AFIRMAN QUE EL MERCADO SE AMPLÍA Y GANA TRANSVERSALIDAD

Tendencia turística: La gente viaja más corto y más seguido

El interrogante se agudiza cuando vemos que mientras Punta del Este vive la mejor temporada de su historia, con 23% más de argentinos que el año pasado -200.000 hasta ahora, se estiman 400.000 en total-, Mar del Plata volvió a ser «la Feliz», objetivo explícito de la potente promoción del gobierno de la provincia, y en la costa atlántica se vive un verano claramente mejor que el anterior.
A nivel país, ya viajaron casi seis millones de turistas, 5,7% más que hace un año.

Boom aéreo

El estreno de los pasajes aéreos low cost hizo colapsar el sitio de Flybondi -vendieron un ticket cada tres segundos, 5000 en las primeras cuatro horas- y Aerolíneas Argentinas bate mes tras mes su récord de pasajeros, cerca de 14 millones en 2017, 16% más que en 2016, y 27% más que en 2015.
Además, incorpora nuevos aviones y planea vender los Embraer 190, de 96 asientos, para reemplazarlos por Boeing 737-800 de 170 ubicaciones, en busca de incrementar el volumen, optimizar la operación y llegar al déficit cero en 2019. En 2017, según el Ministerio de Turismo, viajaron al exterior más de 10 millones de argentinos, 33% más que en 2016.

Tendencia innegable

También creció el turismo interno, con una suba de 20%, cerca de 30 millones de turistas. Debe aclararse que en todo el mundo si una persona viaja más de una vez las estadísticas lo reflejan como si fueran dos diferentes. Hay un dato aún más preciso, que es cuántos argentinos viajan al menos una vez por año: el último anuario del Mintur de 2015 arroja que lo hizo uno de cada dos habitantes. En 2006, era uno de cada tres.
En los sectores sociales con más ingresos siete de cada 10, en la clase media cinco de cada 10 y aun en los sectores de menos ingresos tres de cada 10. Pasajes y turismo es, por lejos, el rubro más relevante del e-commerce en el país, ya que representa 25% del dinero que se mueve en las transacciones online. En 2016 fueron 25.000 millones de pesos. Ninguno de los otros rubros supera el 10% (fuente CACE).

Cambio de hábitos

Es evidente que el mercado de «los viajes» se amplía a gran velocidad y gana transversalidad. Cada vez viaja más gente. Y además se viaja de otro modo. Más corto y más seguido. Eso es lo que permite explicar la paradoja.
Se ve más gente en este enero de Buenos Aires, y en simultáneo el turismo no para de crecer. El fenómeno no es local, es global. Asistimos a un profundo cambio cultural que está modificando la manera de vivir y de pensar de millones de personas. Tiene múltiples aristas que le otorgan cuerpo y densidad. No es un suceso pasajero ni una moda: es una tendencia estructural. En los últimos 40 años, y sobre todo en los últimos 20 años, el viaje, por definición un suceso inasible y efímero, se ha transformado en un objeto.

Datos concretos

En una de nuestras recientes investigaciones, realizada por el Lab de Tendencias Almatrends, tratamos de decodificar el complejo mundo de las motivaciones actuales. Les preguntamos a los argentinos: «Si pudieras y tuvieras el dinero, ¿cuáles de estos consumos serían los tres que más te gustaría realizar? El listado incluía 16 posibilidades, desde comprar un smart tv, una moto, un celular de alta gama, ropa, una bicicleta o un perro hasta hacerse una cirugía estética. No se incluyeron ni la casa ni el auto, a fin de concentrarnos en bienes más accesibles y de mayor frecuencia de compra.
El 58% ubicó en primer lugar «irme de viaje dos semanas en la Argentina», y en segundo lugar (42%) «irme de viaje una semana al exterior del país». Más atrás se ubicaron todas las otras alternativas. Dado que se podían elegir tres opciones, la sumatoria excede ampliamente el 100 por ciento.

De los deseos cotidianos, el viaje es el más poderoso. ¿Por qué? Como en todo negocio, al subir el volumen, baja el precio. Hoy es mucho más accesible que antes.
Al crecer el negocio, las propuestas se amplían y se vuelven más sofisticadas. Ya no se trata de solo «playa o montaña» y vacaciones una vez por año. El turismo se segmentó sobre la base de intereses, desde el lujo extremo de los lugares «agujero negro» (sin señal de celular) hasta las búsquedas más tradicionales de cultura, historia y paisajes, aventura, exotismo, gastronomía, vino, deporte y, por supuesto, las ciudades, entre tantos otros. Una oferta diseñada «a medida» incrementa la seducción y la tentación.

ÚLTIMAS NOTICIAS