Durante el curso del 2017, la delegación de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) en Puerto Madryn, llevó a cabo un total de 38 controles de permanencia; se trata de procedimientos destinados a controlar la legalidad de la permanencia de extranjeros en el territorio argentino, requiriendo documentación relativa a la situación migratoria.
Del total de controles, la mayoría fue “de oficio”, a excepción de tres de ellos que estuvieron relacionados con investigaciones por el posible delito de trata de personas, lo cual implicó que personal de Migraciones estuviera presente en tres domicilios privados que fueron allanados el año pasado.
Desde la Delegación local anticiparon que la efectividad de los controles de permanencia durante 2017, se debió a que, el año anterior, los inspectores realizaron un recorrido por los distintos afectados a ese tipo de procedimientos, proveyendo a los responsables la información necesaria para que puedan tener sus documentos en regla y ajustados a la Ley 25.871, que rige la normativa de la DNM a nivel nacional.
Los procesos migratorios han sido uno de los principales factores de formación de las identidades colectivas, a través de su influencia directa en el impacto cultural y la configuración del mercado de trabajo de muchos países, regiones y ciudades; la permanencia de extranjeros en suelo argentino, a su vez, forma parte integral de la historia del país desde sus orígenes, a la vez que, actualmente, una importante cantidad de personas que residen en otros países, eligen a la Argentina como destino para concretar sus proyectos, teniendo en cuenta que una de las principales razones que lleva a personas a emigrar a otros países es la económica, sin mencionar aquellas regiones atravesadas por conflictos bélicos, entre otras cuestiones.

Qué es un control de permanencia

A través de dicho procedimiento, señalado en la Ley Nacional de Migraciones, el organismo puede “requerir a los extranjeros que acrediten su situación migratoria cuando existan circunstancias objetivas que permitan fundadamente sospechar que aquella resulte irregular”; “cuando el requerido alegare ser residente regular y estar habilitado para trabajar y alojarse, pero no pudiere acreditarlo en el acto, y ello tampoco pudiera ser verificado en ese momento por la autoridad migratoria, el interesado podrá solicitar que se le conceda un plazo razonable a efectos de probar aquellas circunstancias”.
También, la DNM se encarga, dentro de dicha normativa, de “organizar y conducir los operativos de inspección y fiscalización orientados a verificar el cumplimiento de las obligaciones de los dadores de empleo y alojamiento con respecto a la población extranjera residente en el país”, entre otras acciones.

Cuál es el “ranking” de lugares controlados

Durante el curso del 2017, los procedimientos se realizaron en un total de cuatro obras en construcción, una de las cuales fue la ubicada en Luis Beltrán y Dorrego, donde personal de la Secretaría de Trabajo local y de Migraciones detectaron al menos a cinco trabajadores en condiciones de hacinamiento, oriundos de distintos países y los cuales no tenían permiso para trabajar, dado que poseían visa de turista.
El hecho implicó que los responsables de la obra, empresarios chinos, debieran abonar una multa de aproximadamente un millón y medio de pesos, devenida de las distintas infracciones y sus cargas punitivas.
Por otra parte, la DNM realizó controles de permanencia en dos “mercados y ferias”, en dos supermercados de Puerto Madryn y en un hotel de la ciudad.
También, fueron ejecutados dos controles en la vía pública, cinco en domicilios particulares (tres de los cuales fueron a requerimiento de la Justicia) y uno en un departamento privado.
La mayor cantidad de controles de permanencia, sin embargo, se realizó en almacenes: 21 de ellos fueron auditados por inspectores durante el año pasado.

Detectaron turistas “empleados”

Al respecto, la delegada de la Dirección Nacional de Migraciones en Puerto Madryn, Lourdes Schlemminger, precisó que “el año pasado, la cantidad de controles de permanencia que hubo se ubicó cerca de los cuarenta, de los cuales la gran mayoría fueron de oficio” y agregó que “solamente existieron tres controles de permanencia a requerimiento judicial, que son los que se llevaron a cabo en lugares privados, en el marco de investigaciones judiciales por posible comisión de delitos federales”.
A su vez, indicó que “el resto de los controles de permanencia se realizaron de manera oficiosa por parte de la Delegación; entre ellos, podemos citar el caso de la obra en construcción, en el cual encontramos turistas trabajando, cuando no están habilitados para ello” y que “también, podemos mencionar todas las inspecciones que se le hicieron a las pesqueras, en las cuales no encontramos ningún tipo de irregularidades respecto de ciudadanos extranjeros que no estén habilitados para trabajar y estén realizando tareas remunerativas”.

Sin irregularidades en pesqueras

Sobre esta línea, resaltó que “pudimos hacer un rastrillaje por todo lo que es el sector hotelero, por un lado, brindando la información necesaria a los administradores y gerentes de los hoteles, para que sepan cuál es la obligación que ellos tienen, respecto del requerimiento de la documentación y, a su vez, ordenar todo ello y que los resultados sean óptimos”.
Schlemminger añadió que “todo el sector hotelero responde de una manera óptima, cumpliendo con todos los requisitos; todos los turistas que estuvieron alojados en hoteles de Puerto Madryn tenían sus papeles y sus permisos migratorios como corresponde”.
Consultada sobre si existe acompañamiento, o bien resistencia, por parte de las distintas entidades en las que los inspectores realizan los controles, ya sean las mismas empresas pesqueras, hoteles o comercios, la delegada de la DNM en la ciudad del Golfo explicó que “en un primer momento, entre 2015 y 2016, al comienzo de la gestión, tal vez uno se encontraba con gente que, como no conocía o sabía lo que era el procedimiento, en qué consistía, ante el desconocimiento, sentían cierta invasión” y puntualizó que “antes no existían, directamente; no es que no se hacían de manera regular o periódica, directamente no se realizaban; es más, no tenían siquiera inspectores de permanencia”.

Cambio de timón

Entonces, “a raíz de todo este cambio de políticas y de las decisiones que fue tomando el Director Nacional de Migraciones, Horacio García, se creó un cuerpo de inspectores en cada delegación del país, en la misma sede central, se capacitó a los mismos y se los mandó a la calle para que hicieran los controles de permanencia”, expuso.
Además, valoró que “dentro de este marco de nuevas políticas, lo que resultó fue que, en un primer momento, como era algo nuevo, la gente lo sentía como una invasión o un atropello, desconociendo cuál es el alcance del procedimiento; por eso, lo que hacían nuestros inspectores cuando arrancaron la tarea de los controles de permanencia, fue visitar hotel por hotel, un trabajo que se hizo durante el 2016, explicando qué eran los controles, presentándose, quiénes eran y cuál era la tarea que iban a realizar”.
También, “indicaron cuáles eran las obligaciones que tenían que cumplir como agente hotelero, y cuáles eran los documentos que sí o sí necesitaban solicitarle al pasajero; nos encontramos con algunos casos en los que lo hacían por una cuestión de orden, comodidad, y en otros en los que no lo hacían, desconociendo que debían hacerlo”, mencionó.