Por Trivia Demir

“Es estéril y peligroso creer que uno domina el mundo entero gracias a Internet, cuando no se tiene la cultura suficiente que permite filtrar la información buena de la mala”. Lo dijo ese magnífico polaco de ojos aceitunados que ayer se fue apurado, antes de alcanzar el siglo. Zygmunt Bauman, ese pensador iluminado por el tiempo de lo verdadero, que caminó este mundo enceguecido por la modernidad que chorrea berretaje, advirtió no pocas veces que no se debe `tocar de oído´.
Acá cerquita nomás, un titular de diario del Valle, confirmaba esta máxima sobre los riesgos de echar mano a los `ruidos´ virtuales. Fue el propio Gobernador quien le apuntó de lleno y lo desmintió “totalmente». «Ahórrense los comentarios porque ni ella (Raquel Di Perna), ni Pablo Das Neves, ni María Victoria Das Neves, van a ser candidatos a nada en el 2017, descártenlo», aseveró el mandatario.
Das Neves fue contundente al expresar con sinceridad que «no le gustó mucho (por la reacción de Raquel Di Perna sobre los rumores de su postulación), les aclaro que me hicieron pasar un café temprano medio áspero» y comentó que «cuando llegué a la privada me decían ¿pasó algo?. Me tuvieron cortito».
Recalcó que «la operación no la hicimos nosotros, eso corre por cuenta y responsabilidad de quien lo hizo», y cortó ahí, para no pronunciar ni darle cartel a Jor-Nada, el matutino que lidera el multiempresario Jorge Aidar Bestene.

En tapa y en rojo

Al parecer la estrategia del levantino más acaudalado de la zona es apurar la danza de nombres para saber con quien deberá enfrentarse en la carrera a las Legislativas de 2017, donde Chubut renovará dos bancas de diputados nacionales.
Para apurar definiciones, Jor-Nada lanzó ayer un titular en rojo en cabeza de portada con la foto de la esposa del Gobernador Mario Das Neves con una especulación “escuchada por ahí”.
Textualmente Jor-Nada, con menos tacto que la Venus de Milo, dijo: “La danza de nombre empezó hace rato y desde el propio Gobierno han venido filtrando posibles candidatos con la idea de testearlos entre la militancia y la gente. Por ahora no hay definiciones, pero hay algo que se da por sentado en la mesa chica del gobernador: el apellido Das Neves debería ir en la boleta. Los sectores más jóvenes del dasnevismo piensan que María Victoria -`Mariví´ para todo el mundo- tiene el apellido que le hace falta a la boleta. Pero en los últimos días, el propio gobernador escuchó de boca de sus colaboradores más estrechos otra mujer que lleva el apellido `Das Neves´: Raquel Di Perna de Das Neves.
La esposa del gobernador nunca fue un ama de casa que vio pasar la política por el living. Siempre tuvo una participación activa, sobre todo en las sobremesas familiares y no son pocos los que aseguran que en esas charlas hasta el ministro más mentado de alguna de las gobernaciones de su esposo perdió el poder, el cargo y hasta fue desterrado de su sillón. Di Perna, además, tuvo un paso sobrio (sic) por la Legislatura, en una época en la que al dasnevismo se le hacía todo muy cuesta arriba en la Casa de la Leyes. Inclusive, más que ahora. Pero, por si fuera poco, Raquel jugó un papel clave en la recuperación de su marido, que hace seis meses debía enfrentar la crueldad de los comentarios de café sobre su salud y ahora luce revitalizado y cada vez con más peso: en el cuerpo y en el escenario político nacional (sic)”.
Con esta artillería de supuestos el matutino logró `chumbar´ al mandatario quien ya desestimó de plano a su familia para un posible armado con vistas legislativas.
Varias cosas están claras. En primer lugar, que Das Neves no desperdiciará los más cercanos afectos y contenedores personales y políticos en una banca fuera de la provincia. Además, ya anticipó que plebiscitará su gestión en el próximo turno electoral, casi como debe ser. Sabe que con el arrastre de lo que viene haciendo, y contando con el aparato, si no se la complica su entorno, podría tener aseguradas las bancas que dejan calentitas sus referentes Sixto Bermejo y Nelly Lagoria.
El otro dato clave es que la lógica manda a que quienes renueven deberían representar a las ciudades bases de los que se van, y en representación de igual sexo. Y en esa lógica los nombres a saber son de un hombre y una mujer, de Trelew y Comodoro.

Mucho más que nombres

Falta bastante, pero no tanto. En eso acierta el matutino que logró estropearle el noveno desayuno del año a Das Neves. Y dentro de lo que falta, todavía queda bastante para pelear, como el intento central de imponer la Boleta Única Electrónica, o plantar aunque sea parte de la mentada reforma en la Cámara Nacional Electoral. Estos son temas no menores que dominarán en estos primeros meses, los orejeos políticos nacionales. Si bien este tipo de elecciones no tiene la gran cobertura y anticipación como atención que tiene su par presidencial, si tiene una gran importancia. Para poner un claro ejemplo: En 2013, Sergio Massa y su frente, el Frente Renovador lograron ganar las elecciones legislativas al entonces oficialista (hoy opositor) Frente para la Victoria, que de ganar las elecciones posiblemente hubiera plantado una reforma constitucional, para que la exmandataria Cristina Kirchner permanezca por tiempo indeterminado en el poder.
La situación muestra hoy que en ambas cámaras, el FpV tiene mayoría. O sea, de seguir así la cosa, el macrismo por al menos por los dos años siguientes, no tendría mayoría. A esto se le suma el hecho de que han concretado varios Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) sin dialogo y sin convoque a sesión extraordinaria. Esto enfurece a la oposición, y junta a todo el peronismo en uno, contra el oficialismo, lo que podría derivar que en la próxima sesión en Marzo los declararía nulos o inconstitucionales a los DNU del Gobierno. Agudizándose aun más el choque de poderes.

Escenarios gaseosos

Los entendidos dicen que una victoria del kirchnerismo, dependiendo del resultado, sería un duro golpe al oficialismo como también al consolidado Frente Renovador. Continuaría teniendo sus mayorías, el poder del parlamento, y a su vez le abriría las puertas a volver al poder ejecutivo en las elecciones presidenciales de 2019.
Mientras que una victoria de Cambiemos en las próximas elecciones, le daría el poder completo, con el poder ejecutivo y legislativo, ambos en sus manos y la oportunidad de una posible reelección en 2019. Dependiendo de una victoria ajustada o amplia diferencia para el oficialismo, sería un duro golpe a la oposición, específicamente el kirchnerismo, que al perder el poder parlamentario y sus mayorías podrían resultar en la desaparición del Frente para la Victoria.
Dependiendo también del resultado, le abriría las puertas a la presidencia al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, con el kirchnerismo fuera de juego.
O sea, el oficialismo podría continuar en el Gobierno con ambos poderes, o perder estabilidad; el kirchnerismo podría desparecer o volver al poder; o el Frente Renovador podría lentamente empezar a ganar espacio y poder ante Cambiemos y el FpV. Un match al que por supuesto apuesta a pleno, Mario Das Neves.
Bauman se refería por «modernidad líquida» al proceso por el cual el individuo intenta integrarse a un nuevo tipo de sociedad, global, pero sin identidades fijas, por lo que debe crearse distintas y cambiantes máscaras para encontrar su lugar, siempre voluble, en ella. Dado lo escurridizo de esta nueva forma de identidad, nos encontramos dependiendo cada vez más del otro para confirmarla y «ser vistos». Por eso, los muchachos que apuran el tranco con la danza de nombres, apelando a las redes, deberían saber que no importa quién sea el candidato de Das Neves, lo que importa, es que será de Das Neves.
Si le acercás aliento al vidrio, del otro lado del operativo se leen las iniciales de un frontón que se ofrece desesperadamente, y que sólo ve en el próximo turno electoral, apenas un ducto por donde disparar en busca de fueros. Como dijera el Maestro: “La modernidad líquida es una civilización de excesos, redundancia, desperdicio y eliminación de desechos”