IMPERDIBLES DE MADRYN

Entre “muertos” y “pintados”

1Una particular preocupación invadió a los vecinos de la zona comprendida entre los barrios Covimar I y Patagonia. Alejado de la playa, pero no de la arena política, dicho sector amaneció, hace pocos días, con una de las paredes del Cementerio Municipal pintada con la leyenda de “Vote PJ Celeste y Blanca”, acaso una consigna imperativa, en tiempos en los que ‘grafittear’ un espacio público es considerado un acto de vandalismo, y más aún cuando se trata de un espacio donde descansan quienes ya no están. Testigos ocasionales mencionaron que la prolija graffiteada fue pintada con suma minuciosidad, a plena luz del día, más precisamente pasado el mediodía, cuando un grupo de individuos se bajaron de dos camionetas (una de ellas, una Ford EcoSport) y decidieron continuar la campaña en un sector donde de por si no van a recoger muchas adhesiones si se considera los residentes. La insistencia ocurre en momentos en los que ambas listas, la “Celeste y Blanca” y la “Azul” se debaten la realización o no de elecciones partidarias, en una suerte de competencia que, en su mezcla, se asemeja más a un berenjenal partidario que sólo a una diferencia sectorial de colores. Sin embargo, quienes amargamente frecuentan esa zona, ahora podrán observar, de un lado la imponente ballena franca austral, rodeada de especies autóctonas como crasas, pinos, cactus, cañas de bambú, cañas de tacuara, flores de Loto, flores de cactus, jarillas, madreselvas, y hojas de dólares; pintada por el artista madrynense Diego Molina, cuyo objetivo, dicho por el propio autor, había sido tapar “murales que estaban grises, con insultos o propaganda política”, embelleciendo una parte del ejido urbano del norte de la ciudad que, durante varios años, había permanecido olvidados, víctima de la erosión del propio paso del tiempo. Consultado al respecto, uno de los vecinos que se quejó de la “avivada” de “campaña”, esbozó un peculiar análisis, digno de tiempos en los que la falta de representatividad da cuenta de la reconocida frase, que dice que, en política, “se puede hacer carrera con un nudo de corbata”. Ofuscado por la pintada, arremetió, sin tapujos: “Y, pintaron el cementerio. ¡Obvio! Si son unos muertos”.

Fumancheros/as

2La cuenta de Twitter de la ex ministra de Desarrollo Sustentable continúa engrosando el picadillo político de la ciudad capitalina, luego de que la doblemente condenada ex funcionaria buzzista arremetiera, de manera indirecta, contra la “inquisición dasnevista”, utilizando una expresión poco feliz que mereció el repudio de la mayoría, incluso de algunos de sus pares. La embestida hizo que la ex ministra y magíster, rápida de reflejos para responder (no así, para prever cuestiones climáticas), utilizara su cuenta de la red de microblogging para desentenderse del asunto y aclarar que “los perros verdes no existen”… argumento luego refutado por este propio medio. Esta vez le tocó el turno de apoyar causas humanitarias, entre ellas la realización de una exposición en la ciudad petrolera, relacionada con la implementación del “cannabis medicinal”, y las ventajas y virtudes del mismo en comprobados casos en los que su utilización ha mejorado ciertos padecimientos en la salud de pacientes. Entre los ejes de debate, uno de ellos podría bien aludir a cierta relación entre los hechos judiciales de público conocimiento, que involucran a la actual diputada del Frente para la Victoria; es el que refiere a las consecuencias de la legalización de la marihuana y, precisamente, a las “Diferencias entre el discurso y la realidad”, algo que la propia realidad le ha remarcado a la funcionaria, rebatida por la Justicia en dos ocasiones.

¿Jugando a menos?

3Dicen que no hay nada más complejo como rebuscado, que un político que además oficie de dirigente de fútbol. Hay distintas fórmulas que combinan actividades, pero esa parece ser la peor, (en términos de pergeñe de manipulaciones, no leer bajo ningún concepto corruptela). Y la presunción habría venido a colación al rumor que circula por el Golfo Nuevo entre los entendidos de `la redonda´ que afirma que el diestro Carlos “Ganso” Eliceche estaría haciendo todo con el Club Brown como para terminar de perder la categoría, dadas las imposibilidades financieras que afrontaría al no contar con fondos públicos con que financiar sus éxitos deportivos, que en todo caso le significaron rédito político y popularidad. Como por ahora no será candidato a nada, dicen que “El Ganso” habría acordado traer a cuerpo técnico conformado por dos ex jugadores de Arsenal de Sarandí, que van a debutar en esa experiencia técnica ensayando con Brown. Con esto, el equipo podría coincidentemente ir perdiendo rendimiento más naturalmente y terminar descendiendo al Federal A, un larguísimo y regional torneo que le daría tiempo y espacio para otros negocios con jugadores. De paso se ahorraría costos de viajes y de alojamiento de más de una quincena de futbolistas que está trayendo de afuera. Como para más convencimiento, estaría tratando de ´cansar´ a la muchachada que pone el cuerpo en la cancha, pagándoles a destiempo. Dicen que el lunes ya entraría en el segundo mes de sueldos adeudados a algunos jugadores.

Plan B

4Si por casualidad la idea del descenso no prosperara, y el diablillo metiera la cola, afirman que el avezado Eliceche avanzaría con una idea que amasa desde hace tiempo y sería resignar la localía como lo hizo un equipo de San Luis gerenciado por un `chavo´que le encontró el agujero al mate y alquilando cancha en Buenos Aires para jugar de local, mantenía al plantel y la categoría con base en Buenos Aires aunque el equipo fuera de San Luis. Si avanzara con esto, Brown pasaría a jugar siempre en Buenos Aires o cerca, sobre todo considerando que más de 15 jugadores son de afuera. De este modo manejaría a gusto y piachere a “La Banda” aunque los locales y sus hinchas no los verían casi nunca en el Golfo Nuevo. Para convencer de resignar tanta pasión, “El Ganso” buscaría apelar a la urgente necesidad de achicar gastos, evitando el oneroso costo de traslado de jugadores cada vez que juegan de visitantes, y de alojamiento de gente de afuera. Aunque no diga del todo que el traslado lo tendría negociado con pasajes oficiales gastados de antemano, y que el alojamiento tanto de los jugadores de afuera que visten la camiseta de Brown como de los visitantes los resuelve en un edificio de departamentos con nombre de barco, y en un hotel con nombre de mutante, cuyo propietario sería su socio en un emprendimiento turístico que “El Ganso” habría logrado encarar en el Litoral, tal vez con algunos de los dividendos que le quedaron de todos estos y otros revoleos deportivos que viene realizando durante tantos años. En fin, apenas chusmerios de vestuarios.

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