De confirmarse la estimación del Departamento de Energía de Estados Unidos, la humanidad estaría en condiciones de garantizar el suministro uranífero de la totalidad de sus plantas nucleares a muy largo plazo. Y más allá de la resistencia que se dio en Patagonia con la central que apuntaba a erigirse en Río Negro, esta es una de las generaciones de energía del futuro, dicen los expertos.
Según una flamante investigación realizada por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés) y divulgada por la Sociedad Estadounidense de Química (ACS), hay una fuente de uranio prácticamente inagotable en las profundidades oceánicas. El relevamiento indica la existencia submarina de más de 4 millones de toneladas (Tn) del valioso recurso, que representa un insumo clave para la industria nucleoeléctrica.
Actualmente se calcula que queda por aprovecharse un nivel de reservas uraníferas on shore suficiente como para garantizar el consumo global durante un siglo. No obstante, este hallazgo off shore extendería ese horizonte de manera significativa. De hecho, la humanidad tendría cubierta su demanda por los próximos 10.000 años. Previamente, claro, la industria deberá desarrollar sofisticados métodos que tornen viable y segura la extracción del material desde el fondo oceánico. Según los expertos, no habrá que esperar demasiado tiempo para que el avance de la tecnología lo permita.
En ese sentido, científicos de la Universidad de Stanford en California creen haber encontrado una manera de extraer más eficientemente el uranio disuelto en los océanos. “Las concentraciones uraníferas bajo el mar son pequeñas, del orden de un solo grano de sal disuelto en un litro de agua. Pero los océanos son tan vastos que, si podemos extraer el recurso de manera rentable –mediante el uso de una capa de unión golpeada con pulsos alternos de electricidad de bajo voltaje–, el suministro sería virtualmente interminable”, explicó Yi Cui, líder del equipo de investigación.

Reservas comprobadas

Sobre la base de los datos que maneja la Asociación Nuclear Mundial (WNA), sin tomar en cuenta los costos de desarrollo por ahora hay reservas extraíbles por casi 5,47 millones de Tn en todo el mundo. El ranking lo lideran Australia, con algo más de 1,24 millones de Tn (es decir, un 22,7% del total); Kazajstán, con unas 817.000 Tn (un 14,9%), y Rusia, con cerca de 546.000 Tn (un 10%). Más atrás se ubican Sudáfrica (435.000 y 8%), Canadá (423.000 y 7,7%), Estados Unidos (342.000 y 6,3%), Brasil (278.000 y 5,1%), Namibia (275.000 y 5%), Níger (274.000 y 5%), Ucrania (200.000 y 3,7%), Jordania (112.000 y 2%) y Uzbekistán (111.000 y 2%), en ese orden. La Argen-tina, por su parte, se posiciona en el 13° puesto del listado, con reservas estimadas por 105.000 Tn (o sea, un 1,9% del total planetario). Para la WNA, también albergan importantes depósitos uraníferos Venezuela, con 75.000 Tn (1,5%); India, con 73.000 (1,3%); China, con 68.000 (1,2%), y Mongolia, con 62.000 (1,1%). Otras naciones se reparten las 210.000 Tn restantes (3,8%). Debe aclararse que gran parte de Canadá, Groenlandia, Siberia y la Antártida todavía permanecen inexploradas.

Importación

En términos de recursos identificados, la Argentina posee más de 31.000 toneladas (Tn) de uranio distribuidas en seis proyectos que hoy no están produciendo. Cuatro de ellos son manejados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA): Don Otto (en el NOA), Sierra Pintada (en Mendoza), y Cerro Solo y Laguna Colorada (en Chubut). Los otros dos están a cargo de la compañía privada UrAmerica y de la pública U3O8 (los chubutenses Meseta Central y Laguna Salada, respectivamente). El país importa concentrados de uranio desde 1992. Esas compras (que inicialmente se acordaron con Sudáfrica) fueron creciendo con el correr de los años y llevaron al cierre total de la industria local de producción uranífera en 1997. No obstante, desde la CNEA se está analizando la factibilidad económica de los proyectos abandonados, tomando como referencia el actual precio global del uranio, junto con los costos de transporte, los seguros y las tasas domésticas. “Se observa un amplio margen para producir el recurso a nivel local por debajo de los valores internacionales”, indicó el gerente de Exploración de Materias Primas de la entidad, Luis López. Hay una gran riqueza de depósitos geológicos de uranio por explotar. “Contamos con depósitos intrusivos y plutónicos, relacionados con el granito, volcánicos, en areniscas y superficiales. Existe, además, una perspectiva interesante de encontrar uranio como subproducto ligado a los fosfatos”, asegura. Vale resaltar que las tres centrales nucleares que actualmente posee la Argentina (aunque Embalse se encuentra detenida por labores de repotenciación y extensión de vida útil) suman una demanda potencial de 250 Tn
por año. En otras palabras, con apenas un yacimiento operado de manera sustentable podría cubrirse esa cifra, afirman los entusiastas del sector. (Revista Petroquímica)