UNA INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA DE “EL DIARIO” SACÓ A LA LUZ EN 2015 IRREGULARIDADES QUE AYER CULMINARON EN UNA CAUSA JUDICIAL ACORDADA. EN EL FONDO SE EVITÓ UNA INTENTONA DE “ASOCIACIÓN” AL BANCO DEL CHUBUT. SOBRE LA IMPORTANCIA DE DECIR A TIEMPO DEL PERIODISMO

Epílogo de una nota que no fue cualquiera

Por Marisa Rauta

La noticia que circuló ayer casi inofensivamente positiva por los canales de la justicia chubutense fue que “Cuatro imputados por defraudación fraudulenta devolverán al Banco del Chubut 2.600.000 pesos para poder ser sobreseídos”. El tema es que se trata nada más ni nada menos de dos funcionarios (el ex presidente del Banco y su gerente) y dos empresarios extraterritoriales que durante la gestión de Martín Buzzi comenzaron a ser sospechados por operaciones “irregulares” con la entidad financiera provincial. Estas situaciones fueron precisamente alertadas públicamente por El Diario en 2015, hasta llegar un año más tarde a la justicia, merced a la presentación formal de una denuncia ante la Fiscalía del ex concejal de Puerto Madryn recientemente fallecido, Christian Dames.
Es por esto que consideramos que el desenlace hace honor al trabajo y compromiso público del ex funcionario municipal, tanto como al esfuerzo, profesionalismo y valentía del equipo periodístico que me toca dirigir.

De manual

Esta causa por la que ahora los imputados asumieron sus responsabilidades y prefirieron devolver el dinero, antes de continuar con un proceso que podría haber derivado en condenas de hasta prisión, fue por contratos que fueron realizados de forma directa violando el manual de contratación del mismo Banco Chubut y ocasionando una estafa. La principal alerta periodística que permitió avanzar a El Diario con una investigación de estas características, trascendió de las propias estructuras involucradas y sumó profusa documentación e investigaciones paralelas que permitieron aportar a la mirada de la Justicia, tanto como elementos contundentes de discernimiento y advertencia a la propia opinión pública.
De hecho, la contratación evidenció que muchos de los trabajos cobrados por los proveedores no fueron realizados o se había subcontratado a otras empresas, tal como infirió la Fiscalía a posteriori.
En nuestro arduo trabajo de investigación, valió tanto la información objetiva, como el entrenamiento para entrecruzar propensiones, la agilidad para recabar datos y una buena dosis de intuición, habida cuenta el músculo que se termina sacando en la cotidiana tarea de pensar lo público en el marco de los siempre peligrosos vínculos con lo privado.
El ofrecimiento reparador fue aceptado por la actual conducción de la entidad que ahora comenzará a recibir por parte de los imputados, un total de 2.600.000 pesos. De ese total, dos de los imputados se ofrecieron a abonar el dinero de inmediato para ser sobreseído a la brevedad, uno de ellos 250.000 pesos y el otro 1 millón de pesos. También tendrán que pagar los costos que demandó la investigación.
Para la jueza de garantías Mirta Moreno que homologó el acuerdo entre los imputados y el Banco del Chubut, se trata de la aplicación de la figura de la “reparación”, prevista en el Código Procesal Penal del Chubut. La audiencia en la que se hicieron los ofrecimientos, se realizó ayer en la Oficina Judicial de Rawson. El delito que se investigó fue el de “administración fraudulenta” y estuvo relacionado con sobreprecios y contrataciones directas en servicios de publicidad cuando el Banco del Chubut era conducido por el contador Osvaldo Luján –uno de los cuatro imputados-, durante la gestión del ex gobernador Martín Buzzi. Los otros imputados que llegaron a esta instancia del proceso, son Marcelo Ramirez –gerente general del Banco al momento del ilícito investigado y por aquel entonces también funcionario del BAPRO- y los empresarios publicitarios Gustavo Valenzuela Linage, y Graciela Nélida Adan. (Ver
http://www.eldiariodemadryn.com/2015/10/banco-del-chubut-pero-quien-es-graciela/ )

Un precedente valioso

La causa en cuestión y el relato que nos ocupa, tiene ni mas ni menos el objetivo de reivindicar a aquellos que creen que la democracia se ejerce y en eso, el nivel de involucramiento que nos debe movilizar y catapultar del cómodo lugar de meros observadores, debe ser preservado como gen en extinción. Con este desenlace y considerando los actores involucrados, queda plantado un valioso precedente.
La investigación estuvo a cargo del fiscal general Daniel Báez, que ayer se encargó de destacar el “acuerdo” al que arribaron los imputados y el Banco del Chubut. “Si no se aceptaba esta figura de la reparación y si se llegaba a juicio oral con el resultado de ser hallados culpables, les correspondía una pena de entre 1 y 6 años de prisión. Por no contar con antecedentes penales la pena hubiese sido de cumplimiento condicional, pero no devolvían el dinero. De esta manera, una gran parte del dinero vuelve al Banco”, explicó el fiscal con mirada comprometida con la caja de la entidad.

La otra estafa que no fue

Pero más allá de las contrataciones irregulares y los pagos fraudulentos se podría decir “menores” pero que ahora ocasionaron este acuerdo con el que terminó evitándose una condena, lo mas grave que se alertó y que tal vez hizo emerger toda la investigación, fue poner coto a una avanzada de querer participar directamente como “socios del Banco”. Un procedimiento que ambos proveedores venía haciendo con otro negocios y que oportunamente El Diario denunció un año antes de la actuación de la Justicia, a través de un ruidoso titular que tuvo gran acogida de nuestro avezado público lector y que rezaba: “Pluma-gate: Intentos de una estafa que no fue”. (Ver http://www.eldiariodemadryn.com/2015/10/pluma-gate-intentos-de-una-estafa-que-no-fue/ )
Sería ya en su fase testimonial cuando los propios síndicos de la entidad respaldarían que el Banco Chubut contrató a `Graciela Adan y Asociados´ para realizar un estudio para determinar la viabilidad de la creación de una Empresa Holding, la cual recibió observaciones por los síndicos del Banco Miguel Ariet, Gustavo Menna (hoy dipuatdo nacional de Chubut por Cambiemos) y Rodrigo Gaitan. “Resulta incomprensible que no se haya tomado en cuenta que el Banco del Chubut es una S.A con participación Estatal mayoritaria y que cualquier modificación en su estructura (sic) requiere la aprobación de la Legislatura Provincial (…)”, advirtieron los funcionarios ante la intentona.
“No parece atendible ni prudente…ponderar la constitución de una sociedad holding y sociedades controladas originadas en la iniciativa de un proveedor”, cuestionaron los encargados de velar por la legalidad de la entidad en su momento, dejando al descubierto la movida “asociativa” de estos personajes, que por ahora, pagaron para borrar el antecedente de las imputaciones `menores´ en relación a la más grave. La que se podría inferir sin temor a error, quedó diluida casi en la nebulosa del acuerdo entre los alcanzados, y el sobreseimiento de los que se mueven más rápido. De hecho, los imputados por la Fiscalía madrynense fueron originalmente “los ex directores Marcelo Ramírez, Osvaldo Luján, Carlos Damiano y Carlos Eliceche, además de Julio Ramírez, actual presidente de la institución y quien durante la gestión de Martín Buzzi como gobernador era vicepresidente del banco”, y la causa original se denominó «Graciela Adan y Asociados y 1810 comunicaciones s/fraude» según precisó en su momento la agencia de noticias Télam.
En fin. Las investigaciones periodísticas o de cualquier índole vinculadas al interés público suelen ser tediosas, solitarias y sobre todo con final abierto. Y ese combo de posibilidades en localidades de fuertes vínculos interpersonales como las nuestras, suelen acarrear no pocas inconveniencias y antipatías, sobre todo si la Justicia no hace su parte en tiempo y forma, desalentando el trabajo de auditar los procedimientos y los bienes o dineros públicos a los que se suma el cuarto poder. Un trabajo que la prensa no pocas veces prefiere ablandar antes que cargar con `vueltos´, precisamente por la famosa máxima que parece prevalecer de terminar `matándose al mensajero´.
Este desenlace atempera en gran parte todas estas raras sensaciones que embargan, cuando se está frente a la hoja en blanco. Porque no pocas veces, como decía Gabo `el periodista escribe apenas, para explicarse a sí mismo, lo que no puede explicar´.

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