Detectives de la Delegación Rawson de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvieron al empleado del Correo Argentino que no había entregado 19.302 cartas en Puerto Madryn. El hombre había sido condenado en 2015 a un año de prisión en suspenso pero se encontraba prófugo desde julio de 2017.
Manuel Marcelino Gutiérrez fue encontrado y detenido por personal de la Policía Federal el pasado lunes.
El hombre había sido condenado en 2015 a un año de prisión, a cumplir en la Unidad 6 de Rawson, un penal de máxima seguridad. La condena fue por violación de correspondencia ya que no había entregado más 19 mil cartas.
El hecho había sido descubierto en 2009, cuando personal policial allanó su domicilio en Puerto Madryn, donde trabajaba, y descubrieran las 19.302 cartas, parte de la cual estaba abierta y otras tenían hasta dos años de antigüedad.
La noticia cobró notoriedad en el ámbito nacional, debido a la naturaleza del “delito” que se le endilgaba al entonces cartero, y las causas, al momento no establecidas, que podrían haber motivado al empleado a quedarse con casi 20 mil cartas que no le pertenecían.

Tenía 26 bolsas llenas de cartas

El operativo se desarrolló a partir de una denuncia, realizada por su suegra, por violencia familiar.
La Policía encontró allí 26 bolsas de consorcio repletas de la correspondencia. El material estaba repartido por varios ambientes, incluso dentro de un lavarropas en desuso.
El sujeto fue detenido y sometido a juicio. De esta forma en 2015 fue condenado a un año de prisión en suspenso por el delito de “violar y ocultar correspondencia privada”.
Sin embargo, en julio del año pasado, el ex cartero fue citado por el Tribunal para labrar un acta compromiso de sus condiciones de la sentencia.

Fue trasladado a la U-6

“Sin embargo, esa diligencia no pudo practicarse por la incomparecencia del nombrado”, dijo Enrique Guanziroli, el juez de ejecución. A Gutiérrez lo buscaron por todos lados, pero nunca apareció. Hasta que fue declarado “en rebeldía”.
“El condenado pese a los reiterados y sucesivos intentos de este Juzgado de Ejecución no ha cumplido con la presentación requerida, ni tampoco informado un cambio de domicilio, ni pagado las costas, ni asumido ninguna otra de las obligaciones impuestas en la sentencia”, dijo en el magistrado en su momento.
Por esta razón se decidió hacer efectiva la prisión en la U-6 de Rawson, o en la cárcel del Servicio Penitenciario Federal más cercana al lugar donde lo detengan.
Finalmente, este lunes el hombre fue detenido por Detectives de la Delegación Rawson de PFA.

Cayó por culpa de la suegra

La denuncia que destapó el delito nada tenía que ver con la correspondencia. Su suegra lo había acusado de ejercer violencia familiar.
Durante el allanamiento nada pudo confirmar esos presuntos ataques. Pero los llamativos bolsones: 26 bolsas de consorcio repletas de correspondencia. Estaban repartidos en los distintos ambientes del domicilio, incluso dentro de un lavarropas en desuso.
Gutiérrez pagará su condena en la cárcel de máxima seguridad de Rawson. Una prisión con historia. Porque más allá de los sucesos de 1972 cuando de la U6 escaparon los presos políticos que después fueron fusilados por la Marina en lo que se conoció como “La Masacre de Trelew”, este penal de máxima seguridad ubicado en la capital de Chubut supo albergar en sus pabellones al ladrón de bancos y blindados Hugo “Garza” Sosa, lugarteniente del “Gordo” Valor, jefe de la superbanda.
También estuvieron un tiempo algunos de los “12 Apóstoles”, protagonistas de la trágica toma del penal de Sierra Chica. Ahí permanecerá Gutiérrez por no repartir sus cartas.