LOS TRES DESAFÍOS DE LA ECONOMÍA MACRI QUE REQUIEREN FINOS EQUILIBRIOS: DÓLAR-TASA DE INTERÉS, AUMENTO DE PRECIOS-PARITARIAS Y BAJAR EL DÉFICIT FISCAL

Paró el viento de cola

p3Para poder proyectarse en lo personal, empresarial o incluso en el mapa regional, cualquier buen vecino debe tratar de entender como viene “la bocha”. Y en ese ejercicio argentino que es la supervivencia a los vaivenes políticos-económicos el cambio que se ha dado con el nuevo gobierno no es poca cosa. Un volantazo que de no prestar fina atención, puede dejar a cualquiera fuera descarrilado. Para eso nada mejor que buscar datos explícitos e implícitos en los analistas especializados.
«La economía llegó a la restricción externa», diagnostica el economista Federico Furiase del Estudio Bein, en relación con la escasez de divisas que viene encareciendo el dólar de manera progresiva, pero sin pausa. Se terminó el viento de cola y el capital mira a Japón y Estados Unidos
«Antes, el gobierno racionaba los dólares con el cepo y usaba el atraso cambiario para frenar la inflación provocada por el déficit en un contexto de dominancia fiscal. Ahora, sin el cepo el objetivo es conseguir los dólares para seguir creciendo», agrega Furiase.
Por eso, para lograr el equilibrio macroeconómico los expertos identifican tres objetivos de política que a la vez son desafíos en sí mismos:
1- El equilibrio dólar/tasa de interés en la nueva estrategia del Banco Central.
2- Minimizar el traslado a precios de la devaluación para las paritarias y estabilizar la puja distributiva.
3- El manejo de la brecha fiscal, esto es reducir el déficit primario sin afectar el crecimiento de la economía.
Cualquiera de estos objetivos puede lograrse con «volantazos», pero los efectos colaterales no son agradables y «por eso es necesario el ingreso de capitales que den margen de maniobrabilidad al gobierno», explica Furiase.

Buscando plata

La entrada de divisas, lo primero que hace es frenar las expectativas de devaluación que hasta ahora Federico Sturzenegger, el presidente del Banco central, «viene equibrando con la tasa de interés que pagan las Lebacs», un mecanismo que está cada vez más exigido. Según el economista, la llegada de capital permite «financiar el déficit fiscal sin recurrir al Banco Central y sin recurrir al endeudamiento interno que genera un crowding out (reemplazo de la inversión privada por gasto público), es decir que lo que hace es graduar el ajuste».

Cambió la coyuntura

Lo que hay que entender es que el contexto internacional ha cambiado: la suba de la tasa de interés en Estados Unidos ralentizó el crecimiento global la economía y Asia y los países emergentes han dejado de ser el destino de los capitales financieros, sino que son el punto desde el cual migran a economías más robustas.
Furiase considera que para la estrategia del Gobierno de financiar el déficit sin recurrir al Banco Central ni al endeudamiento interno, es imperioso lograr que el juez Griesa imponga un stay que suspenda temporalmente su fallo.

Costos extras

La deuda argentina en litigio en Nueva York tiene un interés anual de hasta el 9% y «eso es carísimo, más cuando tenemos una muy baja relación deuda/PBI» opina Furiase. Por eso no descarta que la liquidez conseguida por el Banco Central con el préstamo (o repo) de los 5.000 millones de dólares proveniente de bancos extranjeros sea utilizada para saldar en los próximos meses los pagos negociados con los acreedores extranjeros en efectivo, no así el resto de los pagos que se harán con bonos.
Por otro lado, reconoce que el objetivo de ese préstamo es «mantener aplacadas las expectativas de devaluación en el corto plazo, aun si el dólar viene subiendo, se encuentra en este equilibrio de dólar/tasas de interés y va a seguir subiendo mientras la tasa continúe bajando», pronostica.

Enfriar las subas

Consultado por el efecto de la suba de la cotización del dólar sobre la inflación, Furiase aseguró que «primero hay que reconocer que la salida del cepo logró un equilibrio de tasas mejor que el esperado y que por eso no hubo sobresaltos. La meta ahora es desacelerar la inflación para enfriar las expectativas de cara a las paritarias.»
En su opinión, las metas de inflación anunciadas por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, son más una expresión de deseo que una objetivo posible. «Desde luego las paritarias marcarán la inflación, pero por ahora nosotros estimamos que el año cerrará con un 33%», agregó.
Desde luego las paritarias marcarán la inflación, pero por ahora nosotros estimamos que el año cerrará con un 33 por ciento, advierte el economista.
El economista del estudio Bein cree que la política encarada por Sturzenegger de esterilización está acelerando los plazos de pago con altos intereses. «Hubo un cambio de esquema en el Banco central. Pasamos de uno de dominancia fiscal por el cual el Central le financiaba sin límites al Gobierno a un esquema de agregados monetarios con el que del crecimiento interanual de la base monetaria del 40% del año pasado, ya pasamos a un 32% en enero y nosotros estimamos un marginal del 29%», lo que dicho en criollo quiere decir que Sturzenegger busca frenar gradualmente la emisión de pesos para ir regulando la presión inflacionaria.
«La tasa de interés es cada vez más baja, pero también cada vez baja más lento. En nuestra opinión, el Banco Central podría empezar a empinar la curva de tasas a la derecha para estirar los plazos de vencimientos, de forma tal que la tasa de interés de largo plazo sea más alta que la de corto plazo», recomienda.

Déficit y crecimiento

El equipo de Bein celebra las reformas en materia tributaria por el deshago de las economías regionales, pero advierten que hasta el momento las medidas anunciadas han sido en el sentido de aumentar el déficit fiscal, con excepción del reacomodamiento tarifario que significará un ahorro del 0,8% del PBI por el lado de las tarifas eléctricas y ascenderá a 1,2% del PBI si se aplican otras correcciones en las tarifas de gas y de transporte. «El crecimiento de la recaudación en 2016 puede estar debajo del PBI y estimamos que el déficit neto de Anses y del resultado del Banco Central rondará en 2016 el 4,8%, un valor similar al del 2015», señala Furiase.
La apuesta del macrismo, al sacrificar recaudación en el corto plazo con la quita de retenciones y el aumento del piso del impuesto a las ganancias, es a reducir la carga tributaria que actúa como un desincentivo a la producción y luego, una vez reactivada la economía, aumentar la recaudación en la medida en que la economía vaya creciendo. El diagnóstico del Estudio Bein coincide con el de Prat-Gay respecto de una reactivación en el segundo semestre. Sin embargo, mientras el ministro de Hacienda estima que el saldo será positivo, las proyecciones del Estudio Bein hablan de una caída del 1,3% del PBI, un pronóstico incluso más pesimista que el del FMI.
Además coincide con el Gobierno en vaticinar una reactivación de la economía en el segundo semestre, pero creen que el año cerrará con una caída del PBI del 1,3 por ciento. Así, aunque se reduzca el gasto, sin crecimiento no habrá aumento en la recaudación con el que reducir la brecha. «El 70% del PBI del país es consumo», explica Furiase. Con la inflación y el aumento de tarifas es esperable que el consumo retroceda, de allí que «la prioridad es el stay para el ingreso de inversiones de largo plazo con destino a saldar la deuda en materia de infraestructura que tiene el país».

Buscando inversiones

Reconoce además que la entrada de capitales también servirá para «suplir con inversiones la caída del consumo», ratificando que el Gobierno está apuntando más a un modelo que se equilibre por el lado de la oferta al estilo de los noventa, que empujando la demanda como hizo el kirchnerismo.
Furiase agregó que por la parte cuasi fiscal ve «complicada la brecha fiscal por el lado de los pesos, no tanto por el lado de los dólares, por la cantidad de pesos colocados en el mercado local con vencimientos a cancelar en los próximos meses».

En consecuencia, el especialista considera que «el objetivo del déficit fiscal es inconsistente con las metas de inflación en la medida en que el sostenimiento del déficit primario neto durante el año por el saldo negativo del PBI difícilmente sea compatible con el objetivo del 20 a 25% de evolución de los precios, que a nosotros ya nos da por encima del 30 a diciembre de 2016».

Fuente: LaPoliticaOnline

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