Adão Paía es un joven de Mozambique que repudia todas las formas de violencia. Luego de haber sufrido de abuso desde los cinco años, él siente que no pudo gozar de su niñez. Actualmente trabaja para convencer a hombres y niños de su comunidad a compartir las responsabilidades del hogar con las mujeres y a rechazar la violencia de género.
“Mi niñez parecía como un castigo. Me enviaron a vivir con mi abuela en su granja cuando tenía cinco años de edad, junto con mi hermana”.
“Comencé a participar en un proyecto de la red HOPEM llamado “Hombres en la cocina”, con el apoyo de ONU Mujeres. Dicho proyecto fomenta la participación de los hombres en las actividades del hogar y sostiene diálogos con ellos para prevenir la violencia contra las mujeres.”