El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido se entregó ayer miércoles en los tribunales federales de Comodoro Py y fue trasladado al penal de Ezeiza, tras ser desaforado por la Cámara de Diputados. Cuatro de los cinco diputados nacionales por Chubut votaron por la afirmativa. Los pedidos de detención los habían librado, los jueces Luis Rodríguez, quien lo investiga en la causa Río Turbio, por la presunta defraudación de casi 280 millones de pesos en la mina de carbón; y Claudio Bonadio en la causa por sobreprecios en la compra de gas al exterior.
Tal como se esperaba, el oficialismo consiguió el número necesario para quitarle los fueros al ex funcionario kirchnerista, que poco después de la votación se presentó en Tribunales junto a su abogado Maximiliano Rusconi.
En ese momento, personal de Gendarmería Nacional se había apostado en uno de sus domicilios ubicado en avenida Libertador al 2.200, donde un grupo de personas se autoconvocó para repudiarlo, aunque el ex ministro no se encontraba en el lugar.
Al llegar a Comodoro Py, De Vido le envió un mensaje a la diputada nacional Elisa Carrió: «Mándenle champán a la doctora Carrió», aseguró el ex ministro de Planificación al ingresar al edificio por la entrada de la calle Letonia.
Una vez dentro, se presentó en el cuarto piso, donde se encuentra el Juzgado del magistrado federal Luis Rodríguez, quien tiene a cargo la causa en la que se lo acusa por supuesta malversación de fondos en la mina de Río Turbio y allí se formalizó su detención.
Tras ser indagado por el juez, fue trasladado en una camioneta del Servicio Penitenciario Federal al Hospital Penitenciario Federal de Ezeiza, en medio de un fuerte operativo de seguridad.
Allí, se le realizarán los exámenes médicos de rutina tras un arresto -que podrían demorar hasta 48 horas- y luego la Justicia determinará si queda alojado en el Hospital, en el penal de Ezeiza o es llevado a la cárcel de Marcos Paz.
Rodríguez había pedido la detención del ex funcionario kirchnerista en la causa por la presunta malversación de fondos públicos a través de Yacimiento Carbonífero Río Turbio, mientras que el juez federal Claudio Bonadio había hecho lo mismo en el marco de la investigación por presuntos sobreprecios en la compra de gas licuado natural.
El argumento de la Justicia para solicitar su desafuero y posterior arresto se basó en la posibilidad de que De Vido pudiera entorpecer las investigaciones si seguía en libertad.
Con ese pedido, el oficialismo impulsó en Diputados la quita de sus fueros, que fue aprobada en sesión especial por 176 votos a favor, 1 abstención y ningún negativo, dejándolo sin inmunidad para ser detenido.
Por el desafuero votaron el frente Cambiemos, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Bloque Justicialista y el Frente de Izquierda, entre otros, luego de dos horas y 20 minutos de debate en el recinto, sin la participación del grueso del Frente para la Victoria.
Antes de la sesión especial, la defensa de De Vido volvió a pedir la eximición de prisión ante la Cámara Federal a través de su abogado Gabriel Palmeiro, que estuvo toda la jornada dentro del edificio. Ese recurso había sido rechazado este martes por los jueces Rodríguez y Bonadio.

Los presos comunes ya avisaron que no quieren a De Vido

El preso Julio De Vido es ya un problema de convivencia con otros presos para la Justicia y el Gobierno. Un grupo de presos comunes hizo saber que no quieren ver al “corrupto” ex ministro de Planificación en sus pabellones, informaron voceros oficiales. Por ejemplo, Ricardo Jaime fue insultado por otros presos y el Servicio Penitenciario Federal tomó nota de las quejas. Tanto la cara de De Vido como la de Jaime es conocida para los internos. Lo cierto es que el décimo primer preso del kirchnerismo ingresó esta tarde, después del horario de las visitas, al hospital de la cárcel de Ezeiza. Al juez federal Luis Rodríguez le entregó antes una seria de certificados médicos que demuestran que es diabético e insulino dependiente.
En la bolsita que tenía llevaba médicamentos. En principio, se quedará 48 horas en el hospital de Ezeiza para que luego el juez Rodríguez y su colega Bonadio decidan, con los exámenes en la mano, a qué cárcel enviarlo definitivamente. Ya hay 6 kirchenristas en Ezeiza y 4 en Marcos Paz. En el hospital le realizarán 90 preguntas para determinar si es un peligro para sí mismo o para los otros internos, entre otras consideraciones. Lo seguro es que De Vido estará dentro del Sistema de Intervención para la Reducción de Indices de Corruptibilidad (IRIC). Si el fin de semana, deciden dejarlo en Ezeiza compartirá el pabellón con Jaime, el ex secretario de Obras Públicas José López, el “Pata” Medina, Lázaro Báez, su contador Daniel Pérez Gadín. Mientras que el abogado Carlos Chueco está en el pabellón “PRISMA” que es para quienes tienen problemas psicológicos.
En cambio, si deciden enviarlo a la cárcel de Marcos Paz estará con su ex mano derecha Roberto Baratta, con su cuñado Claudio “El Mono” Minnicelli, con el contador de Cristina, Víctor Manzanares y el “Caballo” Suárez. Juan Mahiques, subsecretario de Relaciones con el poder judicial y de asuntos penitenciarios del ministerio de Justicia, será uno de los funcionarios que deberá dar su opinión sobre la cárcel final del ex ministro más poderoso de los K.