Los de Deschamps, con un espectacular poder ofensivo, se metieron en la siguiente ronda con un promedio de 4,5 goles en dos partidos.

Después de una gran presentación, con una contundente goleada al débil Honduras, Francia hoy ratificó su buen momento con un triunfo clave ante Suiza, que ya deposita al seleccionado galo en los octavos de final. Apenas un tiempo necesito para sentenciar la historia. Incluso menos. A los 17 minutos del primer tiempo ya se imponía 2-0 con tantos de Giroud, de cabeza tras un córner, y Matuidi, que capitalizó una contra encabezada por Benzema.

Después el propio delantero de Real Madrid malogró un penal que podría haberle bajado el telón al encuentro, y en la acción siguiente Matuidi estrelló el rebote contra el travesaño. Podría haber sido el click que despertara a Suiza del letargo, pero no. Las acciones siguieron teñidas de azul. Sobre el cierre de la etapa inicial, después de un córner desperdiciado por los suizos, un ataque feroz del que participaron cuatro futbolistas terminó con el 3-0 de Valbuena, que definió debajo del arco.

El complemento fue lapidario para los hombres de la tierra del buen chocolate y los relojes caros. Benzema, en otro nivel, anotó su gol y le sirvió el quinto a Moussa Sissoko. Con este resultado el equipo de Didier Deschamps se erigió como el más goleador del certamen, con un promedio de 4,5 por partido.

Pero la tarde se manchó sobre el final, con el tanto de Dzemalli, de tiro libre a falta de diez minutos, y la volea de Xhaka cuando ya no quedaba tiempo para nada. A los suizos le queda la tranquilidad de haber achicado la diferencia de gol, importante para el caso que deba desempatar por esta vía con Ecuador.