YA PASARON LOS ALEGATOS Y LOS PRIMEROS TESTIGOS

Primera jornada del juicio por el homicidio de Walter Leiva

En la mañana de ayer lunes, en sede de los tribunales penales de Comodoro Rivadavia, se realizó la primera audiencia del juicio oral y público por el asesinato de Walter Leiva ocurrido el pasado 28 de febrero de 2017, que tiene como imputados a Aldo Ezequiel Camarda y a Maximiliano Brizuela.
En su alegato inicial, la fiscal general Camila Banfi aseguró que va a probar a lo largo del debate la materialidad y autoría del hecho en cabeza de ambos imputados, como “autor material” del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” a Camarda y como “partícipe primario” a Brizuela.
En contraposición, Viviana Barillari representando a Camarada y María de los Ángeles Garro representando a Brizuela, ambas defensoras públicas, coincidieron en que “la Fiscalía no va a poder acreditar quién fue el que efectuó el disparo que produjo el desenlace” o “cuál fue el aporte o ayuda esencial que prestó Brizuela”. En la fecha declararon seis testigos de cargo, dos de ellos de identidad reservada y el miércoles se espera continuar con el debate.
Presidió el acto la jueza penal Mariel Suárez, quién junto a sus pares Alejandro Soñis y Martín Cosmaro integraron el tribunal de debate. Por otra parte, la sala se encontraba colmada de familiares y amigos de la víctima, acompañados por dos profesionales del Servicio de Asistencia a la Víctima; y también familiares de ambos imputados.

Alegato de la Fiscalía

En su alegato inicial, la fiscal se refirió brevemente al hecho cuando el pasado 28 de febrero de 2017, siendo las 7:15 horas, en un pasaje próximo a las calles Adela Small, Los Ciruelos y Gansos Verdes. Camarda, Brizuela y otra persona más aún no identificada, comenzaron a efectuar disparos con armas de fuego, desde la parte alta hacia la baja de la escalera, en dirección a la vivienda de la víctima Leiva. Éste le dijo a su mujer que sacaran su hija menor por el peligro, entonces se dirigió al patio a encender el auto, que no arrancaba. En ese momento recibió dos disparos en su vivienda y Leiva efectuó dos hacia arriba, en dirección hacia donde se encontraban tirando Brizuela y la tercera persona no identificada quienes disparaban armas de puño. En ese instante, siempre segú el alegato de la fiscal, Aldo Camarda se desplazó del grupo y se ubicó más próximo al quiosco de reja, y desde allí busco una mejor posición para tirarle a Leiva momento en el cual uno de sus disparos le dio en la cabeza, y al verlo caer comenzó a efectuar saltos de festejos manifestando: “¡Le di! ¡Le di!”.
El herido fue trasladado al Hospital Regional donde perdió la vida, el 2 de marzo de 2017, por paro cardio-respiratorio por orificio de arma de fuego en el cráneo. Calificando provisoriamente el ilícito como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, en calidad de autor para Camarda; y “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, en calidad de partícipe primario para Brizuela.

Las posiciones de las defensas

En contraposición, la defensora de Camarda alegó que existe “un déficit en cuanto a la autoría, no se va a poder acreditar quién fue el que ejecutó el disparo que produjo el desenlace final, la muerte de Leiva. También se refirió la defensora hizo referencia a “un Informe de Criminalística que menciona un enfrentamiento armado”.
En igual sentido se pronunció la defensora de Brizuela quién sostuvo que en las acusaciones presentadas por la fiscalía no pudo acreditar cual fue el aporte o ayuda esencial que prestó su pupilo para el homicidio. En el contradictorio del juicio, se va a transformar en prueba, aseguró la defensora.

Los primeros testimonios

El primer testigo fue un sargento que aquella mañana se encontraba a bordo de un móvil y recibieron un llamado que había una persona herida con arma de fuego.
Al llegar al lugar del hecho, encontraron una persona tirada en el piso herida de arma de fuego y una chica pidiendo ayuda.
Luego, un Oficial de servicio que es uno de los primeros en llegar al lugar, realizó el Acta de intervención, una Planimetría y una Inspección ocular del lugar del hecho. Seguidamente, se escuchó a una testigo de actuación, la esposa de la víctima y, con la sala sin público, dos testigos de identidad reservada.

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