Mientras las negociaciones entre el kirchnerismo y el randazzismo siguen vivas, el primer acuerdo que lograron ambos sectores peronistas es por el uso de los colores y la simbología.

Al inscribir el frente “Unidad Ciudadana”, el kirchnerismo desdeñó la utilización del Partido Justicialista bonaerense, paradójicamente conducido por un hombre que suena como candidato por el sector fiel a Cristina Kirchner.
Pero a pesar de eso, Fernando Espinoza negoció con los hombres de Randazzo un orden para la presentación de las listas y sus símbolos. El tradicional color azul del peronismo -y que también utilizó, con algunos cambios en el pantone, el kirchnerismo durante su gobierno- quedó para la “Unidad Ciudadana”.

El escudo del PJ ya es patrimonio de los pejotistas, nuevo rol que les corresponde a los seguidores de Randazzo. Y hubo acuerdo entre ambos sectores respecto de los “próceres”: las imágenes de Juan Domingo Perón, Eva Perón y Néstor Kirchner podrá ser utilizadas por ambos sectores. Lo que no podrá tener a mano el randazzismo es el nombre del “Frente para la Victoria”, sigla creada por Néstor Kirchner para sumar transversalidad a su proyecto político.
Donde no hay acuerdo aún es en el asunto edilicio. Mediante un cruce de misivas, Randazzo y Espinoza debatieron sobre la sede del PJ. Pero el tradicional edificio de Matheu 130 no es sede del peronismo bonaerense sino del PJ Nacional, que hoy conduce el sanjuanino José Luis Gioja. Espinoza solía utilizar oficinas de ese reducto pero la sede oficial del Justicialismo bonaerense está en la ciudad de La Plata.