ESTADOS UNIDOS

Abatido, Obama dice haber oído el mensaje

OBAMAWashington. El Partido Republicano celebró ayer un contundente triunfo electoral que superó los pronósticos, después de tomar el total control del Congreso, de adueñarse de gobernaciones que eran demócratas y asestar así su mayor golpe al presidente Barack Obama, quien afirmó haber oído el mensaje de las urnas y prometió trabajar junto a la oposición en sus dos últimos años de mandato en la Casa Blanca.

El nuevo líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, el senador Mitch McConnell, también prometió tratar de convertir un gobierno dividido en una fuerza que permita resolver los problemas que preocupan a los votantes y que supere el estancamiento político que caracterizó a Washington en los últimos dos años.

“No hay duda de que tuvieron una buena noche”, dijo el presidente de los republicanos, quienes arrasaron en los comicios del martes.

“No hay duda de que los republicanos tuvieron una buena noche”, dijo un debilitado jefe de Estado ayer, en conferencia de prensa en la Casa Blanca, luego de que los comicios del martes dieran renovados poderes a los republicanos para revisar sus reformas y políticas, muchas de las cuales quieren enmendar, derogar o corregir. “A todos los que han votado, los he oído. (…) Es tiempo de encargarnos de nuestras obligaciones”, agregó Obama, mencionando áreas, como el comercio, la construcción de rutas y puentes, en las que podría haber una cooperación. Sin embargo, el mandatario advirtió al mismo tiempo de posibles vetos y prometió decretos del Ejecutivo si el Congreso no actúa.

“El Congreso aprobará algunas leyes que yo no pueda firmar. Estoy muy seguro de que tomaré algunas acciones que a algunos en el Congreso no les gustarán. Eso es natural. Así es como funciona nuestra democracia”, aseveró el gobernante demócrata en un tono calmo y pausado que mantuvo durante casi una hora y 15 minutos de conferencia de prensa.

Obama aseguró que no firmará la derogación de la reforma sanitaria que fue insignia de su primer mandato y que algunos republicanos amenazaron con anular, y que antes de fin de año tomará las medidas que pueda y considere “que mejorarán el funcionamiento del sistema migratorio”. “Si de hecho el liderazgo republicano quiere ver un proyecto de ley aprobado, ahora tienen la capacidad para aprobarlo y, espero, de comprometerse conmigo y los demócratas en ambas cámaras del Congreso”, advirtió el presidente, en alusión a que prefiere ver una nueva legislación que reforme el sistema de inmigración a tener que adoptar órdenes por decreto.

Por último, ante un salón repleto de periodistas, el jefe de Estado afirmó que el “objetivo número uno” como presidente en los dos últimos años al frente de la Casa Blanca “es ejecutar lo más que pueda para los estadounidenses”. “Soy la persona elegida por todos, no sólo por un estado o por un distrito en particular y la gente quiere que empuje duro para cerrar algunas de las divisiones, atravesar algunos de los atascos, hacer que las cosas se hagan”, concluyó.

Un vendaval opositor

Los resultados de las elecciones del martes fueron contundentes y de gran trascendencia: los republicanos tomaron control del Senado, que estaba en manos demócratas desde 2006, ampliaron su dominio de la Cámara de Representantes y ganaron gobernaciones que tradicionalmente eran demócratas.

Cuando Obama, de 53 años, inauguró su presidencia, en 2009, el Senado y la Cámara de Representantes eran demócratas. En 2010 los republicanos lo despojaron de la Cámara Baja, y ahora consumaron su avance tomando el control absoluto del Congreso.

La nueva dinámica política obligará a ambos partidos a repensar sus enfoques respecto a la reforma migratoria que reclama la cada vez más importante minoría latina, así como cuestiones presupuestarias, nominaciones presidenciales, gasto público, rol del Estado en general, salud, y muchas otras cosas, según analistas.

En otra conferencia de prensa, una hora antes de la de Obama, en su estado de Kentucky, McConnell, de 72 años, sonrió y bromeó con periodistas un día después de concretar la ambición de su vida.

Tanto Obama como McConnell dijeron que mantuvieron una agradable conversación telefónica durante la jornada.

“En nuestro sistema, el presidente es el jugador más importante, ya que puede vetar leyes o persuadir a los legisladores de su partido a llegar a un compromiso con la oposición respecto de algunos proyectos legislativos”, sostuvo el senador republicano. Poco antes, McConnell le reclamó a Obama evitar cualquier medida unilateral.

Algunas causas y efectos de una victoria demoledora

Latinos elegidos. La representación latina en el Congreso ascendió ayer a 31 con la reelección del demócrata Raúl Ruiz en el distrito 36 de California, y podría alcanzar un máximo histórico de 32 si el también demócrata Pete Aguilar confirma su victoria en el distrito 31 del mismo estado.

Cambio. Los republicanos ganaron siete escaños del Senado que estaban ocupados por los demócratas: Virginia Occidental, Dakota del Sur, Arkansas, Montana, Colorado, Iowa, y Carolina del Norte.

Premio mayor. Con dos carreras aún sin definirse, la oposición conservadora tiene ya 53 bancas en el futuro Senado, tres más que la mayoría, que vuelve a detentar después de ocho años.

Hasta dentro de un mes. En Luisiana habrá una segunda vuelta el próximo 6 de diciembre entre la senadora demócrata Mary Landrieu y su retador republicano Bill Cassidy.

Otro hito. En la Cámara de Representantes, los republicanos parecían encaminados a alcanzar o superar las 246 bancas que tuvieron en la presidencia de Harry S. Truman, hace más de 60 años.

Nuevo líder

Mitch McConnell, senador republicano 

“Decir ‘si ustedes no hacen lo que yo quiero, lo voy a hacer yo mismo’ es como agitar una bandera roja frente a un toro… Aquí no habrá ningún cierre del gobierno ni ‘default’ de la deuda nacional… Cuando Estados Unidos elige un gobierno dividido, no es que quiere que no hagamos nada”.

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