EL PERONISMO ANTE UNA DE LAS CRISIS INTERNAS MÁS GRAVES DE SU HISTORIA. LA BRUTALIDAD DE LOS GUARISMOS Y LA FALTA DE CONDICIONES PARA ALCANZAR LA UNIDAD. EN CHUBUT, LA PERDIDA DE VOTOS EN COMODORO FUE ELOCUENTE

PJ: Tiempos de reflexión y algo más

El día después de la derrota del peronismo en todas sus versiones estuvo plagado de una puja de egos, pases de factura, especulaciones sobre armados de unidad, llamados telefónicos secretos y una tarea gigante por delante: la difícil empresa de reconstruir el PJ de cara a las elecciones presidenciales del 2019. No será nada sencillo ese objetivo porque el descalabro de urnas que volaron por los aires golpeó fuerte al peronismo tanto en provincias perdidas como intendencias bastiones ahora arrebatadas.
En Chubut la fuga de votos para los candidatos del Frente para la Victoria representa una pérdida del 9 por ciento, en relación a la suma de los sufragios obtenidos por esa fuerza en agosto. Es decir, no todos los que votaron a alguna de las seis listas del Frente que se presentaron entonces acompañaron a la fórmula encabezada ahora por Ricardo Fueyo y Silvia Pecci. En números, el FpV obtuvo 72.198 de los 94.442 votos sumados en las PASO, mientras que tanto Mariano Arcioni (Chubut para Todos) como Gustavo Menna (Cambiemos) tuvieron un repunte respecto a las PASO, del 6 y del 5 por ciento respectivamente. ¿Qué le pasó al PJ-FPV entonces? Es obvio que esos votos fueron al oficialismo provincial o a Cambiemos, un punto que no debe dejar de analizar el justicialismo en su conjunto. Más allá de los 7.460 votos obtenidos entonces por Miguel “Coné” Díaz -quien expresamente se reunió con Mario Das Neves- para expresar su apoyo, hay casi 15.000 votos no trasladados por las otras listas del FpV, lo que explica claramente que la unidad ideal ni el rejunte circunstancial es posible por el momento, aún a costa de quedar afuera de la escena central del poder, hoy polarizada por ChPT y Cambiemos. Ricardo Fueyo constató los dichos de un veterano dirigente del PJ, apenas horas después de las PASO del 13 de agosto: “los votos nunca son transferibles, por más fotos que se saquen los dirigentes hablando de unidad”. Ello quedó plasmado en el modo en que se diluyeron más de 25.800 votos que el FPV había obtenido en aquella instancia preliminar y esta elección definitiva del 22 de octubre. ¿Dónde se dieron los mayores retrocesos entre las dos elecciones?
El modo en que se dio la derrota de Fueyo se explica en la cantidad de votos que el FPV no pudo retener. Si se observa lo ocurrido en el departamento Escalante, que incluye a Comodoro y Rada Tilly, surge que aún cuando el FPV fue el más votado en la ciudad petrolera, en el conjunto de ambas localidades, sin embargo, Fueyo obtuvo alrededor de 7.000 votos menos que en los que había contado el FPV el 13 de agosto (según escrutinio provisorio de esa instancia, con un 98% de las mesas escrutadas). En efecto, el cotejo de ambos datos surge que en la elección del último domingo el FPV obtuvo en Escalante 34.218 votos, mientras en las PASO había sobrepasado los 41.200.
Otros indicadores del departamento Escalante mostraron que Menna subió alrededor de 5.800 votos (de 29.800 a más de 35.500) y Arcioni recuperó más de 7.000 votos entre agosto (con 21.299) y octubre (28.500). A decir de algunos analistas, los votos sumados por Arcioni son los que se restaron de Fueyo (la cifra es casi idéntica entre lo que sube y uno y baja otro), en una estrategia de último momento. Por su parte, los votos que incrementa Menna se explicarían por el aumento logrado especialmente en Rada Tilly, en comparación a las PASO.

Los que intentan recomponerse

En el PJ nacional, fieles al pragmatismo que los caracteriza, no son pocos los dirigentes que ya empezaron a rodar la maquinaria para buscar recomponer lazos quebrados. Según una ronda por varias gobernaciones, intendencias y despachos legislativos detallada por Infobae, en el PJ prende una idea generalizada de que para ganarle a Cambiemos y eventualmente frenar una reelección de Mauricio Macri necesariamente se deberá trabajar para la unidad peronista. Se sabe que el mayor escollo para alcanzar esta tarea tiene nombre y apellido: Cristina Kirchner.
«Vamos a escuchar a todos y estamos dispuestos a conversar, pero ni piensen que con el 37 por ciento de los votos en el mayor distrito electoral del país Cristina va a bajar sus pretensiones de liderazgo», dijo a Infobae un allegado al presidente del PJ bonaerense y ladero cristinista Fernando Espinoza. Fue la misma línea discursiva que esgrimió anoche la ex presidenta cuando habló al electorado que la votó y no hizo mención alguna a la palabra derrota o resignación de poder.
No obstante, en el resto del peronismo creen que habrá que dejar que el agua decante y empezar a trabajar por la unidad. Fue lo que hicieron hoy los gobernadores Sergio Uñac de San Juan, Gildo Insfrán de Formosa y Juan Schiaretti de Córdoba, entre otros. «No es fácil vencer egos pero hay que tratar de buscar la unidad y ver que en distritos donde hubo unidad el PJ ganó como San Juan, Tucumán, Formosa, San Luis o La Pampa», expresó un funcionario del gobernador sanjuanino.
Uñac y Schiaretti dialogaron con Sergio Massa en las últimas horas. Fueron charlas telefónicas «de evaluación y proyección», según dijeron algunos de los protagonistas. Tanto el líder de 1País como los mandatarios provinciales coincidieron en que la polarización Cristina-Macri jugó en contra de muchos peronistas que buscaban salir de esa lógica confrontativa.
Con todo ese pesar, igualmente Uñac alentó a Massa a seguir trabajando para volver al PJ y buscar la unidad. «Con Cristina adentro o en el medio no podemos hacer nada», les dijo tajante Massa. El ex intendente de Tigre admite en reserva que el único camino que le queda al peronismo para volver al poder es plantear una alternativa viable al gobierno, dejar atrás el pasado kirchnerista y armar con lo que quedó de la batalla. De hecho, Massa dialogó también con los gobernadores Mario Das Neves (Chubut) y Gustavo Bordet (Entre Ríos) además de intercambiar palabras con intendentes del cristinismo en el conurbano bonaerense como Martín Insaurralde.

La puja que no afloja

Por el lado de Florencio Randazzo, las aguas no quedaron quietas después de los comicios. El ex ministro de Cristina Kirchner y otro de los perdedores de la puja electoral de anoche se cruzó mensajes de texto con Massa y ante una charla con su núcleo duro reiteró una suerte de oración peronista: «Debemos reconstruir con humildad, inteligencia y autocrítica», dijo. Ninguna de estas virtudes tuvo en sus manos la ex presidenta ni tampoco mostró ayer en la noche de la derrota.
Randazzo aún está convencido de que si la ex presidenta disputaba con él una interna abierta hoy hubiesen ganado las elecciones bonaerenses a Cambiemos y el panorama era otro. Pero ya está todo quebrado y ahora, evalúan cerca del líder de Cumplir, habrá que reconstruir sin el cristinismo.
Esta tesis del peronismo sin Cristina no está avalada por todos en el PJ. Allegados a Uñac y a Schiaretti admitieron que será difícil negociar un liderazgo con la ex presidenta por más que haya perdido las elecciones por cuatro puntos.

Los puntos de partida

Los peronistas que buscan recuperarse rápido tienen en claro tres ejes para marcar una proyección a futuro: nadie es dueño del PJ; el peronómetro no es de nadie y a Cristina le queda un caudal de votos que no se pueden rifar en territorio bonaerense. Sin embargo, superar el universo de egos y protagonismos heridos, así como los reproches cruzados que están a la orden del día dentro de la variopinta dirigencia y militancia que engloba el sello no será una tarea sencilla.

Fuentes: AF, Infobae, LPO, propias

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