ENTRE LA SOCIEDAD QUE TRANSITA ENTRE EL CARGADOR “MEDIO LLENO” Y “MEDIO VACÍO”

¿Quién carga las armas en Puerto Madryn?

Por Lazarillo de Tormes

La utilización de armas de fuego en hechos delictivos es una constante que abarca una importante porción del “mapa del delito” de Puerto Madryn; si bien el mismo no ha sido confeccionado de manera oficial, la opinión pública y la perspectiva vecinal respecto de los episodios que transcurren son, acaso, una postal de aquellas cuestiones que, desde la comunidad, no se ha logrado resolver con el paso del tiempo.
La semana pasada, precisamente los últimos días de la misma, dos hechos sacudieron la tranquilidad de la ciudad del Golfo, para convertirse en auténticos escenarios donde pugna el debate por la creciente inseguridad y el acceso a las armas de fuego, principalmente por parte de los jóvenes.
Por un lado, un individuo de 27 años recibió un disparo en la nuca y permanece en gravísimo estado, víctima de una herida que podría traer consecuencias irreversibles en su estado de salud; aparentemente, una discusión de la que fue protagonista, culminó con el intento de homicidio que tuvo lugar en la zona de El Golfito, a metros del Ecocentro.
En otro orden, trascendió la lamentable noticia de un niño de 12 años que perdió la vida de manera accidental, cuando manipulaba un arma de fabricación casera, conocida como “tumbera” en el lenguaje cotidiano.

Postales desdibujadas

Ambos hechos, sin una conexión entre sí, trazaron líneas paralelas de una constante que ocurre, acaso, con menos frecuencia en la ciudad del Golfo que en otras localidades como Trelew y Comodoro Rivadavia, pero que ocurre al fin: gran parte de las discusiones o “coyunturas” terminan dirimiéndose con poder de fuego; en algunas ocasiones, también con armas blancas, como ocurrió con el joven que fue hallado a escasos metros de la Terminal de Ómnibus, con una profunda herida producida por un elemento punzocortante, a la altura del abdomen, el cual fue trasladado de urgencia al hospital local para ser intervenido, y permanece en estado delicado.
El secuestro de armas es un común denominador en muchos de los operativos realizados por la Policía del Chubut y la Policía Federal Argentina (PFA) con asiento en Puerto Madryn, y la legislación al respecto busca penalizar aún más la tenencia de armas de fuego: prueba de ello fueron las instrucciones impartidas por la Procuración General, de cara a la incautación de armas y la creación de un Registro provincial de dichos elementos, al tiempo que, de manera intermitente, continúa vigente el Plan Nacional de Desarme.

Cifras oficiales y realidades paralelas

Un dato llamativo es que, pese a la captura de delincuentes y la desarticulación de bandas dedicadas a distintos tipos de delitos, aún no se ha desarticulado, al menos en Puerto Madryn, ningún circuito de tráfico de armas, o bien tampoco han trascendido mayores datos respecto de aquellos mercados de “tumberas”, cuya producción llega a distintos hogares y, a veces, con el lamentable desenlace como el ocurrido con el menor de edad el pasado fin de semana.
En 2017 hubo, en la ciudad costera, 58 causas tramitadas en la Fiscalía por abuso de armas; una de ellas fue caratulada como “agresión”, otras 16 como “abuso de armas” propiamente dicho, y 41 como “tenencia y portación de armas de fuego”.
Surge el dato, de distintas organizaciones con competencia en el estudio del circuito de las armas en el país, que del millón y medio de las que hay registradas en territorio nacional, al menos más del doble, aproximadamente cuatro millones, circulan de manera ilegal, son “invisibles” para las cifras oficiales.
Consecuentemente, cabe preguntarse si, acaso eliminando el pensamiento místico, las armas “no las carga el Diablo”, ¿será la ausencia del “poder de fuego” de las instituciones -administrativamente hablando, claro está- las que agreguen pólvora a la cuestión? ¿Será que las armas representan una protección para buena parte de la sociedad? ¿O será que, en algún punto de la historia, la situación se desmadró y “Armas para Todos”?

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