En el día de ayer, se reanudó el juicio por abuso y asesinato de Yasmín Chacoma que tiene como único imputado a Miguel Ángel Pallalaf y se espera que este viernes sean los alegatos finales.
En la jornada de hoy sólo se presentarán pruebas documentales.
Las audiencias se realizan a puertas cerradas por tratarse de un delito que tiene como víctima a una menor de edad.

Pruebas y más testigos
Después de que el viernes declararan seis testigos, ayer continuó el juicio por Yasmin Chacoma, la nena de 11 años que en la noche del sábado 14 de setiembre de 2013, fue engañada cuando se dirigió comprar a un supermercado de la avenida Chile y terminó siendo violada y asesinada en un descampado próximo al predio de la antena de Radio Nacional.
En esta cuarta jornada, luego del cuarto intermedio dictado el viernes, se realizó la incorporación de la prueba preparada por los fiscales Liliana Ferrari y Adrián Cabral, junto al funcionario Martín Cárcamo. La misma será evaluada por el tribunal que preside el juez penal Mariano Nicosia e integran los magistrados Miguel Caviglia y Américo Juárez.
También fue el turno de declarar de cuatro testigos y hoy se realizará solamente la presentación de la prueba documental. En tanto el viernes será el turno de los alegatos.

Confesión
La semana pasada, en la primer jornada del juicio, el acusado Miguel Angel Pallalaf pidió declarar y aceptó al autoría de todas las pruebas contra su persona. Esto provocó que ya no fuera necesaria la declaración de tantos testigos, como se esperaba en un primer momento. Con la autoincriminación del imputado podría conocerse la responsabilidad penal este mismo viernes, después de los alegatos, si es que el tribunal consideran que ya no es necesario presentar más pruebas.
Pallalaf se encuentra imputado por el delito de “rapto en concurso real con abuso sexual con acceso carnal, en concurso real con homicidio agravado (criminis causae), por haber sido cometido para ocultar otro delito, o para asegurar sus resultados, o procurar la impunidad para sí o para otro”, lo que contempla la pena de prisión perpetua.
Alternativamente también se calificó el hecho como “rapto en concurso real con abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte”.
Entre los testigos, ya declararon el comisario Leonardo Bustos, quien encabezó la investigación en su momento como jefe de la Brigada de Investigaciones de Comodoro Rivadavia, y los especialistas Néstor Basso, del Centro Nacional de Investigación Patagónico (Cenpat); Oscar Licciardi, del Cuerpo Médico Forense y Marcos Ghiberto, experto en Criminalística de Fiscalía, quienes hicieron hincapié en las pruebas científicas.

El caso
La muerte de Yasmin Chacoma se produjo la noche del sábado 14 de setiembre de 2013 cuando salía de la sucursal La Anónima ubicada frente a su casa, en el barrio 30 de Octubre.
Eran las 21:30 horas cuando una cámara de seguridad la ubicó caminando detrás de un hombre rumbo a un descampado próximo al predio donde se encuentra la antena de Radio Nacional. Días después se comprobaría que el extraño le había entregado una nota que decía: “Hija, seguí a este hombre que te va a dar plata”.
Tras dos días de desesperación e incertidumbre para su familia, el cuerpo de la nena fue hallado en el mencionado descampado el lunes 16 alrededor de las 14. La habían violado y estrangulado, lo que conmocionó y movilizó a la comunidad que se manifestó pidiendo justicia tanto en la zona de las 1008 Viviendas como en el centro de la ciudad.
En la escena del crimen se levantaron muestras de ADN de un bolso, la soga con la cual la estrangularon y también rastros genéticos en el semen hallado en el cuerpo de la nena.
Las evidencias fueron enviadas al Cenpat donde se completó el trabajo. Después las compararon con los ADN que se encuentran en el registro genético de violadores condenados en Chubut y las pruebas establecieron una coincidencia del 99,9 por ciento con la muestra archivada de Miguel Pallalaf.
Hay que recordar que desde el 21 de setiembre de 2005, Pallalaf estaba cumpliendo una condena en Trelew por dos abusos sexuales que había cometido en esa ciudad, pero el juez Fabio Monti lo benefició en marzo de 2013 con salidas transitorias de las que nunca regresó. Al escaparse de la Justicia del Valle llegó a Comodoro Rivadavia donde habría sido alojado por alguien en las 1008 Viviendas.