ANTE LA INMINENTE PÉRDIDA DEL SUBMARINO Y TODA LA TRIPULACIÓN, LA CASA ROSADA DEFINIÓ DESCABEZAR A TODA LA CÚPULA DE LA ARMADA. LA INVESTIGACIÓN JUDICIAL QUE COMIENZA Y LOS INTERROGANTES SOBRE LA MISIÓN “SECRETO DE ESTADO”

Un día negro

Ante la noticia internacional sobre la explosión que habría definido el destino de los 44 tripulantes y del submarino ARA San Juan en aguas del Atlántico Sur, las horas del almirante Marcelo Hipólito Srur al frente de la Armada estarían contadas. En el Gobierno dejan trascender el enojo no sólo por el desenlace del ARA San Juan sino por el manejo que hizo la fuerza del caso. El Ministerio de Defensa abrió unos 40 sumarios internos, y fuentes gubernamentales hablan de “negligencia” e información “ocultada” por la Armada en relación con hechos del submarino.
El Gobierno esperaría que la Armada confirme el destino del submarino y la suerte de los 44 tripulantes antes de tomar la decisión de relevar a Srur, otros almirantes de la conducción naval y seguramente, la línea jerárquica de responsabilidad directa sobre las operaciones del submarino.

Graves acusaciones

El ministro de Defensa, Oscar Aguad, ya reprochó a Srur haberse enterado “por los medios” de la pérdida del contacto con el ARA San Juan. Fue al principio de la crisis, cuando debió regresar de apuro de Vancouver donde participaba de un congreso sobre misiones de paz de la ONU. Ayer volvió a cruzarlo y le cortó el teléfono al almirante cuando éste le dijo desconocer el origen de algunas informaciones que se estaban dando a las familias en Mar del Plata.
En la cuenta que se carga a la Armada está haber reconocido recién el domingo, a cinco días del último contacto con el submarino, que el comandante había informado de averías en las baterías y un “cortocircuito” a bordo. Es decir, la fuerza tenía esa información desde el minuto cero pero esperó días para darla -y cuando lo hizo, la minimizó o buscó desligarla del episodio-.

Crisis en la cadena de mando

Según fuentes gubernamentales, el Ministerio y el Presidente se enteraron apenas unas horas antes, en la noche del sábado. “Se rompió la cadena de mando con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que es el Presidente”, aseguraron.
Srur comanda la Armada desde enero de 2016, tras ser nombrado por Macri al asumir y como parte de la renovación de la máxima conducción de las Fuerzas Armadas.
En esta crisis Aguad se mantuvo en segundo plano y casi sin apariciones públicas; en estos días despachó a Puerto Belgrano a la secretaria de Logística, Graciela Villata, y al Edificio Libertad al de Asuntos Militares, Horacio Chighizola, dicen que con tensiones con los marinos.

Contradicciones y algo más

La responsabilidad de la comunicación -con aval de la Rosada- quedó para la Armada, con el capitán Enrique Balbi como vocero.
Justamente a través de Balbi, la Armada salió este miércoles al cruce de las múltiples críticas que se dispararon tras revelarse la posibilidad de que el submarino hubiese explotado, y la crisis que generó en los familiares de los tripulantes.
“El esfuerzo para encontrar a los 44 tripulantes es una tarea en equipo, sin pausa y con la más alta colaboración entre el Ministerio de Defensa y la Armada. Donde las comunicaciones oficiales a las autoridades correspondientes se brindaron en tiempo y forma”, aseguró Balbi, que fuera de su hábito de estos días, leyó un texto que llevaba por escrito.
Allí negó también que la fuerza haya tenido información previa de las “anomalías hidroacústicas” -como trascendió- y aseguró que la búsqueda “se cumplió en tiempo y forma”, siguiendo protocolos que indican que se inicia a las 36 horas de la pérdida de contacto y 24 horas después, se declaró el plan de búsqueda y rescate. Fuentes oficiales anticiparon que sin embargo, la decisión política estaría tomada, y los relevos llegarán cuando la Armada termine de “asumir sus responsabilidades técnicas” en el episodio.

Carpetazo en el aire

Luego de que la Armada confirmara que hubo una explosión en el navío, ahora es la Justicia quien le pide a esa fuerza datos sobre las condiciones de navegación del submarino. La Fiscalía Federal de Caleta Olivia exigió detalles para incorporar a la causa que se investiga como «averiguación de ilícito». Así lo confirmó el fiscal federal Lucas Colla, quien además expresó que «el devenir de la investigación va a determinar cuál va ser el horizonte de la causa».
Colla comentó en declaraciones televisivas que no están » «investigando a la Armada, sino tratando de determinar qué paso».
«¿Por qué una embarcación que debía circular y comunicarse periódicamente no lo hizo más?», se preguntó el fiscal, que confirmó que «la última comunicación de la embarcación fue frente a las costas de Caleta Olivia».
El fiscal explicó que «hay que dilucidar qué pasó y por qué pasó» y también indicó que por ahora «se está procurando a través de oficios información sobre las condiciones de navegabilidad» del submarino con el que no se tuvo más contacto desde el miércoles 15 de noviembre a las 7:30.
Además, Colla confirmó que si bien aún no cuentan con la información oficial incorporada a la causa, «a partir de ahora vamos tratar de dilucidar por qué falló la comunicación, cuál es la situación actual y eventualmente dilucidar responsabilidades».

¿Cuál es el “secreto de Estado”?

Hay además enormes interrogantes sobre la misión que se le asignó al submarino para dirigirse a la zona que aseguran se considera “secreto de Estado”. Sobre la cual entendidos en la materia cuestionan en principio que si es verdad que al ARA San Juan se le determinó una tarea específica, el submarino no asistiera con la custodia pertinente que suele asignársele a través de una corbeta u otra nave de superficie. Todo eso en el marco de versiones extraoficiales que hablan de una supuesta misión del submarino ante una posible presencia extraña, presumiblemente otra nave, en las profundidades a donde se dirigió. «Hay información muy sensible que obedece al secreto de Estado». «Estamos hablando de una embarcación de guerra y no me aventuraría a hacer otras consideraciones», enfatizó la magistrada que entiende en el caso.
Ayer, la angustia de familiares y una sociedad impotente ante eventos de esta envergadura, copó todos los debates de coyuntura. A partir de ahora comenzará la etapa de dilucidar que pasó detrás de este desgraciado suceso.

Fuentes: NA, C, LPO, PA.

ÚLTIMAS NOTICIAS