LA ARMADA CONFIRMÓ QUE HUBO UNA EXPLOSIÓN. SIGUE EL RASTRILLAJE PARA DAR CON EL SUBMARINO

Conmoción en los familiares de los tripulantes del ARA San Juan

Los familiares y allegados de los tripulantes de la nave perdida reaccionaron con dolor y bronca ante el comunicado de la Armada que confirmó que, apenas horas después del último contacto del submarino ARA San Juan, hubo una explosión bajo el mar que fue registrada hasta en Sudáfrica. Algunos de ellos se retiraron de la base naval de Mar del Plata entre lágrimas e insultos a las autoridades. La búsqueda continúa en un área delimitada donde se produjo la detonación. Anoche, desde la fuerza quisieron descartar las hipótesis que afirman que la unidad no estaba en condiciones de navegar.

Indignados

«¡Los mataron, mataron a mi hijo!», gritó el padre de unos de los submarinistas que, junto con su hijo, salió a toda velocidad en un auto de la base naval. «Se roban la plata los jefes, por eso. Son unos hijos de mil puta (sic), mataron a mi hermano porque los sacan con alambre a navegar, yo estuve en la Armada», dijo el hermano de uno de los navegantes que viajaba en el mismo auto.
En otro de los vehículos que salieron de la base viajaba una mujer que repitió las mismas consignas. «Nos mintieron, nos mintieron», dijo.
A su vez, una ambulancia se retiró de la base con la sirena encendida y otra unidad de emergencias llegó a la base minutos más tarde.
Por su parte, la esposa de Germán Suarez, sonarista del submarino ARA San Juan, afirmó hoy que los familiares de los tripulantes desaparecidos «están furiosos» por la confirmación de la explosión brindada oficialmente y responsabilizó del hecho a «los 15 años de abandono de la Armada».
María Itatí Leguizamón, esposa del marino, explicó que los familiares recibieron la información oficial en la base naval de Mar del Plata minutos antes de la conferencia que dio Balbi en Buenos Aires, y detalló que no dejaron terminar de leer el comunicado ya que «la gente se puso muy agresiva».
«Están furiosos. Empezaron a romper todo. No les dejaron de terminar de leer el comunicado», afirmó la esposa del tripulante.
Al interior del predio naval, según dijo la mujer a Télam y a otros medios, se vivieron «situaciones de dolor y de locura» que incluyeron desmayos y descompensaciones.
«No nos dijeron que están muertos, pero es una suposición lógica. Nos acaban de decir que la explosión fue el miércoles a las 11 de la mañana, que ahí fue la explosión y el incendio, todo lo que fue y que el submarino se hundió a 3.000 metros», indicó.
«No dieron ninguna explicación, según ellos lo saben ahora, pero yo no puedo creer que recién lo sepan», dijo.
A su vez, resaltó que «mandaron una mierda a navegar», pero que «la culpa lo tienen lo 15 años de abandono de la Armada».

Sospecha confirmada

Ayer el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el canciller Jorge Faurie recibieron el informe que elaboró el embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, con datos del organismo que monitorea ensayos nucleares en todo el mundo. Ese ente tiene acceso a un sistema que controla las explosiones ya sea sobre la superficie terrestre, en la atmósfera, bajo el agua o bajo tierra en todo el mundo.
Fueron ellos los que confirmaron una sospecha que desde ayer existía en el Ejecutivo y que se denominó para la opinión pública como «anomalía hidroacústica», la cual terminó correspondiendo con una explosión en el mismo lugar desde donde por última vez se pudo comunicar el submarino ARA San Juan hace ocho días, el 15 de noviembre. «El último contacto de la tripulación fue cerca de las 7:30 de la mañana y la explosión registrada fue tres horas después en el mismo lugar», según consta en la documentación que le hicieron llegar al Gobierno.

Fue el 15 de noviembre

Grossi, embajador argentino en Austria, es un investigador nuclear que fue director general adjunto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Como parte de su experiencia internacional visitó las instalaciones militares de Corea del Norte en varias oportunidades y formó parte de los primeros contactos del organismo con el régimen iraní para lograr la firma del Acuerdo Nuclear.
El CTBTO (su nombre en español es la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares) ofreció al ministro de Defensa y al Canciller argentino «amplia información y gráficos sobre la explosión, no muy grande, muy probablemente dentro del submarino». «Ocurrió tres horas después de la comunicación del 15 de noviembre», detalló una persona que participó de la amplia mesa donde se compartió el informe.
La señal se produjo a las 10:51 de la mañana del día miércoles 15 de noviembre. La localización de la misma fue Latitud -46.12 y Longitud -59.69, la cual se ubica muy cerca del último punto donde fue registrado el submarino.

El peor indicio

Más tarde el vocero de la Armada Enrique Balbi confirmaba esta información y aclaraba que no tenía indicio alguno sobre un eventual ataque al submarino ARA San Juan, con lo cual la principal hipótesis hasta el momento es que se trataría de una falla en la misma embarcación que generó la explosión. El término correcto es implosión porque fue hacia dentro del submarino, el cual podría después de ella permanecer sellado.
A la misma mesa se acercó esta mañana la visión de un ex submarinista nuclear estadounidense que preside el organismo que realizó el informe, quien consideró: «Es posible que aún estén en un compartimento estanco vivos. Mi recomendación es no dejar la búsqueda». En este mismo sentido se expresó un rato más tarde el vocero de la Armada. Sin embargo, los familiares perdieron la esperanza luego de que se les avisara cinco minutos antes que a los medios la confirmación de la explosión.
El organismo que monitorea los ensayos nucleares (CTBTO) lo hace a través de una red global de estaciones sísmicas, de detección de radionucleidos en la atmósfera, infrasonido e hidroacústicas. Desde allí también dieron nombres de otros especialistas internacionales que están dispuestos a colaborar con la Argentina en la búsqueda de la embarcación y en la detección de lo que realmente ocurrió con el submarino ARA San Juan.

«Barren el fondo» del mar en la zona de la explosión

Anoche, en la segunda conferencia de prensa de la jornada, el propio Balbi se negó a confirmar las versiones difundidas por los familiares en la que afirmaban que los 44 tripulantes que viajaban a bordo del submarino fallecieron. En ese contexto, el vocero de la fuerza señaló que «hasta tanto no tengamos una evidencia certera» sobre la localización del submarino y su estado «no podemos concluir en una afirmación tan contundente».
El vocero afirmó además que «ninguna unidad zarpa o decola si no está en condiciones operativas de navegar o volar», al descartar las versiones que indicaban que el desaparecido submarino no estaba apto para salir al mar. «La antigüedad no implica su obsolecencia», dijo Balbi, quien negó que el «San Juan» presentara deficiencias de mantenimiento.
Balbi refutó también que la Armada haya ocultado información y reiteró que la confirmación sobre «la anomalía hidroacústica se recibió este miércoles a la tarde». Resaltó, además, que «se cumplió en tiempo y forma el plan de búsqueda» que fijan los protocolos internacionales para casos como el del «ARA San Juan».

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