Por Alejandro Lodes

Puede observarla a través de la iluminada ventana de su casa, el amor de su vida está preparando la comida. Decide observarla por un rato para entenderla un poco más. Cuando están juntos siempre hay una barrera que los separa, la realidad. Puede ver su rubio cabello moverse en cámara lenta como si fuera una publicidad en la tele. “Nunca entendí bien por qué se la ve tan linda de blanco” – Piensa en voz alta mientras su corazón comienza a latir cada vez más fuerte con tan solo observarla. A pocas horas del día de los enamorados espera el momento justo para entrar, abrazarla y darle un beso apasionado. Se lo merece.

Mira las luces de la cocina y se siente bendecido, ella cocina con amor y piensa en el destino, él solo la observa y es feliz. Su casa es hermosa, pero debe ser difícil mantenerla. Hay toques femeninos por todos lados, las mujeres sí que saben cómo convertir una casa en un hogar listo para ser habitado con amor. “Cada vez que estoy lejos de ella siento que algo me falta, que no estoy completo” – Sus voces internas comienzan a murmurarle, pero al verla nuevamente esas sensaciones se desvanecen.

Cuando unas palabras tan fuertes como “Te amo” pueden alimentarte por años y quizás décadas, cuando una simple mirada de sus ojos brillosos llenan el espíritu de alegría, es ahí el momento en que se da cuenta de que está enamorado y listo para compartir toda tu vida. Dicen que la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, pero nunca se comenta del shock de adrenalina que se experimenta al sentirse amado. “Ojalá ella lo sienta”.

Preocupado saca el celular del bolsillo y busca el último mensaje de ella. Es un mensaje de texto y aunque sea una tontera siente un hormigueo en las entrañas, el mundo se hace pausa como un efecto de película y piensa miles de cosas a la vez. Hay un amor verdadero, pero solo le importa el de ella. Ve sus labios moverse y le dan ganas de morderlos a besos. Quizás tenga que dejar de hacer eso, pero le apasiona verla.

Cuando el corazón te hace feliz pero también te hace la persona más triste del planeta, es cuando sabes que estás enamorado. Siempre hay una lucha interna, siempre hay algo para pelear, lo importante es no desistir. Si hay algo que rescata de su vida es haberla conocido a ella. Y una lágrima que corre por sus ojos le recuerda que quizás en algo se ha equivocado, pero es importante ver el futuro y evitar la ansiedad.

Dicen que la vida está en los ojos y entonces los recuerda, brillantes con rasgos de tristeza y felicidad, con tanto amor ahí escondido. El cigarrillo se está por acabar, pero aún tiene tanto por decir, sabe que quizás no sea esta noche la indicada, pero alguna ya lo será. Se siente con mucha suerte por poder tenerla cerca, cuando la mira y con un pícaro gesto le dice buen día ella siempre le responde con una sonrisa y su cuerpo expresa felicidad. Cuando están a la distancia sueña que van corriendo, pero siempre de la mano. ¿Significará que suceda lo que suceda siempre estarán juntos? Eso es el amor.

Lleva una rosa en sus manos con una tarjeta escrita en cursiva “No podría vivir sin ti, ya soy adicto a tu presencia. Ahora que te veo, como si fuera la primera vez, se a que se refieren con amor, me siento tan vivo!”, pero no se anima a entregarla. ¿Cuánto amor puede entrar en un sobre?, sólo son tímidas palabras escritas en un intento de mostrar todo lo que siente. Se lamenta por no haberla tenido por siempre, tantos caminos diferentes para recorrer, pero todos llevaban al mismo lugar, lo ha intentado todo, pero el todo no era suficiente. El amor junta y separa al mismo tiempo, uno debe estar listo para dejar ir si ama, si de verdad lo hace. “El último sacrificio de amor”

Un vehículo se acerca, sabe que es su momento de partir pero que ya tendrá la oportunidad de decirle todo lo que siente, la próxima vez…