Hoy se cumplen exactamente 135 días que el gobernador de la provincia, Martín Buzzi, no visita oficialmente Puerto Madryn. La última vez que lo hizo, fue en el marco de la largada de la prueba “Argentina corre” que se desarrolló en el Golfo Nuevo impulsada por C5N. Es verdad que no fue un momento cómodo, donde múltiples problemas organizativos, de horarios y de pujas políticas domésticas se sucedieron detrás de bambalinas. Sin embargo, el evento permitió una buena difusión a Chubut y le dio un importante espacio de lucimiento también a Buzzi.
Aunque el cuenteo parezca ocioso y cuatro meses y días para algunos ámbito sea poco tiempo, en política y sobre todo para la vida pública de las comunidades, es mucho tiempo de ausencia de su líder. De hecho, es casi el 10% del tiempo de mandato por el que fue elegido Buzzi para gobernar a todas las ciudades de la Provincia de Chubut, o sea 1460 días.
En Madryn, desde que ´Argentina empezó a correr´ desde sus costas, pasaron muchas cosas, buenas y no tanto.
Hubo fuerte debate político previo a las PASO y luego en las Legislativas, y de hecho, el Frente para la Victoria perdió mucho espacio en la zona.
A nivel social hubo momentos de zozobra y desencuentros, pero también de alegrías, culturales, deportivas y benéficas.

¿Otra provincia?

La orfandad marcada que han venido sintiendo algunos vecinos sin embargo, tiene que ver con la ausencia puntualmente política en torno a la planificación y el futuro de la ciudad. Surge además por el escenario tremendamente conflictivo que se dio sobre finales de 2013 y principios de 2014, casi todos ellos vinculados a complicaciones laborales y productivas.
En las numerosas veces que el conflicto de Alpesca se desbordó, pidiendo a las autoridades intervención, y a pesar de ser la Provincia la principal actora, no solo fueron escasas las intervenciones de funcionarios provinciales, donde hay que decirlo, el esfuerzo de la ministra Gabriela Dufour fue valorado en la comunidad, en ninguna de ellas sin embargo se contó con el arbitraje personal del Gobernador.
Esto es a la fecha acuñado en varios sectores del comercio y la industria, como una ausencia deliberada que habría priorizado lo político a los institucional, habida cuenta las diferencias partidarias que hoy expone el gobernador Martín Buzzi con el intendente Ricardo Sastre, hasta hace dos años integrantes ambos del “Modelo Chubut” que lideró Mario Das Neves.

Obras menores

Los anuncios que se han dado desde la Provincia vinculados a Madryn han sido de una escasez notable. Cada fin de semana es el IPV es el encargado de refritar alguna obra que ya está en marcha, y que se vincula en general al mejoramiento barrial con fondos nacionales o a reparación de calles, cordón cuneta o trabajos de poca monta, desconociendo el papel central de una ciudad que expone uno de los niveles de exportaciones más importantes de Chubut.

Poco plan para la pesca

Si el conflicto de Alpesca puso en vilo la ciudad, mucho más expuso de la falta de un plan para la depreciada industria pesquera. Ni siquiera para capitalizar el período de bonanza que está significando la excelente temporada de langostino.
Entre otras cosas, sobre el compromiso que Buzzi asumió sobre revisar los costos portuarios, lejos de eso se procedió a incrementarlos, introduciendo un nuevo costo para generar un Fondo Anticíclico portuario que, además de encarecer la operatoria, enturbió el destino y manejo de los aportes locales.
Tal como destacaba un operador de la zona, “el puerto de Rawson por ejemplo no cobra nada por operatoria de langostino, con un desembarco de unos 30 mil cajones. Un esfuerzo ínfimo de un peso por cajón le podría significar a Buzzi unos 9 millones al año que bien podría invertirlo en ese puerto, en lugar de depender de los esfuerzos de un Fondo generado en Madryn”.

Los piquetes son virtuales

La blanda intervención oficial en los cortes de rutas, bloqueos de zona industrial y portuaria, y del casco urbano de Madryn, dejó la duda si no se trataba de un “correctivo” provincial, para con una administración municipal que se animó a reclamar a las arcas provinciales, ingresos por regalías mal liquidadas por los casi 100 mil habitantes que posee la ciudad.
La experiencia se sintió en el grueso de la ciudadanía y lejos de haberse superado el trance, donde de nada sirve enfrentar a sectores involucrados, el faltazo político generó el síndrome “Cerro Dragón”, donde la ausencia de mediación prolongó el caos y el desencuentro con incalculables consecuencias económicas y sociales. Ahora, a 25 días para que se cumpla el período de negociación con los casi mil subocupados de Alpesca, muchos sectores le temen a la cuenta regresiva que podría reactivar la anomia urbana.

El turismo depende del privado

Del mismo modo que el sector industrial espera algún gesto oficial que demuestre que hay un plan y un proyecto productivo que los tiene en cuenta, el sector turístico y de servicios viene mascullando por la inequidad entre lo que pone y saca la Provincia. Tanto la atención del aeropuerto “El Tehuelche” históricamente postergado en gestiones, como el mantenimiento del muelle de cruceros, son temas para analizar exhaustivamente y donde se denota una flojedad dirigencial que asusta. El desastroso estado en que el turista debe transitar el tramo de ruta que une la ciudad de Madryn con Pirámides, atravesando el ingreso a la zona de amortiguación del Patrimonio de la Humanidad, que es El Doradillo, da directamente vergüenza ajena. Más allá de la espera de los fondos y de la responsabilidad federal que hubiera al respecto, un poco de pragmatismo no caería nada mal, anticipando los fondos necesarios para el término de los trabajos, máxime para una Provincia que se jacta de invertir en turismo y que invita a través de onerosas campañas a visitar Chubut.

Madryn quiere trabajar

Un dato a destacar es que durante 2013 en la Oficina de Empleo por ejemplo se atendieron a más de 18 mil personas de las cuales algunas están desocupadas, otras subocupadas y el resto se encuentra en búsqueda de un cambio de trabajo. Si se dividen esos guarismos por la cantidad de habitantes, cerca de dos dígitos de la población está con problemas laborales.
El deterioro directo o indirecto de varias actividades generadoras de empleo es absolutamente real y sintomático. Ante esto no ha habido más que algunas tibias reuniones oficiales en pos de analizar el marco de situación, pero sin mediar una política efectiva. Hoy en Madryn la ecuación de la mayoría de los sectores no cierra. Los más urgidos probablemente se concentran en torno a la pesca, el pórfido, la industria textil, el turismo y el comercio. Pese a todo, a 135 días, Madryn sigue a la espera de una visita del gobernador y alguna buena noticia.