MALDITA TECNOLOGÍA

Fallaron nueve relojes del sistema de navegación Galileo

Según anunció la Agencia Espacial Europea (ESA) esta semana fallaron nueve relojes a bordo de los 18 satélites actualmente en órbita del ambicioso sistema de navegación Galileo. Sin embargo, las mismas fuentes indicaron que la operatividad del proyecto, considerado la versión europea del GPS estadounidense, no se ha visto afectada.
El director general de la ESA, Jan Woerner, precisó en conferencia de prensa que fallaron seis relojes “máser” pasivos de hidrógeno y otros tres estándar de frecuencia atómica de rubidio, cuyos errores se están investigando.
Cada satélite está equipado con dos relojes «máser» de hidrógeno, uno que sirve de referencia principal para la generación de señales de navegación y otro que se utiliza como reserva, y con otros dos de rubidio, que están como apoyo de los anteriores en caso de fallo de estos, por lo que siempre hay una reserva operativa.
“Es un tema sensible”, ha admitido Woerner, quien ha destacado la importancia de esos relojes para el buen funcionamiento del sistema y ha dicho no saber todavía si va a ser posible “reanimarlos”.

“Hay que tener cuidado”

El director general advirtió de que, aunque la operatividad del Galileo no se ha visto cuestionada, si esos fallos empiezan a ser “sistemáticos, hay que tener cuidado”.
La agencia, apuntó, se encuentra estudiando si paraliza el envío de nuevos satélites hasta haber dado con la solución o si mantiene los lanzamientos, porque eso supondría un mayor número de relojes tanto activos como de reserva en órbita.
La ESA recuerda en su web que, “conceptualmente”, los usuarios de Galileo determinan su posición mediante la medición del tiempo que tardan en llegar a ellos las ondas de radio transmitidas por los satélites, por lo que la precisión de esa medición es importante.
Woerner admitió que todavía no se saben las causas del fallo detectado, pero insistió en que el hecho de contar con reservas ha posibilitado que actualmente todos los satélites de la constelación sigan en funcionamiento. El director general aprovechó para defender la apuesta europea por este sistema de navegación propio, pese a que se contaba ya con la versión estadounidense.
“Si quieres ser competitivo no puedes depender de la tecnología de otros”, ha concluido Woerner, que ha dicho no tener miedo de asumir riesgos y ha subrayado que, si solo se apuesta por tecnología ya conocida, nunca habría avances. Con la constelación Galileo, Europa pretende abandonar la dependencia del GPS estadounidense a partir de 2020.

El sistema europeo

Galileo es el programa europeo de radionavegación y posicionamiento por satélite, desarrollado por la Unión Europea (UE) conjuntamente con la Agencia Espacial Europea. Este programa dota a la Unión Europea de una tecnología independiente del GPS estadounidense y el GLONASS ruso. Al contrario de estos dos, será de uso civil. El sistema se espera poner en marcha en 2020 después de sufrir una serie de reveses técnicos y políticos para su puesta en marcha.
El sistema Galileo estará formado por una constelación mundial de 30 satélites en órbita terrestre media distribuidos en 3 planos inclinados con un ángulo de 56° hacia el ecuador, a 23222 km de altitud. Se van a distribuir diez satélites alrededor de cada plano y cada uno tardará 14 horas para completar la órbita de la Tierra. Cada plano tiene un satélite de reserva activo, capaz de reemplazar a cualquier satélite que falle en ese plano.
Los satélites emplearán tecnologías de gran fiabilidad a la vez que innovadoras. El cuerpo rotará sobre el eje que mira a la Tierra para que sus paneles solares roten y apunten al Sol (generando un pico de potencia de 1,5 kW). Después de que se establezca la constelación inicial, los demás satélites que se lancen reemplazarán a los dañados y completarán el sistema a medida que la vida útil de los satélites originales se extinga.
Dos centros de control Galileo, ubicados en Europa, controlarán la constelación y la sincronización de los cronómetros atómicos del satélite, el procesamiento de señales de integridad y el manejo de datos de todos los elementos internos y externos. Una red de comunicaciones dedicada de alcance mundial interconectará todas las estaciones y las instalaciones terrestres mediante enlaces terrestres y satelitales (VSAT).
La transferencia de datos con los satélites se realizará a través de una red mundial de estaciones Galileo de enlace ascendente, cada una de las cuales tendrá estaciones de telemetría, telecomunicaciones, seguimiento de satélites y de transmisión de la información de misión. Las estaciones de monitoreo de GALILEO de todo el planeta controlarán la calidad de la señal. La información obtenida de estas estaciones se transmite por la red de comunicaciones a los dos centros de control terrestres.
Los componentes regionales proveerán, de forma independiente, la integridad de las señales de Galileo. Los prestadores de servicios regionales difundirán los datos de integridad regionales usando los canales de enlace ascendente autorizados provistos por el sistema. Se garantizará que los usuarios siempre reciban datos de integridad a través de dos satélites con un ángulo mínimo de elevación de 25°.
Los componentes locales mejorarán las prestaciones mencionadas anteriormente con distribución de datos locales por medio de radioenlaces terrestres o redes de comunicación existentes a fin de aumentar la precisión o la integridad alrededor de aeropuertos, puertos cabeza de líneas ferroviarias y en áreas urbanas. Los componentes locales también se desplegarán para ampliar los servicios de radionavegación a los usuarios situados dentro de edificios.

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