POR QUÉ HAY QUE DEJAR DE PREOCUPARSE POR TODO LO QUE OPINAN LOS FAMOSOS Y, DE VEZ EN CUANDO, APAGAR LA TELE Y LEER UN BUEN LIBRO, O ESCRIBIRLO

Vivir y dejar hablar

Por Lazarillo de Tormes

unoLos dichos recientes de la conductora de televisión Pamela David parecieran haber dividido a la sociedad en partes iguales; por un lado, aquella mitad, escandalizada por la definición de la familia del Presidente de la Nación como “hermosa, blanca y pura”, y por el otro, aquellos a los que realmente no les importó demasiado, o bien no tenían la televisión encendida durante el polémico momento.
La modelo, periodista y actual presentadora de televisión, se vio interpelada por decenas de miles de personas, principalmente en el ámbito donde la opinión pública trasciende con mayor velocidad hoy en día, que son las redes sociales.
A propósito de la utilización de la imagen de los niños, o mejor dicho hijos de dirigentes, en el ámbito político, era el tema de debate, momentos antes de que David arremetiera con una lamentable expresión: “Por favor, quiero volver a revivir la foto del balcón con Juliana con Mauricio y Antonia; una familia blanca, hermosa, pura”, dijo la conductora durante su programa Desayuno Americano, y a pesar del título matutino, agregó la “frutilla del postre”: “Y a partir de ahora, esa mugre que tenían que sacar…”, en referencia a la anterior familia presidencial.

“No sos vos, son ellos”

En el ámbito de la antropología, existe una condición denominada “desplazamiento de las culpas”, la cual, a propósito de la xenofobia y el racismo, busca explicar por qué, muchas veces, desde el propio colectivo social se responsabiliza a las “minorías” o bien a lo considerado “diferente” por los problemas que dicha sociedad atraviesa.
En síntesis, la expresión da cuenta de por qué, de manera hipócrita, muchas personas endilgan poco menos que cualidades apocalípticas y nefastas, a aquellos con quienes no desean convivir, postura con una fuerte base fundada en el miedo a lo desconocido, y en creer que “somos mejores” que aquellos que, aún, no conocemos.
Los dichos de la conductora no sólo resultaron repudiables por una interminable cantidad de personas, la mayoría de ellas “cibernautas”, sino que, lamentablemente, se constituyen como el eco de algo que gran parte de la sociedad piensa sobre el Otro.

Moralistas 2.0

Cuando tiene lugar este tipo de “fallidos”, principalmente en el ámbito televisivo, suele aflorar, en el mismo terreno a través del cual se critica “lo dicho”, una importante cantidad de seres comunes y sencillos, que buscan despegarse o bien diferenciarse del lamentable discurso en cuestión, bajo la premisa básica de que discriminar está mal, todos somos iguales ante la Ley y tantas otras frases con las que nadie podría, realmente, estar en desacuerdo.
La pregunta radica en si es necesario, en pleno siglo XXI, aunar esfuerzos para interpelar a quienes no han demostrado una mayor evolución en materia cívica, humana o gris, y si realmente debemos constituirnos como jueces públicos, cuando no virtuales, de lo enunciado por personajes públicos, como si acaso la relevancia mediática o la fama otorgaran una autoridad mayor que la propia para hablar sobre determinadas cuestiones.
Lo cierto es que la vida es corta y, como bien dice la frase, “todo acto fallido es un discurso logrado”, por lo que las expresiones de la conductora “interpelada” no debería haber tomado más de cinco minutos para ser analizadas por el colectivo social. A veces, lo más sano es ajustarse a los propios principios y simplemente dejar fluir; todo se acomoda, y el tiempo acomoda a cada uno en su lugar.

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