MALDITA TECNOLOGÍA

Un robot para que nos planche la ropa

Effie es una máquina de planchar automatizada doméstica; creada por dos jóvenes emprendedores londinenses, Rohan Kamdar y Trevor Kerth, el robot es capaz de secar y planchar la ropa recién sacada de la lavadora sin que nadie más se tenga que preocupar de hacerlo. Está previsto que salga al mercado en marzo de 2018 con un precio de casi mil dólares, aunque ya se puede reservar.
Kamdar y Kerth, dos ingenieros mecánicos de 27 años, trabajan en el proyecto desde 2015: han hecho más de mil diseños y han presentado hasta 40 prototipos hasta llegar al resultado final. La máquina, de 35 kilos y de aspecto futurista, puede planchar hasta 12 prendas en una sola sesión: desde camisetas hasta toallas y almohadas, pasando por pantalones, vestidos, calcetines y ropa interior. Tarda seis minutos en planchar y secar cada una. Y admite casi todo tipo de materiales: algodón, seda, viscosa, poliéster, tela vaquera; no ocurre lo mismo con el cuero. Tiene, además, una función que permite perfumar la ropa después de plancharla.

Cómo funciona

Sin ser demasiado grande (80 x 25 x 128 centímetros) y con ruedas para transportarla, Effie encierra doce perchas en las que el usuario debe colgar la ropa, como lo haría en un armario cualquiera. Acto seguido, tiene que echar agua destilada en un cajetín, como ocurre con la tradicional plancha de vapor. Tras cerrar Effie, llega la hora de programar qué función se quiere aplicar a cada una de las prendas a través de una pantalla táctil que el robot tiene en uno de sus laterales. Llegados a este punto, ya solo quedará esperar a que la máquina haga su trabajo: en su interior, un brazo robótico funcionará como una plancha de vapor que sube y baja un par de veces mientras aplica una ligera presión que servirá tanto para secar y como eliminar las arrugas.
Además, Effie tendrá su propia aplicación para el móvil y avisará a su dueño de si necesita más agua para seguir trabajando o de si ha terminado su tarea.

Predecesores

Sin embargo, a pesar de su aparente novedad, Effie tiene precedentes en los que inspirarse. En 2014, nació Swash, de Whirlpool. Es una máquina que quita las arrugas de la ropa, que hay que ir metiendo una por una, en diez minutos. Lo logra gracias a unas pastillas hechas de componentes químicos (humidificadores, agua y neutralizador del pH) y a temperaturas de cerca de 90 grados.
La desventaja es el precio: a su valor inicial, 499 dólares, hay que sumar el precio de las cápsulas que se usan para cada planchado, lo que eleva el coste de la operación. La firma LG también presentó su propia plancha automatizada, que tenía la capacidad de trabajar con cuatro prendas a la vez. Aunque no necesitaba de pastillas especiales, el problema era su precio: 1999 dólares.

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