EL ALCOHOL, TABACO Y ENERGIZANTES SON LAS PUERTAS DE INGRESO A LAS ADICCIONES

Crecen los índices de consumo de drogas entre jóvenes de 14 a 17 años

La Sedronar, organismo responsable a nivel nacional de coordinar políticas públicas para el abordaje de las adicciones, comunicó, a través de un reciente informe, la poca cantidad de pacientes chubutenses atendidos en los Centros de Orientación y Derivación (CEDECOR), dependientes de dicho organismo.
Para el último relevamiento, Chubut representó, del conjunto del total, tan solo el 0,1 por ciento del total de provincias argentinas, sobre un promedio de pacientes atendidos por mes de 636 a nivel país para el segundo trimestre de 2016, cifra que representó un leve incremento con respecto al primer trimestre del mismo año, con 623 pacientes atendidos.
En este sentido, las cifras más alarmantes abarcan la provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: “Cerca del 59 por ciento de los pacientes pertenecen a la provincia de Buenos Aires (Interior y 24 partidos del Conurbano) y un 31 por ciento a CABA. Entre ambas jurisdicciones concentran cerca del 90 por ciento del total de los pacientes del trimestre; por su parte, las Provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, representan el 6,5 por ciento de los pacientes”, indica el relevamiento realizado por dicha Secretaría, que ubica al Chubut en la misma cifra de pacientes atendidos, porcentualmente, que las provincias de San Juan, Mendoza, Tierra del Fuego, San Luis, Salta y Formosa.
Sin embargo, la baja cifra también responde, en gran parte, a una cuestión demográfica, teniendo en cuenta que la provincia del Chubut tiene, aproximadamente, unos 550 mil habitantes, a la vez que existen, tanto a lo largo y ancho del territorio, como así también, en la ciudad de Puerto Madryn, diversas problemáticas relacionadas a las adicciones que aún persisten, pese a los bajos números en lo que hace al impacto nacional del consumo y las adicciones.

El crecimiento, ligado al aumento del consumo

La problemática de las adicciones y el consumo de estupefacientes constituye un flagelo arraigado en todas las ciudades del país, acaso con mayor injerencia en aquellas de alto nivel demográfico, como es el caso de Puerto Madryn; según la Dirección de Geo-Referenciamiento y Estadística, dependiente del Observatorio Argentino de Drogas, los datos del último Censo Poblacional realizado en 2010 arrojaron la cifra de 81.315 habitantes para la ciudad que es cabecera del Departamento de Biedma, aunque al momento se estima que, transcurridos casi 7 años desde el último relevamiento, la población madrynense supera los 110 mil habitantes.
El crecimiento de la ciudad durante las últimas tres décadas, también fue pronunciado: “En el censo de 1985 se registraron 20.478 habitantes y el de 1991 arrojó 45.047 habitantes; luego, contó con 57.614 pobladores para el censo 2001”, indica el informe, que destaca que las cifras actuales “colocan a Puerto Madryn como la tercera ciudad más poblada de Chubut, detrás de Trelew –
Rawson y Comodoro Rivadavia – Rada Tilly, séptima más poblada de Patagonia Argentina, teniendo en cuenta a Cipolletti aglomerada con Neuquén, tercera en la costa patagónica y la ciudad balnearia más poblada del sur”.
A su vez, indica que Madryn “es considerada la puerta de entrada a la península Valdés, declarada en 1999 como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, y es uno de los centros de turismo más importantes de toda la región y del país”.

Sin estadísticas locales y provinciales

Diversas son las campañas y actividades que se realizan en la ciudad de Madryn para abordar la problemática del consumo de drogas y alcohol, siendo esta última la que mayor cantidad de denuncias acredita, por parte de familiares de quienes lo padecen, según lo informaron recientemente desde el Centro Integral de Tratamiento de las Problemáticas del Consumo, dependiente del Hospital Subzonal “Andrés Ísola”, en el marco de un debate realizado en el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) “Favaloro”, el pasado mes de junio.
Sin embargo, a ciencia cierta, no existen en la ciudad estadísticas concretas sobre índices de consumo, un dato que podría reforzar de manera efectiva las políticas públicas llevadas a cabo para morigerar y desalentar el consumo, entre ellas los distintos talleres de concientización orientados a la comunidad, a docentes y profesionales del área de la Salud, como así también programas como “Fútbol Valorado”, “Fútbol Noche” y la ratificación del deporte como eje central de la vida sana y los buenos hábitos de los más jóvenes.

Alcohol, energizantes y tabaco

En lo que refiere a la prevalencia del consumo de sustancias en el Chubut, según el informe “Municipios en Acción”, elaborado por el Observatorio Argentino de Drogas a través de la Dirección de Geo-Referenciamiento y Estadística, no se disponen de “estadísticas locales”, pese a que, hasta el año pasado, funcionaba la Agencia de Prevención de Adicciones a nivel provincial, cuyos resultados en cuanto a estadísticas y acciones concretas, a la actualidad, no han trascendido.
El estudio tuvo como población a estudiantes de enseñanza media, seleccionando alumnos que cursan el 8°, 10° y el 12 año de estudios en escuelas públicas y privadas de todo el país, y en cada provincia “se seleccionó una muestra representativa utilizando como marco el listado oficial de instituciones provisto por el Ministerio de Educación de la Nación”.
En la categoría “Consumo. Alguna vez en la vida, por sustancia”, el podio está representado por el Alcohol (79,3%), los Energizantes (73,4%) y el Tabaco (51,1%). Le siguen la Marihuana (27,4%), la Cocaína (9,5%), los Solventes/Inhalantes (6,8%), los Tranquilizantes (6,4%), la Pasta Base-Paco (3,6%), los Estimulantes (3,2%), el Éxtasis (2,9%) y los Alucinógenos (2,4%).
El mismo índice, discriminado por sexo, apunta a un 52,2% de varones que consumió tabaco alguna vez en la vida, y un 50,5% de mujeres; en cuanto al alcohol, la cifra se dispara al 78,8% para los varones y 79,7% para las mujeres. La cocaína representa un 11,8% para el caso de los varones que reconocieron haberla consumido alguna vez en la vida, y un 7,3% para las mujeres.
Otro ítem de consumo de relevancia, en cuanto a su porcentaje, es la marihuana; un 25,1% de mujeres encuestadas reconocieron haberla consumido alguna vez en la vida, mientras que la cifra para los varones fue del 29,8%.

Crece el consumo por edad

En lo que hace al “Consumo Mensual”, determinado por sustancia y grupos de edad, un 42,3 por ciento de estudiantes de 14 años o menos reconoció consumir en determinados momentos del mes, cifra que se incrementa a un 72,5% para los jóvenes entre 15 y 16 años, y a un 77,6% en personas de 17 años o mayores.
La presencia de la cocaína en la juventud también alarma: mientras que un 0,7 por ciento de personas de 14 años o menos reconoció consumirla con regularidad mensual, el 3,3% de jóvenes entre 15 y 16 años hizo lo mismo, y el número asciende al 3,9% para aquellos de 17 años o más, lo que deja en evidencia una prolongación e incremento en el hábito de consumo de parte de dicho sector etario de la sociedad chubutense.
Ciertamente, todos los indicadores que dividen a las tres categorías (“14 años o menos”, “15 y 16 años”, “17 años o más”) muestran un incremento en el tiempo: Tabaco (8,5% – 25,2% – 30,1%), Alcohol (42,3%, 72,5%, 77,6%), Tranquilizantes (1,5% – 1,8% – 1,9%), Estimulantes (0,5% – 1,4% – 1,5%), Solventes/Inhalables (0,8% – 3% – 1,9%), Marihuana (4,4% – 12,9% – 21,5%), Cocaína (0,7% – 3,3% – 3,9%), Éxtasis (1,2% – 1,4% – 1,6%) y Energizantes (34,4% – 46,8% – 52,2%); ello refleja que, pese a las distintas políticas públicas que se incrementan, en mayor o menor medida y con mayor o menor efectividad, quienes tienen el hábito de consumo de cualquiera de los elementos anteriormente mencionados, continúan su ingesta a lo largo del tiempo, al menos en el período de edades contempladas por el relevamiento en cuestión.

La falta de oportunidades y el consumo

Lejos de criminalizar la pobreza, como más de una vez se ha escuchado en discursos de índole político, la falta de acceso al mercado laboral y la carencia de oportunidades de inserción y progreso social han creado un contexto, muchas veces, donde el hábito del consumo de estupefacientes se constituye como una postal de la falta de perspectiva hacia el futuro, una deuda pendiente que el arco político mantiene, a nivel nacional, con todas las sociedades que integran la comunidad argentina.
En este contexto, cabe señalar los datos relativos al último Censo Poblacional realizado en Puerto Madryn, donde el incremento de población, al día de hoy, habría aumentado en razón de unos 30 o 40 mil habitantes.
Sin embargo, los datos arrojados por dicho relevamiento dan cuenta de una cifra que podría repetirse al día de hoy, al menos de manera exponencial: para 2010, unas 71.554 personas sabían en Madryn leer y escribir, mientras que 5.625 no poseían incorporadas dichas habilidades, es decir, un 7,29% de la población.
A su vez, un 8,68% de los hogares considerados pobres tenían Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), es decir, unos 2.098 de un total de 22.079 hogares considerados dentro de la línea de pobreza.

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