LOS BOMBOS PESQUEROS RESUENAN: MÁS PAZ, MENOS AFANO. APARECIÓ “LA CHANCHA”, PERO NO LA DIRIGENCIA. QUEDAN 20 DÍAS

Ojo al parche

aaaaLos amotinamientos son muy propios del mar, y tan viejos como la historia de la navegación. Se daban en general en zonas de aguas donde se consideraba que ningún Estado estaba en condiciones de mandonear o simplemente había ausencia de letra. Y muchas, tantas veces, cuando las tripulaciones estaban demasiados aburridos en tierra, se trasladaban esos malos ánimos de rebelión a imperdibles trifulcas reproducidas hoy magistralmente por Jack Sparrow desde la pantalla grande.

Todos náufragos

Hablando de eso, no quiero dejar pasar la aparición de “La Chancha”. Lo encontraron este jueves boyando literalmente panza al sol en aguas del pacífico, no tan pacífico. Pelo ondulado y rojizo como zarza ardiendo, barba crecida, desnudo, flaco, sólo cubierto por unos calzoncillos desgarrados. Así apareció en las Islas Marshall, “La Chancha”, José Salvador Alvarenga (37). Había zarpado de un pueblito de Chiapas, México, el 21 de diciembre del 2012 para pescar tiburones. Su embarcación se hundió, su compañero de 18 años murió al mes, y él sobrevivió 418 días a 12 mil kilómetros de su lugar, a pura resignación e instinto. En diciembre pasado, al cumplirse un año de su desaparición, sus compañeros arrojaron flores al mar para recordarlo dando por hecho su muerte. Esta semana “El Chancha” apareció, y los marineros volvieron a creer en el dios aparte que tiene la buena gente que ve como el rey sol se ahoga día tras día en el mismo mar donde ellos se salvan con un trago o una raya.
Esto es el mar, relatos alucinantes de vidas al borde de la extinción permanente, cosas de sobrevivientes que piensan y viven como tales. De otro modo, un marino no sería un marino.

Por Juana de Arco

Quien entienda esto podrá entender entonces la tempestad interior que les viene atacando a los embarcados de Alpesca. Tipos que de repente no saben hacer otra cosa que ir tras el manchón o el cardumen con la vista perdida y las manos acalambradas por más de dos meses. Y de buena gana y a todo orgullo, porque son pocos y buenos los marineros con historia. Como “La Chancha”, ellos saben cuando salen pero no cuando vuelven, o si vuelven.
Ganan 15 lucas de base pero deben dejar resuelta la casa y los compromisos por dos meses que se ausentan, por lo cual parte de eso se les anticipa y lo gastan a cuenta. Cuando vuelven, el sueldo que cobran en dólares se pesifica o se achica, de acuerdo a la disparada del momento y al trato personal que cada uno se banque para no perder el puesto. Si les fue mal y patinó la marea, lo que traen probablemente no alcanzará para bancar un mes en tierra, por lo que deberá acelerar la zarpada.

Tiempos difíciles

Justificar a Jack Sparrow cuando se pone “heavy” sería descabellado, pero el modo en que intentan capítulo tras capítulo despojarlo del Perla Negra, hay que decirlo, suma solidaridades.
En Puerto Madryn el tema pesquero también se ha venido poniendo “heavy”. Los amotinamientos se van repitiendo y da la impresión que no hay muchos capitanes diestros en condiciones de pegar un golpe de timón a la política que se viene dando en el sector.
Este viernes se dio un hecho lamentable como fue la agresión al ex intendente Carlos Eliceche a manos de hombres de mar. Algunos los vincularon a afiliados al SOMU, otros a parte de la tripulación de los Promarsa, ásperos marineros de la empresa del “Cura” Segundo o de Fernando Otero, o vaya a saber de quién, un poco hartos de tanto manoseo.
Muchachos que allá por noviembre se bajaron de los barcos como tejo, y se plantaron ante el líder gremial Horacio Tressa, quitándole la remera y arrojándola a las gomas que quemaban en protesta. La agresión sintetizaba lo que sentían: les estaban vendiendo un barco y comprometiendo la cuota de pescado en una mano, dejándolos simbólicamente desnudos, por no decir en bolas. El hombre terminó con carpeta psiquiátrica y dejó su segundo al mando, que ayer se la vio en figuritas cuando tuvo que tratar de explicar porque sopapearon a Eliceche.
Es que faltan menos de 20 días para que se cumpla el tiempo de definiciones comprometidas por el Gobierno, y no aparece ninguna solución para la empresa. Para colmo se rumorea que la idea sería alquilar los barcos, los pocos que están andando, y convocar la pesquera, para sanearla y dejarla andando pero en definitiva manteniéndole el manejo al “Cura”. Con estos ruidos raros sonando en las cabezas de tipos que están hartos de padecer la malaria de la tierra y no por la escases del mar, y por entrar a otro fin de semana de incertidumbre y reclamos de la patrona, la aparición del ex intendente en su camioneta que vale más de un millón, tranquilo por la vida como director del Banco que es y por lo que pasó a cobrar 90 mil pesos de sueldo por mes con una tarjeta ampliada a 30 mil, terminó de colmar el vaso. ¿Cómo se puede sembrar paz social desde tamañas asimetrías? ¿Cómo puede decir Eliceche que no sabe porqué lo agredieron, cuando la mitad del pueblo afirma que la Alpesca del “Cura” fue una inversión avalada por él y un prestigioso abogado del sector? ¿A quién le habla el Gobernador Martín Buzzi cuando pide a Madryn que se tranquilice a través de una gacetilla de prensa, cuando hace 140 días que no pisa la ciudad? ¿Sabrá alguno de nuestros funcionarios que la vecindad está muy preocupada por la falta de capacidad oficial para enfrentar y desandar este tipo de conflictos?

Saber escuchar

Además de la cuenta regresiva sobre Alpesca, lo tremendo es que la semana cierra además con fuertes reclamos de los ex trabajadores de Harengus. Dicen que el gobierno se comprometió a sostener un subsidio base hasta que se reinsertaran laboralmente. Sin embargo ahora les habrían notificado que a partir de enero ya no serían asistidos. O sea, no solo no hay un plan para la que Alpesca que está por quebrar, sino que hay además abandono de la que ya quebró.
A la par, en la misma dimensión y la misma provincia, el Banco del Chubut le otorgó un crédito de 60 millones de pesos a una empresa bonaerense que especula con los granos, y además, habría 4 posibles créditos más listos en similares condiciones gestionados a través de la sucursal en Capital, que en conjunto se llevarían otros 280 millones de mangos de chubutenses. Plata que no va a estar para proyectos provinciales, más allá que el Central no objete las formas y que políticamente se le busque la vuelta para que pasen.
O sea, la paz se construye con justicia, con equidad y disposición. Lo decían nuestros abuelos, y los abuelos de ellos también. Mientras esto no se perciba, nadie tendrá garantizados los ojos sanos, no solo en Madryn, sino en ninguna ciudad de esta mansa provincia chubutana.
La paz requiere acuerdos explícitos, comprobables, que garanticen ese ánimo y ese tono, sin declamaciones banales, sino con hechos concretos. Hoy el empresariado se estruja las manos ante la incapacidad manifiesta evidenciada por la dirigencia para dimensionar lo que está pasando, mientras la masa obrera se indigna y grita.
“Ojo al parche” es una expresión sintética pero poco precisa (y nada tiene que ver con avalar el fanatismo pirata). En realidad se debe leer “oído al parche”. Dicen que los bombos, como los tambores en la guerra sirven para anticipar los conflictos. En política, anticiparse es tener estrategia y conducción. Aunque claro, desde Rawson hay sonidos que no se escuchan a tiempo.

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline y cenizas de tantos…

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