MALDITA TECNOLOGÍA

¿Era necesario escribir tanto en la red del pajarito?

Twitter comenzó como la red social que hacía esforzar al máximo el ingenio de sus usuarios para condensar todo un pensamiento en los escasos 140 caracteres que permitía por mensaje. Pero eso ha llegado a su fin. Ahora, sus tradicionales 140 caracteres se han marchitado para doblar el espacio de publicación. ¿Darán para mucho los 280 caracteres?
Una decisión controvertida, puesto que los usuarios podrán así expresar en más espacio sus pensamientos y opiniones. Cabe señalar que, como puede resultar obvio, no será necesario llegar al límite. El número de relleno se mide ahora no en guarismos sino con un contador circular ubicado en la parte posterior derecha.
Ofrecer más espacio a los usuarios contempla, precisamente, eso: más espacio. Gracias a esta decisión los tuiteros podrán asegurarse que su mensaje queda meridianamente claro. La queja habitual que algunos esgrimen a la hora de considerar que sus palabras se han malinterpretado pueden dejar de ser una excusa. Los 280 caracteres puede fomentar, además, mejores y más reflexivas opiniones. Y, por supuesto, abandonar las siempre terribles abreviaturas, que los ajenos al medio pueden desconocer.
Al desaparecer esa expresión “telegramática” se puede ganar en claridad, otra cosa es que los usuarios sepan expresar correctamente sus ideas. “Ese cuidado y esa preparación que tiene cada tuit no será igual, más espacio dará, lugar a otras genialidades y otras originalidades, por decirlo de alguna manera, no es un cambio necesariamente negativo”, manifestó Iván Rodríguez, director de operaciones de la firma de análisis Pirendo y creador del servicio Emojistwitter.
“Ventajas, justitas, tener más espacio no significa que se digan ni más cosas, ni mejores”, señala. En su opinión, está claro que tener más espacio “libera al usuario del agobio de los 140 caracteres. Sin embargo, echa por tierra la principal característica de Twitter, lo que marcaba la diferencia y lo que en parte hacía que fuese una red social llena de ingenio y originalidad, la propia limitación del espacio daba lugar a mensajes «más currados», más elaborados para decir mucho en poco espacio. Con mimo”. En caso que se popularicen esos mensajes de mayor tamaño se puede perder también el ritmo de seguimiento de la conversación.
Una de las inquietudes de Twitter en los últimos años ha sido atraer a un público más amplio. Los amantes de la plataforma, que son muchos y muy fieles, han mantenido el servicio activo desde sus comienzos en 2006. Pero la cosa cambió cuando salió a bolsa y tiene que jugar en las grandes ligas de la economía. La presión por mantener dirigida hacia el infinito la curva de crecimiento ha obligado a tomar duras decisiones y valorar nuevos servicios.
Según fuentes de Twitter, tras un mes en pruebas ha constadado que con la ampliación de caracteres es “más fácil tuitear a la vez que se mantiene la esencia de brevedad y rapidez propias de la plataforma”. Durante este periodo, solo el 5% de los tuits enviados tenía más de 140 caracteres, y solo el 2% tenía más de 190 caracteres. “Por tanto, la experiencia de lectura del timeline no cambia sustancialmente”, sostienen.
Uno de los retos, precisamente, es atrapar a ese tipo de usuario que no le encuentra sentido a esta red. Doblar el espacio puede atraerlos y, sumando nuevos adeptos, pueden generar más ingresos y monitorizar mejor. De tal forma que a más seguidores más clientes potenciales. Las campañas de publicidad y marketing pueden ganar en creatividad si se sabe aprovechar.

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