UNO DE LOS PROBLEMAS SANITARIOS ES LA DESCARGA INCONTROLADA DE AGUAS RESIDUALES SIN TRATAMIENTO

Estudian la contaminación fecal de las aguas subterráneas

Uno de los mayores problemas de las ciudades es el tratamiento de las aguas negras y su descarga sin tratamiento, las cuales contaminan los recursos hídricos superficiales y subterráneos. Por este motivo, desde hace años se utilizan distintos tipos de bacterias para analizar el nivel de contaminación en los mismos. El grupo de los microorganismos coliformes es adecuado como indicador de contaminación fecal debido a que estos forman parte de la microbiota normal del tracto gastrointestinal, tanto del ser humano como de los animales y están presenten en grandes cantidades.
En general, para la identificación de contaminación fecal en aguas subterraneas se busca la presencia de la bacteria Escherichia coli, indicador recomendado por el Código Alimentario Argentino, pues una vez que se encuentra esta bacteria se puede inferir la presencia de otros microorganismos patógenos.
Pero un grupo de investigadores de la UNNE consideraron necesario estudiar otros microorganismos de relevancia como indicadores de contaminación en aguas subterráneas, que tengan alta concentración en las aguas y reacción frente a factores ambientales, y a la vez sean más fáciles, rápidos y económicos de identificar.

Otras bacterias

Así, ampliaron la búsqueda a bacterias del género Enterococcus, pues presentan importantes ventajas sobre Escherichia coli, debido a que poseen la capacidad de sobrevivir más tiempos en medios acuáticos y su relativa resistencia a condiciones adversas de temperaturas y desecación, además de la cloración.
En el proyecto se innovó en la utilización de la técnica de Filtración por Membrana que está aceptada y aprobada como procedimiento para el monitoreo de la calidad del agua en muchos países.
Este método consiste en la filtración de la muestra de agua a través de una membrana estéril con un poro de diámetro igual a 0,45µm, el cual retiene las bacterias, se incuba sobre la superficie de un medio selectivo y posteriormente se enumeran las colonias típicas crecidas sobre la membrana.
“Desde que el género Enterococcus fue recomendado en 1986 por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos como indicador de contaminación fecal, han sido reportados escasos trabajos que abordan la relación entre este indicador y Escherichia coli en diferentes ecosistemas” explicó el doctor Oscar Ricardo Arzú, responsable del proyecto que se realizó a través de las cátedras de “Bromatología e Higiene Alimentaria” y “Microbiología” de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE.
Indicó que en las muestras analizadas provenientes de las provincias del Chaco y Corrientes, es mayor el porcentaje que resultaron positivas a Enterococcus faecalis respecto a las positivas a Escherichia coli, lo que demuestra la prevalencia de este microorganismo en las aguas analizadas, de manera coincidente con distintos autores que lo describen como un indicador significativo comparándolo con otras bacterias usadas convencionalmente para analizar el agua para consumo.
El profesional de la UNNE resaltó la importancia del proyecto para contribuir a la implementación de técnicas de muestreo más abarcativas y que sean de fácil implementación y bajo costo para los organismos competentes.

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