Thomas Carlyle una vez escribió: “Hay épocas en las que la única relación con los hombres es el intercambio de dinero”. Así parecen marcados los días por venir del Gobernador Martín Buzzi, que esta semana se debate entre la indemnización que habría que pagarle a YPF, y la que podría caberle a los presuntos dueños de la empresa Alpesca, además de la fila de pagos atrasados que suele deambular por Fontana 50.
En la antigua Roma, el precedente del concepto moderno de estafa, lo constituye el “crimen stellionatus”. Bajo este nombre se castigaban todos los actos cometidos en perjuicio del patrimonio de otro, el cual designaba a una pluralidad de casos que se encontraban entre la falsedad y una comprensión larga de ciertos hechos graves del “furtum”. En la antigüedad, también había dos palabras con alguna pretensión de valor técnico, y que a la vez eran de uso y de aplicación general: crimen y delictum.

Crimen representaba la inculpación de una injusticia; es pues una voz procesal; es el asunto que se presentaba ante el juez para que lo resuelva. El concepto de delito en cambio, estriba en el carácter moral de la naturaleza. La violación de los deberes que el hombre tiene que cumplir encuentra su norma ante todo, en el propio sentimiento de la obligación, en la conciencia del individuo. Este concepto de la obligación, no sometido a ninguna coacción externa, recibe del Estado un contenido fijo, categórico; ya que el sistema penal no es sino la ley moral convertida en ley política.
El hombre, en cuanto se halla sometido a la ley moral y en cuanto pertenece a un Estado, está sujeto a la ley penal, pero sin perder de vista la condena que impone la moralidad.
¿A qué viene esto? Sencillamente a que el Gobierno ha percibido que tanto el ex dueño de Alpesca, Omar “Cura” Segundo como el nuevo, Federico Otero estarían cometiendo una estafa. Tanto que la Fiscalía de Madryn avanzó con la investigación sobre la venta que estaría plagada de irregularidades. Por eso el Gobierno dispuso en paralelo una “ocupación” preventiva de la infraestructura y una expropiación de los bienes de la mayor pesquera de Chubut, en salvaguarda del patrimonio que sustenta los más de mil puestos laborales.
Pero ahora apareció una acusación cruzada donde directamente se endilga al Gobierno de Chubut de incurrir en una “conducta delictual” con “usurpación”, y a Buzzi, de ser el principal promotor de ese delito.

El experto

A decir verdad, si algo le faltaba a esta zaga plagada de mentirosos, capangas, acusados de narcotráfico, alquiladores de trajes, ancianas sustractoras, acreedores fantasmas y deudores varios, era además, un “experto” con currículum.
Nadie sabe bien cómo fue, pero seguramente la vinculación del doctor Héctor Luis Yrimia con el señalado como el ´prestanombre´ Federico Otero, implicará a su debido tiempo un capítulo aparte. Ni hablar de los “empresarios” que el abogado dice que están “detrás”.
Por el momento, Yrimia ha pegado no pocos saltitos desde su decir efusivo al espetar con voz aflautada la idea que el Estado chubutense deberá pagar y resarcir con creces a “sus clientes” por meterse en el conflicto de Alpesca. Señaló también con dedo acusador al intendente Sastre advirtiéndole que “No se haga el vivo”, y chuceó por radio al propio Gobernador.
El guapo letrado vino un par de veces a la provincia, la última aparición triunfal fue en la Legislatura, en el momento que iba a ser interpelada la ministra de la Producción, Gabriela Dufour precisamente por el caso de la pesquera. Fue tan increíble la ´emboscada´ que hasta parecía consensuada con los propios funcionarios. Sin embargo todo indicó que no, y tal como lo señaló un fino observador, “el hombre es muy rápido y los nuestros muy lentos”.

Datos oficiales

Ahora la pregunta es ¿quién este abogado con tanta efusividad castrense que se anima a defender la inconsistente postura de un comprador ´millonario´ que no tiene cuenta bancaria ni traje propio, y que hasta ahora no cumplió con ninguna de las cláusulas que permiten retrotraer la operación en el acto? Se trata del doctor Hector Luis Yrimia.
Según su currículum, con el que logró impresionar a algunos diputados fácilmente “impresionables” y a algunas chicas que frecuentan la Legislatura, también fácilmente, Yrimia es un ex Juez Nacional en lo Criminal de Instrucción, ex Fiscal Federal en lo Criminal y Correccional, abogado especializado en Derecho Penal, Marítimo, Aeronáutico, Espacial, Recursos Naturales, Seguridad, etc etc. Tiene además una Maestría sobre «Delitos Económicos» y estudios varios en la Fuerza Aérea Argentina, además de haber sido profesor en la Escuela Superior de la Prefectura Naval, entrenado por las Agencias Federales de los Estados Unidos como el FBI, DEA, Servicio Secreto y Aduana, en la lucha contra delitos de alta complejidad.
Pero Yrimia no es sólo un teórico. De hecho participó con la Policía de Metro Dade, en Miami en ´Tactic Narcotic Team´ y estuvo con el Grupo SWAT en temas de narcotráfico y tratamientos de rehenes; en prácticas policiales, en Houston, Boston, Massachussets y New York, y hasta fue entrenado por la Policía Nacional de Japón, concurriendo tres años consecutivos al “Congreso Internacional de Jefes de Policías del Mundo”.

Botas y botones

Como se puede observar, evidentemente el jurista admira el ´orden´ aplicado a través de las botas. Tanto que alguna vez en el marco de una causa, denominó “mis muchachos” a los integrantes del GEOF.
El sesentón que nació el primer día del último mes del ´58, y que en sus apasionados soliloquios suele tragarse las eses, aunque mantiene voz de mando “cuerpo a tierra, salto rana”, tiene sin embargo cuestionadas actuaciones dignas de revisar en ese profuso acopio de cocardas. En el año 2000 fue expuesto a ser removido como juez por haber sobreseído a 13 policías sospechados de dispararle a un rehén durante un robo en La Paternal. Fue cuando el rehén hizo notar como Yrimia había elogiado públicamente la actuación policial en pleno proceso.
También tuvo otra de esas actuaciones memorables que destilaron pasión dictatorial, y fue cuando a cargo del juzgado de Instrucción Número 30, sobreseyó al ex teniente coronel Héctor Mario Schwab, ex patota de Antonio Bussi, cuando dirigía una empresa de seguridad y da apoyo logístico a Cecilia Pando, y fue juzgado en una causa judicial por amenazas y extorsión contra ex empleados de Movicom. Pese al pedido de captura internacional dictada contra Schwab por el juez español Baltasar Garzón, el ´experto´ Yrimia lo sobreseyó, aunque menos mal que luego la Sala V de la Cámara del Crimen ordenó continuar con la causa.
En los años ’90, cuando Hugo Anzorreguy, era secretario de Inteligencia de Estado para Carlos Menem, Yrimia fue juez de Cámara de los Tribunales Orales en lo Criminal de la Capital Federal. Ya desde entonces dicen que lo favorecían su pasión por el ´orden´ y sus profusos vínculos con los “federicos”.
Tanto fue creciendo su fama de ´tipo duro´ que no hace mucho sonó fuerte como posible ministro de Seguridad de Scioli por ser el autor de un supuesto pragmático plan maestro para terminar con la delincuencia y la droga, (o con los delincuentes y los drogadictos). Alguien, el memorioso aguafiestas que nunca falta, cuestionó sin embargo que no había que perder de vista algunos datos sobre Yrimia que no figurarían en su ´foja de servicios inteligente´, como su presunta amistad personal que lo uniría con el “enemigo número Uno del Mercosur”, el invisible y huidizo Rodolfo José “El Ruso” Lhorman, una estrella del hampa internacional cuya cabeza lleva precio hace rato. Dicen que “El Ruso”, especialista en secuestros, ya tendría de nuevo -gracias a sus contactos- los papeles al día, se habría hecho chapa y pintura en su apariencia y camina por donde quiera sin ser reconocido. Cristian Shaerer y la hija del ex Presidente paraguayo Raúl Cubas se encontrarían entre sus víctimas más notorias, e Yrimia, entre sus amigos más apreciados. Alguien destacó que “el ex juez que nunca dio un paso firme por develar la profanación del féretro de Juan Domingo Perón, al menos conoce algo del universo delictivo. No cualquiera tiene el honor de sentarse a la mesa de ´El Ruso´ Lhorman”.
En fin.., así las cosas el ´experto´ Yrimia que ahora incursiona en la pesca y el narcotráfico chubutense, se reconoce a sí mismo como “un hombre de acción”, “cien por ciento efectivo”. Así lo hizo saber en su spot de campaña cuando pretendía acceder a una diputación por el Partido de la Ciudad. En esos cinco minutos de fama por C5N, se ufanó de haber intervenido en 5 tomas de rehenes. ¿Chubut, con Tincho a la cabeza, será la sexta?

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline y cenizas de tantos…