EL DATO FUE EXPUESTO EN EL IV ENCUENTRO DE LA RED DE OBSERVATORIOS LOCALES SOBRE VIOLENCIAS Y DELITOS

Con la nueva Ley de Femicidio ya se dictaron 52 condenas “ejemplares”

Con la participación de representantes de organismos públicos, académicos y no gubernamentales de distintos puntos del país, el IV Encuentro de la Red de Observatorios Locales sobre Violencias y Delitos (ROLVYD) estuvo focalizado en la producción de conocimiento sobre homicidios dolosos y se organizó en tres paneles. Uno, dedicado a la presentación de los trabajos de los observatorios que integran la red, otro sobre homicidios cometidos por agentes estatales y un último panel, destinado a exposiciones sobre femicidios y crímenes de odio.
Tras la apertura del evento a cargo de la abogada María Eugenia Carrasco, Directora Ejecutiva del Instituto Lationamericano de Seguridad y Democracia (ILSED), el coordinador del Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito de General Pueyrredón (CeMAED), Adriano Perticone, quien destacó la necesidad de que los observatorios y centros de análisis cuenten con canales de acceso institucionales a las fuentes de información y sostuvo que para ello es necesario “tener decisión política, consenso y apoyo”.
Por su parte, Natalia Galano, Directora General del Observatorio de Convivencia y Seguridad de la Municipalidad de Rosario, señaló que además de contar con fuentes oficiales, es muy importante complementar dichos datos con un trabajo de acercamiento a los barrios: “Lo que uno se encuentra es que los registros oficiales están fuertemente sesgados; las instituciones moldean de alguna manera la información, entonces es más importante ir al territorio a ver lo que pasa y luego generar cruces para el análisis de la información”.
El encuentro fue organizado por el ILSED, en su calidad de coordinador de la ROLVYD, y contó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Fundación Friedrich Ebert-Stiftung.
La Red de Observatorios Locales sobre Violencias y Delitos es una iniciativa del ILSED que propone reunir a integrantes de organismos públicos, académicos y no gubernamentales que producen conocimiento local acerca de violencias y problemáticas delictivas a fin de intercambiar saberes y experiencias que permitan una mejor toma de decisiones a la hora de diseñar, implementar y evaluar políticas de seguridad.

Estadísticas

El Subsecretario de Planificación y Gestión de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Morón (provincia de Buenos Aires), licenciado José Luis Sersale, presentó el informe sobre homicidios y violencias en el partido de Morón e indicó que a noviembre del 2016 se registran en el año un total de 20 homicidios dolosos en el partido, destacando que en el 35 por ciento de los casos hubo participación directa de personal perteneciente a alguna fuerza de seguridad y que, en su mayoría, se encontraban fuera de servicio al momento del hecho.
Asimismo, presentó las cifras correspondientes a lesiones graves dolosas y a homicidios dolosos tentados. El panel finalizó con la exposición del doctor José Eduardo Moreno, coordinador del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Avellaneda, quien además de presentar un informe elaborado por el observatorio destacó la importancia del sistema de alerta 911 como fuente de información.
“Nos permitía acceder a un montón de datos sobre delitos, que no estaban tamizados por determinadas agencias, teníamos un dato crudo que era especialmente valioso”, sostuvo.

El uso letal de la fuerza policial

Luego, se dio inicio el taller de análisis de información sobre homicidios dolosos orientado al diseño de políticas, coordinado por el doctor Tobías Schleider, consultor en seguridad ciudadana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que permitió identificar algunos desafíos que afrontan los observatorios y en el que se acordó avanzar en un documento conjunto a ser elaborado por todos los que integran la red.
También, tuvo lugar el panel sobre homicidios cometidos por agentes estatales en el cual ambos panelistas coincidieron en que la mayoría de las muertes causadas por funcionarios policiales suceden fuera del horario de servicio.
En relación a las situaciones en las que se dan estos hechos, el coordinador del equipo de seguridad democrática y violencia institucional del Centro de Estudios Legales y Sociales, doctor Manuel Tufró, señaló que el principal patrón del uso letal de la fuerza por parte de integrantes de las fuerzas de seguridad es el de enfrentamientos en intentos de robos a policías fuera de servicio.
“Acá, hay un problema que es ver si este tipo de situaciones que son la mayor parte de las situaciones donde se producen muertos por policía realmente responden a estos patrones o si debajo de eso se esconden otro tipo de situaciones; casos donde no hubo un enfrentamiento sino que lo que hubo fue una ejecución; casos en los que el policía está defendiendo su propiedad privada pero no está amparado por la legítima defensa porque la persona que lo venía a robar no estaba armada”. Por su lado, la licenciada Angela Oyhandy, investigadora del Observatorio de Políticas de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, agregó que la gran mayoría de estas causas se archivan rápidamente.

Agravantes

El último panel estuvo dedicado a la producción de información sobre femicidios y crímenes de odio, en el marco del cual la licenciada Eva Pavón Tolosa, coordinadora del grupo de investigación de seguridad y violencia de género del ILSED e integrante de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia Contra las Mujeres (UFEM) del Ministerio Público Fiscal, destacó la necesidad de crear registros y producir información sobre estos crímenes. Señaló diversas tipologías empleadas para su estudio, ahondó en los indicadores que permiten detectar cuáles homicidios dolosos constituyen femicidios y describió el trabajo que realiza la UFEM en materia de registro de femicidios y homicidios dolosos de mujeres en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a partir del año 2015 y del registro de sentencias de tribunales de juicio de todo el país. Respecto a las cifras que dan cuenta de la magnitud de la problemática, indicó que, de 31 hechos de homicidios dolosos de víctimas femeninas registrados en la ciudad en el año 2015, 18 de hechos constituyen femicidios y que desde la entrada en vigencia de la ley 26.791 se registraron en el país 52 sentencias en las que se aplicaron los agravantes introducidos por dicha norma.
Por último, la doctora Gabriela Pastorino, responsable de la Unidad de Capacitación de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, destacó los avances realizados en la generación de un Registro Iberoamericano de Femicidios que comprende todas las causas por muertes violentas de mujeres perpetradas por varones por razones asociadas con el género, hayan sido o no tipificadas como femicidio.
Dicho registro funcionará a través de un sistema online de carga de datos, con variables definidas por los países que integran la cumbre y se actualizará anualmente.
Finalmente, destacó que a partir del año próximo los homicidios de mujeres trans serán incorporados al registro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Cuando la fuerza policial es la víctima: el “Caso Corso”

El trágico hecho del cual resultó víctima un suboficial de Policía tuvo su origen en el robo, en junio de 2007, a la fiambrería “Los Vascos”, ubicada en aquél entonces en la intersección de 9 de Julio y San Martín.
Un hombre, que había actuado a cara descubierta alrededor de las 19:30 horas, sustrajo unos 500 pesos bajo amenazas y huyó por la calle 9 de Julio; seguidamente, la víctima del hecho alertó a la Policía, e inmediatamente el Comando Radioeléctrico notificó del hecho a todas las unidades de la ciudad.
En ese contexto, una de las unidades que comunicó que iba detrás de quien presumía podía ser la persona buscada, fue justamente el cabo primero Corso, quien movilizado en una motocicleta, supo identificar al delincuente a la altura de las calles Rosales y Sarmiento.
Aparentemente, ante la inminente intervención policial, el sujeto sorprendió al efectivo, forcejeando con él, quitándole el arma reglamentaria y disparándole al menos seis veces. Según testimonios de otros uniformados, el delincuente se iba sacando parte de su indumentaria mientras huía, motivo por el cual, en el lugar del hecho, se encontraron tiradas una campera y una gorra identificadas por las víctimas del asalto como las que había utilizado el autor del atraco, a la vez que también se encontraban allí la motocicleta del policía, siete vainas servidas, la pistola 9 milímetros y una bicicleta.
Tiempo después, el delincuente sería identificado como Gastón Barrientos, detenido por personal policial y condenado a la pena de prisión perpetua.
Sin lugar a dudas, el homicidio del suboficial fue uno de los episodios más lamentables por los que atravesó la Policía Provincial, a la vez que en los últimos años, se replicaron los homenajes a la memoria del caído uniformado.

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