DENUNCIÓ QUE “DÍAS DESPUÉS ‘TOQUETEARON’ EL DISPOSITIVO” ANTES DE LA PERICIA OFICIAL

El hombre herido con su hija puso en duda el mantenimiento del ascensor

Leonardo Llovet, de 46 años, viajaba con su hija de 16 el pasado miércoles en el ascensor del edificio donde reside, ubicado en la calle Bartolomé Mitre 143, lugar allí donde un accidente no culminó con un saldo trágico de casualidad.
Según las versiones oficiales, tanto por parte de la empresa responsable del dispositivo, Vizcay, como así también de Bomberos, el elevador no cayó al vacío, sino que el sistema de frenos de emergencia se activó de un momento a otro, mientras circulaba a velocidad regular, provocando un “sacudón” que le generó heridas de distinto tipo tanto al padre como a su hija; el primero debió permanecer internado en observación durante casi dos días, padeciendo hasta el momento las secuelas de los golpes recibidos; no menor es el estado de salud de su hija, quien sufrió una rectificación de la columna por el propio accidente.
En diálogo con el Diario, en momentos en que un cuerpo de inspectores municipales a cargo de Jorge Caso se disponía a realizar la pericia sobre el ascensor, que ya acusaba problemas de otro tipo desde hace años, el damnificado aclaró que “no quiero nada, solamente que se sepa lo que verdaderamente sucedió” y criticó que “desde Obras Públicas se dijo que al día siguiente el ascensor estaba funcionando perfectamente, cuando hasta el momento sigue sin andar”.

Frenó en el quinto y cayó

En este sentido, Llovet contó que “en primera instancia, estamos bien, gracias a Dios nos han atendido bien y los médicos y Bomberos actuaron rápido; tenemos algunos golpes y lesiones para ver a futuro, pero estamos bien” y relató que “fue un día normal, fuimos a hacer unas compras, nos repartimos, porque somos cuatro, siendo dos y dos en cada ascensor; yo subí con la más grande, llegamos al quinto piso, teniendo en cuenta que los dos ascensores van a distintas velocidades; primero llegaron mi señora y mi otra hija en el otro, y cuando ‘C.’ fue abrir la puerta, se sintió como que se aflojaba el ascensor, me dijo ‘se cae’ y se cayó”.
En esta línea, precisó que “empezó a descender lentamente, y después lo hizo de manera brusca; la agarré en brazos para que no sintiera el golpe”.

Quedó entre el primer piso y el entrepiso

Cuando ocurrió la caída, “estábamos en el quinto piso, donde vivimos; descendió hasta el entrepiso, no llegó a planta baja, porque en el trayecto en el que fuimos cayendo se sintieron dos ruidos importantes, pero no disminuyó la velocidad y, de repente, se escuchó como una ‘explosión’ y el ascensor frenó de golpe”.
Consultado sobre dicho estruendo, el hombre detalló que “oímos como que algo se activó de golpe y se frenó a cero, tras venir a cierta velocidad; ahí fue cuando se me escapó de las manos la nena, pero por suerte no fue tan brusco el golpe para ella; ahí quedamos, con el ascensor atrapado en el entrepiso y el primero, que vendría a ser como una sala de máquinas, con un paredón, donde no hay puerta ni nada”.

Descenso repentino y un fuerte golpe

En cuanto a las lesiones que sufrió, Llovet comentó que “fue bastante brusco el golpe, un sacudón importante, me dolía mucho la cintura; después, ella se pudo parar y ya me quedé más tranquilo, pero fue un golpe fuerte” y añadió que “mi hija sufre de asma, y no escuchábamos a nadie; salieron los vecinos, ella empezó a escuchar las voces, llamaba a la madre, obviamente; mi hija más chica, cuando abrió en el quinto, se dio cuenta de que el ascensor se había ido para abajo, y ahí le agarró un ataque de nervios y de asma, por lo que ahí tuve que tratar de reponerme para calmarla a ella; fue muy feo”.
La versión oficial, tanto por parte de Bomberos como así también, de la propia empresa, afirma que el elevador no cayó al vacío, sino que se activó el sistema de frenos de emergencia mientras se encontraba viajando a velocidad regular; sin embargo, el damnificado manifestó que “fue un segundo de caída, tengo un conocimiento determinado, porque trabajo en mantenimiento y conozco el funcionamiento del ascensor; por eso actué de la forma que actué con mi hija” y sumó a ello que “escuché una explosión, como si se activara el freno, pero el mismo no activó; bajó rápido, vi pasar tres puertas en una fracción de segundo, hasta que frenó”.

Sospechan de una polea rota

Aparentemente, según fuentes extraoficiales, el problema del ascensor habría sido una de las poleas y no un cable: “Quiero aclarar esto, porque dijeron que subía el ascensor y que se quedó frenado, que no fue un golpe brusco, que esto y aquello; todos tratando de defender su pensamiento, pero yo estuve adentro con ella y sabemos lo que pasó. Me dijeron que, presuntamente, se pudo haber roto una polea; el cable no se cortó, de eso estoy seguro de ello porque vi que estaba colocado. Además, con los aparejos, cuando ellos (por los Bomberos) levantaron (el ascensor), ataron el cable. Aparentemente, pudo haber sido una polea, según lo que escuché hasta ahora. Obviamente, no puedo subir la escalera para ver qué sucedió, pero vamos a ver qué dice el perito de la Municipalidad, para que se aclare y que no vuelva a pasar en otro lado”, relató.

La última revisión fue el 5 de enero

En otro orden, Llovet remarcó que “las pericias se hicieron recién el lunes, lo cual es entendible porque fue fin de semana, estamos en feria, no hay gente de guardia, y estamos todos en ascuas, no sabemos qué pasó concretamente ni nada, hasta que no veamos a quien está actuando en este momento y que es confiable” y, preguntado respecto de si tenía conocimiento sobre cuándo fue realizado el último mantenimiento del ascensor, indicó que “según el papel de Vizcay, el 5 de enero; siempre nos fijamos, ellos firman y hacen el mantenimiento; se escucha cuando vienen a hacer el mantenimiento, no digo que no lo hagan; venir, vienen, pero uno no está viendo qué hacen, uno puede engrasar, revisar o hacer lo que sea mientras venga, y en el papel decía 5 de enero”.

Lesiones en huesos y órganos

Llovet permaneció dos días internado en una clínica privada. Con respecto a las lesiones que sufrió, contó que “me hicieron todos los análisis, revisiones, tomografías y contraste; el primer día, oriné sangre, por el propio sacudón; el urólogo me explicó que, por el golpe, se produjeron coágulos de sangre en los riñones” y agregó que “también, tuve lesiones en la columna, con presiones en las vértebras por el golpe mismo, por haber aguantado el peso de la nena; también, en las rodillas, y golpes musculares”.
En el caso de su hija, “el traumatólogo debe verla, ya que desde ese día está medicada por dolores muy fuertes de cabeza; teniendo radiografías anteriores, ya que ella se venía haciendo chequeos por un problema en la columna, ahora se complicó mucho más, está comprobado en las radiografías; el domingo debió ir de urgencia a la Guardia y la medicaron; aparentemente, se rectificó la cervical”.
El padre de la damnificada destacó que “la atendieron bien, se preocuparon el día del accidente y después, y le dieron el alta el mismo día, unas horas más tarde”.

“Todos los meses tiene problemas”

El padre de familia advirtió que “esperamos que se pueda aclarar, ya que todo lo que se fue diciendo está en el aire, ya que hay versiones de uno y otro lado, lo cual es entendible, pero en la familia no nos gusta mentir, sino que se aclaren las cosas como corresponde, cómo fueron y que se constate que el ascensor cayó”, recalcando que “hay chicos muy chiquitos en el edificio, hay familias que han venido a vernos, y lo cierto es que como padre uno se preocupa y actúa de manera muy estricta”.
También, se refirió a otros episodios que ya ponían en duda el estado del ascensor: “Ese ascensor, desde que estamos acá, hace dos años y medio, todos los meses tiene problemas, todos los meses se traba; hay gente que ya se ha quedado ahí, que la han venido a ‘rescatar’, pero porque se quedaban trabados, nunca porque se hubiera caído. Siempre funcionó mal ese ascensor en particular. El otro no porque es mucho más grande. Tiene fallas, claro, por ejemplo, que va hasta el primer piso y pega contra la pared, y algunos detalles. Es un edificio de 40 años y hay que ver qué se puede modificar y arreglar, pero ese ascensor (por el del accidente) siempre tuvo problemas, y llegando al quinto piso, frenaba tres o cuatro veces hasta que llegaba el momento de poder activarse las puertas para abrirse. Irónicamente, siempre decíamos que en algún momento se iba a venir abajo, y eso fue lo que pasó”.

Falta de acompañamiento

“Estuvimos internados y no se acercó nadie, ni de la Municipalidad, ni de Vizcay, ni nadie, solamente la familia, los amigos y los doctores que, sorprendidos, nos decían que, si realmente había sido así (el accidente), fue algo impresionante”, contó Llovet, agregando que “el lunes nos encontramos con que la Municipalidad vino a hacer la revisión, vino Vizcay; pero no vino una persona idónea para hacer todo esto, ya que debe concurrir otra empresa a hacer el peritaje, de otro lado que no sea del mismo distrito, por competencia, obviamente, para ver cómo están los ascensores y poder hacer un informe como corresponde”.
El ascensor “fue reparado el sábado pasado, vinieron a repararlo, estuvieron tocándolo, sacaron cosas, pero yo quiero saber por qué, ya que si hay un accidente, a mí me secuestran el auto y le ponen fajas de seguridad, no puedo ir a abrir las puertas del mismo; entonces, si hay un accidente, hasta que no se vean las partes como corresponde, me pregunto por qué vinieron el sábado a echarle mano” y planteó que “si bien hay dos ascensores, uno puede hacerse pasar como que está arreglando uno, y la sala de máquinas es la misma, por lo que se puede reparar el de al lado; estoy seguro de que pasó eso, porque soy mecánico, estudié, sé que estuvieron ahí y que lo tocaron, porque sacaron los aparejos y todo, y eso no se tiene que tocar”.

“Vinieron de civil el sábado a arreglarlo”

Dicho episodio “fue el sábado, vinieron de civil, sin la remera de la empresa, y me da bronca cuando tapan”, recordó, añadiendo que “yo no quiero nada, simplemente que se sepa qué pasó; porque, si iban mis dos hijas solas en el ascensor, no sé qué hubiera hecho, menos aún si a la mayor le agarraba un ataque de asma estando con la más chica, de diez años”.
A su vez, el vecino advirtió que “otra de las cosas que surgió fue una entrevista en la que estaba hablando el Secretario de Obras Públicas, que dijo que ‘fue una caída leve’ del primero al entrepiso, y que al otro día el ascensor ya estaba andando, que lo habían ido a revisar y estaba funcionando ‘en perfectas condiciones’” y remarcó que “el ascensor, al día lunes, no estaba andando, por lo que quería aclararle eso; son dos cuadras, puede caminarlas o tomarse un taxi y venir a verlo”.

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