ADVIRTIERON QUE SE QUIERE “DESFINANCIAR” A LA INSTITUCIÓN

Científicos del Cenpat manifestaron apoyo a los 250 despedidos del INTI

Desde el viernes pasado, empleados nucleados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) resolvieron declararse en el estado de “asamblea permanente” y permanecer en el edificio del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), ubicado en la avenida General Paz al 5.400 de Buenos Aires, luego de que fuera comunicado el despido de unos 250 trabajadores.
El gremio permaneció desde entonces en el ingreso al edificio, “para que puedan ingresar todos los trabajadores despedidos”, según lo expresó a través de un comunicado oficial, en el marco de un fuerte operativo de seguridad desplegado en dicha zona.
En este contexto, desde el CCT Conicet-Cenpat no solamente ratificaron el apoyo a los empleados cesanteados, sino que, también, reiteraron los reclamos de los investigadores y becarios que no pudieron ingresar al Conicet durante este año y el anterior.
Los investigadores del Conicet Juan Emilio Sala y Juan Pablo Livore, advirtieron que “se quiere desfinanciar al INTI y vaciarlo”, además de confirmar que se encuentran en contacto con delegados de ATE en Trelew, de cara a intentar acceder a las identidades de los trabajadores cesanteados y “planificar futuras acciones”.
Por su parte, la ex becaria del Conicet, Gabriela Villares, apuntó que persiste la problemática de un importante número de científicos que, como ocurrió en su caso, ingresaron a la carrera de investigador pero fueron dejados afuera “por motivos presupuestarios”.
La situación de Villares, si bien es particular, se asemeja a tantas otras: ingresó en dos ocasiones, dos años consecutivos, pero las dos veces quedó afuera, algo que sucedió con casi 500 investigadores en el ámbito nacional.

Familias en la calle

El investigador del Conicet, Juan Emilio Sala, manifestó que “desde el colectivo de trabajadores autoconvocados del Cenpat estamos muy preocupados por lo que está pasando con los trabajadores del INTI; nos enteramos que, el día viernes, se cursaron 250 telegramas de despido y, del total de los mismos, 212 son de la sede central que está sobre la avenida General Paz, mientras que hay 38 despidos de los que no se sabe a quién están destinados, ya que no se conocen los nombres, y estamos muy preocupados, ya que no sólo se están perdiendo 250 puestos y la misma cantidad de familias que se quedan sin trabajo, sino que es una medida más que atenta contra todo el sistema científico-tecnológico nacional”.
En esta línea, precisó que “el INTI es una institución de sesenta años de trayectoria, brindando servicios de calidad y de interacción y cooperación permanente con el Conicet; en particular, con el Cenpat, hay un montón de proyectos vigentes que se ven atentados por esta decisión de estrangulamiento del sistema científico-tecnológico nacional con estos despidos”.

“No sobra gente”

A su vez, anticipó que “estamos tratando de coordinar acciones concretas con los trabajadores del INTI que están en Trelew, estamos en contacto permanente, tenemos diálogo con un delegado de ATE del INTI de dicha localidad, y esperamos que se concrete la nómina de las personas que fueron afectadas, para determinar qué se va a hacer” y remarcó que “al igual que en Buenos Aires, ellos están tomando todas las distintas sedes del INTI, hasta tanto no se sepa quiénes son los despedidos, para luego tomar medidas concretas, y bajo el lema de que ‘en el INTI, no sobra nadie’”.
Sala manifestó que “al sistema científico-tecnológico no le sobra gente” y planteó que “el mismo cumple funciones muy específicas, además de generar conocimiento de base que permitan, el día de mañana, resolver problemas que hoy tal vez ni siquiera se plantean como tales; también, hay una parte muy aplicada que es a la que se dedica el INTI; entendemos que esas dos caras del sistema están siendo agredidas, porque las dos tienen, en algún punto, un modelo de país detrás”.

Un sistema “ornamental y costoso” para Nación

Sobre este punto, resaltó que “se trata de un modelo donde la ciencia termina cumpliendo funciones de transferencia, no sólo al sector productivo, a través de las industrias, sino también al sector social”.
El investigador mencionó que “estas dos capas, el sector social y el industrial, están siendo profundamente agredidas por el Gobierno; entonces, el sistema científico-tecnológico se termina transformando en un ornamento costoso y, como tal, demasiado costoso para mantenerlo, por lo cual, en un modelo de país donde la industria y la inversión en desarrollo social se ve vilipendiada, claramente, no tiene sentido para el Gobierno mantener un sistema como el que tenemos”.

La continuidad de proyectos, amenazada

Consultado sobre el impacto que las desvinculaciones en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial tendrían sobre el Cenpat, Sala advirtió que “en lo concreto, y puedo hablar de un caso personal, nosotros estamos desarrollando, gracias al INTI, unos dispositivos que, hasta el día de hoy, son importados, que son con los que ‘trackeamos’ (por la expresión utilizada para realizar seguimientos) a los animales en el mar; se pueden seguir cóndores, pumas, y son dispositivos importados y carísimos”.
Sobre esto último, valoró que “gracias al INTI y a todo el conocimiento previo que tienen, estamos pudiendo trabajar para desarrollar esta tecnología en el país; esto estaba avanzando, y con esta situación, realmente tenemos miedo de que no se pueda seguir con ello”.

“Se quiere vaciar y desfinanciar al INTI”

Además, el científico sumó que “ya había fondos y gente trabajando en eso, pero no sabemos qué va a pasar; además de este caso puntual, también, por ejemplo, se ha dejado de certificar los expendedores de nafta, todos ellos certificados por el INTI en todo el país, para que no mientan con lo que se está cargando de nafta; eso se dejó de hacer y, al dejar de hacerlo, el INTI deja de recibir fondos, con lo cual, los despidos van enmarcados en un proceso mucho más profundo, que es el vaciamiento de la institución”.
El investigador del Conicet advirtió que “hay intención de vaciar el INTI, desfinanciándolo”, al tiempo que explicó que “los juguetes que usan nuestros hijos están certificados por el INTI para que no contengan componentes tóxicos; los medicamentos, también, y hay un montón de cuestiones que tienen que ver con un desarrollo de 60 años de trabajo, que están viéndose afectados con esto”.
En este contexto, se preguntó “qué va a pasar con todos esos trabajos y esa cadena de factores que afectan directamente a la población argentina”.

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