La merma en el turismo del periodo estival que culmina no es ajena a los emprendimientos privados del sector. En dialogo con El Diario de Madryn, el Gerente del Crucero Regina Australe, José María “Popey” Goity, asegura que la permanencia del producto que ofrecen se debe, entre otras cosas, a un equipo de trabajo versátil y alineado con el objetivo principal de “vender placer” a los visitantes.
A bordo imperan la hospitalidad y camaradería. Los pasajeros, ‘reincidentes’, aseguran que se sienten en casa y que por eso eligen volver a mirar a Puerto Madryn desde el mar. El Capitán comanda rodeado de rosarios y estampitas heredadas un recorrido por la Costa Sur, testigo de sitios históricos y del recorrido de una fauna libre y abundante.

Diario: ¿Cómo nace el Crucero “Regina Australe” como producto?

Goity: Era algo que faltaba en nuestra ciudad, que tiene una impronta de naturaleza muy fuerte, pero con esta deuda de paseo náutico de magnitud. Era un emprendimiento de riesgo, pero se tomó la decisión de canalizar la experiencia de muchos años en la ballena y volcarla en un producto nuevo capaz de mostrar la potencialidad del mar desde la comodidad que brinda un barco de gran porte.

D: ¿Cuál fue el impacto de la baja en el flujo turístico de esta temporada de verano para la empresa?

G: En enero tuvimos una merma del 10% respecto al mismo período del año pasado, pero es un número menor comparado otras compañías que han experimentado una baja del 30 ó 40%. Quizá nuestra estrategia más exitosa fue la decisión de no aumentar las tarifas porque entendemos que Puerto Madryn no puede volverse inaccesible para el turismo. ¿De qué nos sirve un restaurante muy bueno si está vacío? Preferimos tener las 350 plazas ocupadas, aunque con una tarifa desfasada porque consideramos que este esfuerzo garantiza la continuidad en el trabajo. Así culminamos febrero con las mismas cifras que el año anterior porque comparativamente somos un producto viable y logramos trasladar en estos dos meses a más de 8000 personas.

D: ¿A qué se debe esta merma, según su criterio?

G: Es una cuestión de caja. Todo el mundo está adaptándose a un gobierno, una economía y unas reglas de juego nuevas y eso genera una gran inseguridad. Brasil tuvo un éxito tremendo porque hoy está a un 50% de lo que estamos nosotros. Por la misma inversión al menos conozco un destino nuevo, otra cultura. Atrae más lo otro porque económicamente sirve y Argentina, más aún Puerto Madryn, es un destino caro.

D: Es un hecho que existen facilidades para salir a vacacionar fuera del país y que quien tenga la capacidad elige destinar es dinero en otra alternativa, pero en el período estival los precios internos aumentan y el impacto llega al bolsillo del ciudadano argentino. ¿Cómo analizan ustedes este fenómeno?

G: Es un círculo vicioso. Cada vez pagamos más caro el combustible y los servicios, pero si además lo volvemos inaccesible… Nosotros vendemos un producto masivo y si la familia no nos consume no nos sirve de nada lo que hacemos. Resistimos con una tarifa baja porque priorizamos el volumen y vendemos a bordo productos que en tierra son más caros. Por el momento podemos resistir con esta tarifa porque la cambiamos por volumen. Entonces creo que es momento de replantearnos algunas cuestiones. La utilidad se visualiza en el largo plazo y resolver lo inmediato podría privarnos de una continuidad en la próxima temporada.

D: ¿Cuáles son las cuestiones a replantear, desde los organismos públicos, para fortalecer a Puerto Madryn como marca a nivel interno y externo?

G: Puerto Madryn es muy atractivo. El que no conoce, por algún motivo, quiere conocer. Creo que tenemos que hacernos cargo de eso y ser más seductores para el mercado. La oferta tira de la demanda. Tenemos una localidad atractiva y aunque no movamos un dedo, la gente va a venir igual, pero tenemos que ser nosotros cada vez más atractivos. Es muy fácil echar culpas al Municipio, al Gobierno Provincial y Nacional. Ellos nos acompañan, nos escuchan y tratan de interpretar nuestras necesidades para brindar un marco acorde a nuestro desarrollo, pero en realidad somos nosotros los únicos responsables de nuestros éxitos y fracasos. Por eso creo que tenemos que montar estrategias y pedirle al Estado aquello a lo que no podemos acceder por cuestiones administrativas, de distancia o económicas. Muchas veces usamos a las pobres secretarias de turismo como los chivos expiatorios de todo, pero no es la solución.

D: ¿Qué responsabilidad cabe al vecino, como anfitrión del turista?

G: La gente de Madryn es amigable, te lo dicen los propios visitantes. Pero si el turista llega a la ciudad y le meten una oblea, una multa y después tiene que pagar 600 pesos para almorzar con su hijo, ya empezamos a tener problemas. En este sentido, pienso que tendría que sentirse más mimado. Una oblea friendly para el que se queda 30 días, por ejemplo. O un descuento del 50 por ciento si te quedás una quincena. El turista es nuestro cliente y siempre tiene que contar con alguna promoción, una atención. Uno trabaja todo el año para invertir en sus vacaciones y como prestadores no podemos fallar. Es decir, si ofrecés algo bueno tenés derecho a cobrarlo, pero el tema es estar equidistante entre el precio y el servicio.

D: ¿Estamos preparados en materia de infraestructura para contener, tanto el crecimiento demográfico como el aluvión turístico en caso que la situación se reestablezca?

G: Madryn es un lugar raro porque una familia promedio no tiene recursos para venir y una familia de clase alta elige destinos que ofrecen servicios de excelencia y que cuestan muchísimo dinero. Si nuestras embarcaciones e infraestructura no están preparadas para aquellos que poseen un alto nivel adquisitivo y tampoco para los que tienen bajos ingresos no sé para quién las hicimos. Creo que el problema es que no está segmentado el servicio y que el día que logremos eso cada segmento tendrá su propia utilidad. Si en lugar de sacar 45 combis con pasajeros ponemos a circular un enorme colectivo adaptado al transporte y peso correspondientes, con una tarifa pública accesible, vamos a tener el mercado deseado. Y si esas combis pasan a ser vehículos cinco estrellas con aire acondicionado y tarifa diferencial también, pero en cambio vamos todos juntos amontonados, con un servicio que no se termina de definir para quién está pensado.

D: ¿Qué opinión le merece la situación del Muelle Luis Piedra Buena?

G: Es una cuestión de desarrollo. El Muelle nos ha dado un excelente servicio hasta ahora, tenemos una muy buena relación con la Administración Portuaria, pero es muy difícil para nosotros mantenernos durante todo el año porque es una posición que no tiene reparo y en más de una oportunidad hemos tenido que soltar los cabos e irnos a navegar de noche. Sin embargo están trabajando para que podamos todos tener un amarre seguro y confortable.

D: ¿De qué manera se nuclean y trabajan las empresas del sector en la actualidad?

G: Es un sector muy heterogéneo. Algunos vendieron las joyas de la abuela para montar su local y otros vienen de una tradición familiar que les ha permitido desarrollarse, pero hay cosas unánimes como la promoción sostenida, por ejemplo. Necesitamos tener presencia en los medios y de ahí que surjan iniciativas como el Vía Crucis Submarino, que nos permite una difusión masiva que quizá no podríamos pagar. Eso nos ofrece vigencia y nosotros trabajamos para la marca “Madryn”. Podemos pelearnos en el cómo, pero en el qué estamos todos de acuerdo.
Ahora estamos en conversaciones con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) para asociarnos y ofrecer en los meses de marzo y abril promociones en el Regina Australe a aquellos que realicen consumos mayores a 500 pesos en los comercios de la ciudad. Así los comerciantes pasan a ser un vector publicitario muy fuerte. La necesidad despierta la creatividad y, si bien nos podemos mantener, no manejamos un enorme presupuesto. Creemos que el país en algún momento tiene que acomodarse. Mientras tanto hacemos abracadabra producciones: «nada por aquí, nada por allá» y siempre algo aparece. El turismo tiene que volver.

D: ¿Qué otras iniciativas planean para lo que resta del año?

G: Por lo pronto terminamos con las salidas de lunes a lunes y continuaremos con las de los sábados, domingos y feriados a las 13 horas (preembarque una hora antes), además de los eventos que programamos para las fechas especiales. Después el crucero pasa a su inspección en seco, que es momento de descanso para la tripulación y luego retomamos las actividades. Además, queremos traer las escuelas completas a bordo, no ya por cursos. Es lo más ambicioso que nos propusimos para el 2016. Queremos que los chicos sean capaces de interpretar qué es un frente marino, el accidente de un golfo, como operan las mareas, que no hay corrientes ni rompientes, que puedan identificar los estratos geológicos a través de los colores y que adviertan en la meseta como corta a pique. Es un paseo muy didáctico.