La familia del único detenido por el asesinato de la estudiante de derecho Diana Rojas había denunciado que era objeto de diferentes amenazas por parte de anónimos para que Dante Donnini se autoincrimine en el hecho. La justicia inició una investigación sobre los teléfonos celulares donde habían recibido los mensajes de texto intimidantes, y tras realizarse los rastreos sobre los números de teléfonos desde donde se enviaban los textos se determinó la ubicación de los aparatos, suministrado por las compañías telefónicas. Ayer, se practicó un allanamiento en el Instituto Penitenciario donde está alojado Donnini, y tras hacerse una requisa en la celda, se hallaron dos teléfonos celulares en poder de dos reclusos que comparten calabozo con el imputado, y coincidirían con los números desde donde se proferían las presuntas amenazas. Según trascendió, ahora dichos aparatos serán peritados para determinar fehacientemente si son los celulares utilizados para escribir los mensajes que recibieron los familiares del taxista detenido. El próximo lunes 24 está programada la realización de la “reconstrucción” del itinerario y recorrido del taxi de aquel fatídico 17 de mayo, según la versión dada por Donnini.