Los fabricantes de coches alemanes, acusados de experimentos con humanos y monos

Volkswagen, BMW y Daimler, las tres marcas de automóviles más emblemáticas de Alemania, encargaron y financiaron experimentos en los que se hizo inhalar gases emitidos por motores diésel a monos y a seres humanos para determinar los efectos que estos tienen sobre el sistema respiratorio y sobre la circulación sanguínea, según revelaron varios diarios. El Gobierno alemán ha señalado que los experimentos no tienen ninguna justificación ética ni científica, y ha llamado a los fabricantes a reducir las emisiones en lugar de intentar probar que no son dañinas.
Los experimentos con monos, que se llevaron a cabo en 2014 en el laboratorio Lovelace Biomedical de Alburquerque, fueron denunciados la semana pasada por el periódico estadounidense The New York Times. A esto se ha sumado que este lunes dos medios alemanes, el Stuttgarter Zeitung y el Süddeutsche Zeitung, han revelado que la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el transporte (EUGT), una entidad fundada en 2007 por las tres empresas y Bosch, hicieron inhalar dióxido de nitrógeno (NO2) a un grupo de 25 personas en una dependencia de la clínica universitaria de Aquisgrán.
La meta de los experimentos con ambos seres vivos era demostrar que las emisiones de gases de sus autos equipados con motores diésel no eran dañinas. Thomas Kraus, el director del Instituto de la clínica universitaria de Aquisgrán, ha confirmado la existencia del estudio y ha explicado al diario Stuttgarter Zeitung, que la investigación no estaba relacionada con la manipulación de gases tóxicos que arruinó la imagen de Volkswagen en Estados Unidos. Preguntado por el escándalo, el grupo Daimler admitió en un comunicado el pasado domingo, que condenaba con energía, el experimento llevado a cabo por EUGT.

ÚLTIMAS NOTICIAS