El momento más esperado de todo cumpleaños, puede convertirse en una preocupación para la salud. Ahora, ya no quedan dudas sobre su impacto. Un estudio realizado en Estados Unidos confirmó que soplar las velitas aumenta, en promedio, 1.479% (es decir, 15 veces) la cantidad de bacterias que quedan sobre la superficie de la torta.
La investigación fue encabezada por Paul Dawson, profesor de la Universidad de Clemson en Carolina del Sur. La realizó junto a un grupo de estudiantes para hacerlos pensar sobre la seguridad alimentaria.
Primero, cada participante del estudio tuvo que oler y comer una porción de pizza. De esta manera, simularon la secuencia de comida de un cumpleaños –donde la torta cumple el rol de postre– y estimularon las glándulas salivales.
Para recrear la torta, los investigadores tomaron una base redonda de telgopor y le colocaron encima un papel de aluminio. Luego le pusieron un glaseado y ubicaron 17 velas. Entonces las encendieron y llegó el momento más esperado: soplar las velitas hasta apagarlas. El experimento fue realizado por 11 personas, que lo repitieron en tres días diferentes. En todos los casos, diluyeron el glaseado con agua esterilizada y luego lo extendieron en placas de cultivo, para que las bacterias crezcan.
Por último, analizaron el material y compararon a las tortas «sopladas» con otras «no sopladas». Los científicos concluyeron que al apagar las velitas había «transferencia de bacterias y otros microorganismos de las vías respiratorias de la persona que sopla». En concreto, «los resultados del estudio encontraron que los niveles bacterianos promediaron 15 veces más alto debido a soplar las velas».
Además, notaron que algunas personas transferían mayor cantidad de bacterias que otras. Y, más sorpresivamente, descubrieron que cada soplido produjo diferentes tipos de bacterias.
A pesar de los resultados de su estudio, Dawson no pretende arruinar estos populares festejos. En diálogo con el diario inglés Daily Mail, reconoció que “en mi opinión, está bien si comés torta de cumpleaños cuando alguien sopló las velitas. No creo que te enfermes”.