLARAS CONSERVAN LOS AFILIADOS

El dueño de la pelota

elijueguitoA Carlos Tomás se lo ve cada vez menos por Madryn. Dicen que se debería a que como ave migratoria por ahí “El Ganso” comenzó a sentirse un poco más a gusto con los humedales entrerrianos, donde se estaría construyendo un nido cinco estrellas en las tierras donde encontró el amor. Pero puro chimento, nomás… si con lo austero que es el ex intendente de Madryn y lo cara que está la construcción, nadie que lo conozca un poco en definitiva, podría sostener tamaña exageración, claro.
Por el contrario, el hombre está concentrado en los números. Como director del Banco del Chubut, un oficio nuevo desde lo burocrático, parece que su tiempo se devana entre comprender las excepciones que permite el reglamento y los vericuetos que permiten las carpetas. En definitiva él que no tiene gran formación en este sentido, si tiene mucha pasión. De hecho dicen que para ser banquero basta con esta cualidad. Hay registros por ejemplo, allá por el año 371 antes que naciera Cristo, que “Pasión”, un esclavo bruto y sudoroso, pero tremendamente avaro y especulador, se convirtió en el banquero más rico y más famoso de Grecia. Allá los banqueros eran llamados “trapezitas”, porque la trapeza era la mesa detrás de la que estaban en las tiendas, a veces destinadas a otro tipo de actividad comercial, pero muy a menudo a las transacciones donde recibían en depósito de acuerdo a los préstamos concedidos a los particulares y a las ciudades, cosas o dinero.

Por Juana de Arco

Cancheros

Bueno pero más allá de la nueva profesión de “trapezita” del madrynense más famoso de los últimos tiempos, volviendo a la pasión, hay que reconocer que el hombre no abandona nunca su gran amor que es el fútbol y los negocios asociados.
Por estos días más de un socio de la Banda vienen añorando las viejas épocas del entrecasa por las nuevas del faranduleo nacional, y nada popular.
Es que el 14 de enero el Club Almirante Brown de Madryn cumplió 69 años pero no los festejó. Por cuestiones de organización y otras yerbas, las velitas se van a soplar un mes después, el 14 de febrero, con una cena show en un paquete restorán del Golfo Nuevo que le da categoría a la cosa, pero resta masa. No sólo no entra mucha gente, (tabloneros bochincheros abstenerse) sino que socios, hinchas y simpatizantes deberán abonar unos 150 mangos si no quieren mirar desde afuera, y con la ñata contra el vidrio, como dice el tango. Y es que dicen sus dirigentes que el grueso de los que tiran del carro se merecen una noche de prestigio y glamour, que joder! Para eso, incluso habría aparecido publicidad del Banco destinada a respaldar la fiestita que “El Ganso” impulsa a través de su pasión deportiva y en la que aporta su influencia como director de una entidad pública.
Entre otras cosas, había mucha expectativa por el sorteo del Fiat Cinquecento, el “autito del aniversario” decían algunos socios, “el difícil”, decían otros, ya que fue varias veces sorteado y nunca salió. Comprado a un particular que tuvo la suerte de ganárselo en otro sorteo, el Club recuperó bastante plata con “el difícil”, ya que en plaza, el “tanito” no sale más de 150 mil mangos y del vamos se imprimieron mil entradas que se vendían a unos 600 pesos. Yéndoles mal a los muchachos y habiendo vendido la mitad, se hicieron de por lo menos el doble del valor del azulino. Cómo no seguir sorteándolo, no? De hecho, había planes de volverlo a rifar en las dos fechas de febrero que la Banda jugaría como local, sin embargo no había certezas al respecto, porque ahora parece que los directivos habrían decidido hacerlo plata para pagar unas deudas pendientes, dicen.
Es que había pagos de jugadores por terminar de acomodar antes que algún otro se caliente y se vaya, como pasó con el arquero. En eso, Romerito hace su esfuerzo por parecerse, pero, hay que decirlo, no es “El Ganso”. Cuando se trata de guita, cada uno saca su conclusión, y muchas veces apresurada.
Hay memoriosos que siguen reprochando por lo bajo donde joraca están las luminarias que prometieron instalar con la guita del pase de Jorge “Zurdo” Velázquez. “Tanta luminaria, tanta luminaria, si al final a la noche no viene nadie…”, intentó justificar injustificadamente un bandolero.
Y a veces hay gastos que no se ven ni se notan, pero existen. Por ejemplo la pinatada que le están dando al Club es toda una cruzada. Para ello, se hizo una campaña para quienes pudieran colaboraran voluntariamente pagando pintura en una firma reconocida donde se compraron los insumos, también el ministerio Coordinador de gabinete de la Provincia, por expediente 314, se apiadó del Brown y les tiró un aporte no reintegrable. Y ahora los propios hinchas, brocha en mano, le dan y le dan para ponerle color al Club de sus amores.
En fin…algunos podrán ser los dueños de la pelota, pero son más los que confían en la función social de esas tentadoras estructuras que albergan además de negocios, mucha pasión. Dice el cantito que se viene que ´el que está en el banco no es de la Banda. Acá somos todos titulares…ole ole olá´

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