EL JEFE DEL GABINETE NACIONAL LLEGA HOY A TRELEW CON UNA AGENDA OFICIAL “LIGHT” BUSCANDO LA FOTO DE CAMPAÑA. LO PRECEDE LA FAMA: `COMO INGENIERO, CONSTRUYÓ UN PRESIDENTE´

Marcos, the winner

Empujando la campaña de Cambiemos, hoy llega el Jefe de Gabinete de Macri a Trelew. Marcos Peña estará no más de cuatro horas en la ciudad valletana para mostrar presencia nacional, algo que suponen deben hacer en aquellos territorios que siguen la vieja lógica política presencial, como Chubut.
La agenda indica que sería recibido por Das Neves, pero todo anticipa que el Jefe político de Chubut Para Todos no se prestará a engrosar una visita neta de campaña, faltando 14 días para las elecciones Legislativas y cuando ambos sectores están cabeza a cabeza en las preferencias de los votantes.
En honor a la verdad, el arribo apenas días después de la visita de la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti deja un tanto deslucida la llegada de Peña. Pero como en tren de timbreo territorial todo vale, para el incipiente grupo que acompaña a Gustavo Menna en su solitario derrotero electoral es más que válido por lo que representa la figura del joven Jefe de Gabinete en términos de pertenencia.
Tan “testimonial” parece ser la visita que hasta carece de peso específico el cronograma de actividades que le armaron. Una visita a una empresa que anda bien y una posible visita a una cooperativa de trabajo con opción a ser reemplazada por una mini caminata por la plaza céntrica, sería la presencia que el referente del gobierno nacional tendría para mostrarse en Trelew, siendo que hay temas gruesos y de fondo que sería mas que imprescindible que se involucrar la Nación aprovechando el viajecito de campaña.
La visita a un periódico valletano que intenta reflotar sus cucardas radicales oportunamente y en línea con el crecimiento de Cambiemos en la provincia, y donde el funcionario pagará con ego la foto de campaña en portada, es otro de los altos que anunciaron en la agenda.

Una carrera vertiginosa

Marcos, tiene raíces patagónicas. Es el menor de los cinco hijos del especialista en comercio exterior Félix Peña, quien trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo, y de Clara Braun Cantilo, hija de Eduardo Braun-Menéndez y nieta de Mauricio Braun, uno de los fundadores de Supermercados La Anónima. Con menos de 40 años, Marcos Peña se convirtió en unos de los hombres de mayor confianza de Mauricio Macri y en el estratega que diseñó la campaña que llevó al líder de Cambiemos a lo más alto del país. Dice la leyenda urbana que se lo oyó alguna vez decir: «No me molesten, estoy construyendo un presidente».
Cultor del perfil bajo, con un estilo de hacer política sin peleas ni ideas mesiánicas, «Marquitos», como lo llaman de manera afectuosa en su entorno, es hoy uno de los dirigentes con mayor protagonismo en el Gobierno Nacional.
Moderado, amable y ferviente militante de la nueva política, fue el jefe de una larga campaña que terminó con Macri en el sillón de Rivadavia. Licenciado en Ciencias Políticas, meticuloso y obsesivo, su perfil de «Linkedin» dice que es vocal y miembro Fundador del PRO, plataforma que le permitió en 2003 convertirse, con sólo 26 años, en el legislador más joven de la Ciudad. Cargo que ejerció en dos oportunidades.
Aquellos años de aprendizaje le permitieron, además, seguir trazando los lineamientos generales del «partido amarillo», este espacio que llegó para renovar la política, incorporando figuras de diversos espacios (UCR, Peronismo, Democracia Cristiana) con la premisa de llevar la eficacia de la «gestión» a lo «estatal».

«Marcos, para mí, es quien mejor lee y entiende cómo cambiaron las ideas, puntos de vista y demandas de la gente. Por eso, va ser uno de los grandes responsables de poner a la política argentina al día, llevarla al siglo XXI, y así también lograr que el país de una vez por todas alcance su potencial», afirmaba a diario popular, Iván Petrella, legislador y director académico de Fundación Pensar. Petrella fue uno de los constructores del concepto de «nuevo sujeto político» que promueve el PRO, un filósofo que se animó a dar el salto y meterse de lleno en política.
En 2007 le llegaría a Peña su gran oportunidad: asumir como Secretario General del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, un organismo fundamental en el devenir político de la gestión y de mayor cercanía con el Jefe de Gobierno. Allí, supo profundizar y construir una relación de confianza mutua con Mauricio, que lo terminó de posicionar como la «mente brillante» del partido.
«Si tuviera que definir esa relación, yo te diría que Mauricio es más peñista, que Marcos macrista…», confiesa un miembro de los equipos que solían frecuentar y recibir distintas indicaciones durante la frenética campaña electoral pre presidencial. «Hay que reconocerle que creyó en Mauricio desde el primer día», agrega el joven que forma parte del entorno del partido.
No sólo es del riñón presidencial, sino que le pone el pecho a la coyuntura. De hecho, la semana pasada ofreció su cuarto informe de Gobierno en el Congreso defendiendo lo defendible o saliendo por la tangente ante las preguntas politizadas, con un fervor y cintura inusitados.
Se puede afirmar sin temor a errores que Peña es un «PRO puro», el ala «dura» que puede promover con el mismo énfasis y entusiasmo que la gente «participe en política» como un acuerdo electoral con la Coalición Cívica de Elisa Carrió y la UCR nacional de Ernesto Sanz, y todo el “populismo yelow” provinciano que se cruce. Auqnue hay que decirlo, fue uno de los impulsores más férreos de la «intransigencia» de no acordar con Sergio Massa, uno que se medía como riesgo potencial a futuro para el PRO.
Por eso la lectura fina de muchos sobre esta llegada a Chubut al final de la campaña para bancar al candidato de Cambiemos en un territorio aliado en muchos sentidos a Massa, con un candidato oficial cercano personalmente al líder del Frente Renovador, no es para nada casual. Casi se podría decir, un desafío personal para el joven “winner” del Gobierno.

ÚLTIMAS NOTICIAS