“LA HUMANIDAD TENDRÁ QUE CONQUISTAR OTROS PLANETAS PARA SOBREVIVIR”

Creer o Reventar

John Grunsfeld siempre soñó con ser astronauta. Desde que a los siete años se quedó deslumbrado por las hazañas de los pioneros de la conquista espacial americana, estaba convencido de que su futuro estaba ahí fuera. “Mis padres nunca me tomaron en serio”, confiesa, “pero les encantaba mi pasión por el espacio porque me hizo volcarme en las asignaturas de ciencia, y me impulsó a hacer la carrera de Astrofísica”.
A pesar del escepticismo inicial de sus progenitores, Grunsfeld acabó convirtiéndose en uno de los astronautas más prestigiosos de la NASA en la era del space shuttle, y llegó a realizar cinco misiones a bordo de los míticos transbordadores. Hoy es el responsable de todas las misiones científicas de la agencia norteamericana, y por eso la pasada semana ha visitado Madrid para conmemorar el 50º aniversario de la cooperación espacial entre España y EEUU.
El astronauta reconoce que hoy los viajes espaciales no fascinan tanto a la sociedad como en los tiempos del programa Apolo y la llegada del hombre a la Luna. Pero está convencido de que el siguiente “pequeño paso para un hombre, y gran salto para la Humanidad” en Marte relanzará el interés de todo el planeta por la exploración espacial.

P: ¿Cuándo pondremos el pie en Marte? ¿Se atreve a ponerle fecha?
JG: El desafío es enorme porque un viaje de ida y vuelta tardará dos años como mínimo. Pero nuestro objetivo es enviar una misión tripulada que llegue hasta la órbita de Marte en torno a 2030, y después una segunda nave con astronautas que aterricen en el planeta para finales de esa misma década.

¿Y cuáles son los mayores obstáculos para lograrlo?
Lo más difícil no es tanto el reto tecnológico, sino que exista la voluntad de hacerlo. Tenemos que decidir todos, no como naciones individuales, sino como especie humana que habita este planeta, si queremos superar el desafío de viajar a Marte y convertir este objetivo en una prioridad. La preparación de un viaje tan complejo tardará dos décadas de trabajo constante, y esto es muy difícil de mantener cuando, en el caso de EEUU, los periodos en los que se toman decisiones políticas suelen ser los ciclos de cuatro años entre cada elección presidencial.

¿Qué le parece la idea que ha propuesto Buzz Aldrin de viajar a Marte sin billete de vuelta?
Me parece una idea interesante si tienes claro que quieres ir a Marte para morir allí. El problema es que si eres una persona relativamente joven, sería técnicamente muy difícil establecer un hábitat allí que te permitiera cultivar alimentos para sobrevivir durante mucho tiempo. Estoy convencido de que en un futuro lejano lo lograremos, e incluso llegará el día en que nazcan niños en Marte. Pero de momento, durante los próximos 100 años, el reto de desarrollar la tecnología necesaria simplemente para realizar misiones de ida y vuelta, sin establecer colonias permanentes, será un desafío más que suficiente.

En estos momentos, tras la jubilación de los transbordadores en los que usted voló cinco veces, la NASA sigue dependiendo de las Soyuz rusas para volar al espacio. ¿Cuándo prevé que se acabará esta situación de dependencia?
Lo primero que me gustaría dejar claro es que yo he entrenado en Rusia, y le puedo decir que la Soyuz es una nave espectacular para viajar al espacio. Es muy económica, eficiente y segura. De hecho, probablemente es el mejor sistema para viajar a la órbita baja de la Tierra que se ha inventado hasta ahora. Por lo tanto, gracias a la sólida alianza de cooperación que tenemos con Rusia, estoy convencido de que podremos seguir volando a bordo de las Soyuz. Al mismo tiempo, sin embargo, en la NASA estamos desarrollando un nuevo cohete y una nueva cápsula para volver a lanzar astronautas. Además, también estamos financiando a compañías como SpaceX, Boeing y Blue Origin para que construyan vehículos comerciales que podrían trasladar a astronautas a la Estación Espacial y devolverlos a la Tierra. Si todo va como previsto, entre 2017 y 2019 recuperaremos nuestra propia capacidad para lanzar misiones tripuladas.

¿Qué le parece el fenómeno del turismo espacial?
Mi sueño es que en el futuro, muchísimas más personas puedan viajar al espacio, porque es una experiencia absolutamente mágica y transformadora poder salir de la Tierra y ver nuestro planeta desde ahí fuera, a cientos de kilómetros de distancia. Sin duda es la mejor manera de tomar conciencia de lo interconectada y frágil que es la Tierra. Por lo tanto, creo que a los primeros turistas que viajen al espacio, la experiencia les dará una nueva perspectiva sobre el mundo que compartimos todos. Y como muchos de ellos serán personas ricas con mucha influencia, esto podría tener un impacto muy positivo para el futuro de la Tierra.

¿Qué es lo que más recuerda de sus propios viajes al espacio?
El momento más inolvidable para mí fue el paseo espacial que realicé para reparar el telescopio Hubble. Ahí estaba yo, acoplado sobre el brazo robótico del transbordador, frente a la infinita negritud del espacio profundo y con nuestro hermoso planeta azul bajo mis pies… ¡Todo me parecía tan improbable y tan maravilloso! Aquella imagen se me quedará grabada para siempre, fue un momento irrepetible e inolvidable.

¿Y cree que estamos solos o hay vida ahí fuera?
Sólo en nuestra galaxia, hay unos 400.000 millones de estrellas, y aproximadamente la mitad de ellas son similares a nuestro Sol. La cuestión fundamental es: ¿cuántos planetas rocosos como la Tierra orbitan estas estrellas? Hasta hace unos cinco años, no podíamos responder a esta pregunta, sencillamente no lo sabíamos. Pero ahora, gracias a la misión Kepler, sabemos que los planetas similares a la Tierra, probablemente con agua líquida en su superficie, son bastante comunes. De momento no sabemos si la vida es un fenómeno frecuente en estos planetas, pero yo me inclino a pensar que, por pura probabilidad estadística, debe ser bastante común. (…)

Fuente: El Mundo

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