Matías Santana, el mapuche que aseguró haber visto como la Gendarmería se llevó a Santiago Maldonado en un unimog, tenía, para la Justicia, «paradero desconocido». El joven de 19 años fue citado a indagatoria a mediados de diciembre en una causa por el corte de la ruta 40, pero la Policía Federal nunca pudo ubicarlo para notificarlo y levantó una alerta.
En las últimas horas, Santana decidió acercarse al defensor oficial de Esquel, Fernando Machado, para resolver su situación ante la Justicia. El defensor se presentó al juzgado de Guido Otranto, que instruye la causa contra el joven mapuche, para conocer los alcances de la causa y quedar a disposición del tribunal.
Se trata del joven declaró haber visto con binoculares cómo un Maldonado era golpeado, subido a un Unimog y luego a una camioneta de la Gendarmería. Luego se conoció que el joven tatuador se había ahogado al escapar de los uniformados.
Santana está imputado por el corte de la ruta 40 ocurrido el 1° de agosto, el día que desapareció Maldonado. Otranto también lo investiga por las heridas a los gendarmes Emanuel Echazú y Víctor Yañez, quienes sufrieron severos traumatismos en el rostro durante el procedimiento en el Pu Lof de Resistencia en Cushamen.
El joven debía prestar indagatoria en diciembre, pero los agentes intentaron notificarlo sin éxito en dos oportunidades, primero en su domicilio del padrón electoral y luego en el del Pu Lof. Según fuentes allegadas a Santana, el mapuche siempre estuvo en el territorio ocupado en Cuchamen.
Santana finalmente se presentó ante Otranto, que puso de manifiesto que no será declarado en rebeldía. El juez volvió a citar una audiencia para tomarle indagatoria para el 9 de febrero por la mañana.