EL GOBIERNO DE CHUBUT PARADO A LA ESPERA DE UNA RENEGOCIACIÓN DE DEUDA E INYECCIÓN DE DINERO. DE CÓMO LAS PROVINCIAS TOMAN DEUDA A MÁS DEL 8% Y NACIÓN SE LAS COMPRA AL 3%. LOS FUNCIONARIOS CEO´S QUE JUEGAN A LA MANCHA CON LOS AVIONES Y LOS CÓMPLICES PROVINCIANOS NECESARIOS

Cuando la crisis es negocio para algunos

Por Trivia Demir

La inactividad gubernamental se va notando cada vez más. Esta semana será iconográfica ya que el exilio forzado de funcionarios comenzó ayer con el paro de estatales y se mantendrá, -feriados mediante- hasta el martes próximo (con suerte). “En Rawson no quedó nadie”, afirman asombrados referentes políticos que aseguran haber visto “pocas veces en la historia de la Provincia” una situación de vacío institucional similar. “Hay una inercia similar a la que se vivió en algún desgraciado momento de puja política, pero en ese entonces había por lo menos una pulseada por el poder. Ahora ni eso”, aseguró un histórico de Trelew.
El tema es que precisamente ante las dificultades extremas económico-financieras que nos rodean, lo que más se debería poner es gestión, imaginación, alternativas de resolución y mucho diálogo. Todas cosas que brillan por su ausencia. “Hoy a excepción de un par de ministros, el resto está replegado o incluso hay varios renunciados que no se han reemplazado aún porque pocos aceptan sumarse a este tren con serio riesgo de descarrilar”, dicen los frecuentadores de las mesas chicas, palabras más menos.
La historia indicaría que primero hay que lograr el refuerzo político y luego un plan viable de negociación financiera, para poder viabilizar la coyuntura. Y está dicho que la preocupación general es tal que la oposición hasta parecería contenerse en sus embestidas, sobre todo después de la hecatombe de detenciones que no paran y que quieran o no rozan permanentemente el nombre del Gobierno de Chubut. La autocensura de la oposición se podría considerar un gesto político a capitalizar si hubiera en marcha un plan. Pero hasta ahora lo que hay son tibios intentos por tratar de renegociar las deudas de Chubut, para lo que se requieren urgentes herramientas financieras que siguen en debate en Economía y sobre todo a la espera de la decisión del Ejecutivo que conduce Mariano Arcioni.

Conseguir guita a cualquier costo

Desde Nación, mientras Chubut no hable de defaultear deuda esperarán tranquilos la renegociación y toma de más compromisos negociables. Al fin y al cabo, las debilidades provinciales es negocio de ellos. Y no sólo político, sino de guita constante y sonante.
Mario Quintana es vicejefe de gabinete y encargado de coordinar el endeudamiento de las provincias. Su hermano, Norberto Eladio Quintana, cobró las comisiones por intermediación de las emisiones de bonos provinciales por más de 2.200 millones de dólares de Buenos Aires, Salta, Mendoza y Chubut desde el estudio de abogados Holland & Knight. Entre otros documentos sobre bonos provinciales, surgió que “La provincia argentina del Chubut emitió internacionalmente títulos de deuda por USD 650 millones. […] En esta operación, la Provincia fue asesorada por Holland & Knight LLP (Nueva York y Florida)”. Los documentos no señalan cuál es la comisión que cobra el estudio por la colocación de la deuda, pero estos porcentajes suelen ser varias veces millonarios.
Mario Quintana, ex accionista de Farmacity, Pegasus y varios fondos de inversión norteamericanos, está imputado en la causa del dólar futuro por haber sido uno de quienes compró dólares y participó luego de las decisiones acerca de su devaluación que le dieron enormes ganancias. Como Secretario de Coordinación Interministerial, dependiendo directamente del Jefe de Gabinete, Marcos Peña, tiene entre sus principales funciones la de colaborar “en la gestión del financiamiento externo y las relaciones con los organismos multilaterales de crédito”, según señala en su página de presentación.
Desde allí, es el encargado de sugerir y contratar a los estudios de abogados que gestionarán el endeudamiento nacional y de las provincias. Negocio que ha caído repetidamente en el estudio de su hermano, Norberto Eladio, que paradójicamente se llama como el padre del presidente Manuel Quintana, uno de los precursores del endeudamiento externo argentino. Pero no sería el único hombre cercano al gobierno que hace negocios con el endeudamiento del país y las provincias.

Nación compra deuda provincial por `chauchas´

Increíblemente la enorme bicicleta financiera explica un poco más, porqué hombres de negocios se someten a la licuadora política hasta llegar incluso al riesgo del enchastre: y es ni más ni menos que por dinero. Una investigación periodística lo demuestra: “Prendimos las alarmas porque había cosas que no estaban bien y no cerraban”, hasta que los fondos de la colocación de bonos fueguinos empezaron a ser `comprados´ por Nación al 3 por ciento de interés, cuando a Tierra del Fuego le costaron una tasa del 8,9 por ciento”. O sea, “Tierra del Fuego le está pagando la deuda a ‘Toto’ Caputo -afirmó la periodista-. Ahora se empieza a entender un poco mejor por qué Bertone tomó esta deuda, la cantidad de dinero, de que fue solamente una parte para algunas obras”, sostuvo Mariana Escalada, dado que la obra pública en marcha tiene financiamiento nacional pero por otras vías.
La periodista de El Disenso dialogó con Radio Provincia hace unos días y ventiló la operatoria que fue denunciada ya por diputados nacionales que afectaría no solo a Tierra del Fuego, sino a otras provincias como Chubut. Y donde “el banco New York Mellon es el depositario de la deuda que toma Tierra del Fuego y es una firma fiduciaria del ministro Caputo, a través de Pershing LLC del fondo Noctua Internacional, que no fue declarado por el ministro, pero ante la justicia admitió que Caputo es su dueño”.
Con Caputo al frente de la compañía, “Noctua Internacional compraba deuda argentina” antes de la gestión Macri y su llegada al gabinete, aseveró, y mencionó que hay una investigación judicial en marcha que, a priori, ya lo identifica como propietario.
Observó que “el bono que sacó Bertone tiene un sistema de pago que no es el usual. Si la provincia no pudiera pagar, automáticamente se descuentan desde el banco de New York todas las regalías. El pago está asegurado, por eso cuando sale este bono a la venta hubo ofrecimientos de hasta 720 millones de dólares. Fue tan beneficioso y estaba tan respaldado con las regalías, que los inversores no querían perder esta oportunidad”, explicó.
“Ahora se entiende por qué se tomó este crédito”, insistió, para lo cual la gobernadora recibió asesoramiento nacional, y es la Nación la que estaría usufructuando el dinero a una tasa bajísima.
La periodista advirtió que la gobernadora “no está en condiciones de decir que no, porque no le bajan más dinero, y como muestra está Chubut para ver qué pasa cuando eso ocurre”.
“Es muy grave el riesgo que corre Tierra del Fuego como provincia y estamos siguiendo el caso desde el año pasado. Las obras a las que supuestamente se asigna este crédito son menos del 10 por ciento, porque el resto del dinero sale a través de otro crédito que se suma”, expuso.
Los bonos financiarían la obra del puerto de Ushuaia, el tendido de fibra óptica, y la ruta del Canal de Beagle que, de acuerdo a la investigación, terminará favoreciendo “a la empresa Mirgor porque abarata logística, y es una empresa de Caputo”.
“Está usando a las provincias de intermediarias y todo este dinero que sacó Tierra del Fuego se está usando para pagar los agujeros de Caputo en Nación. No es dinero que está en la provincia y eso es lo más grave, porque la provincia lo toma al 8,95 y se lo está regalando a Caputo al 3 por ciento”, enfatizó.

Hipotecando el futuro

La emisión de deuda ha sido la única política sostenida por el actual gobierno desde que asumió en diciembre del año pasado para paliar los efectos de la megadevaluación, la baja de impuestos a las corporaciones y el campo y la caída del consumo y la producción.
Hasta aquí, dado la escasa llegada de inversiones sumada a la mayor fuga de capitales de los últimos cinco años (US$ 10 mil millones netos en lo que va de 2016) y el fracaso del “blanqueo”, el endeudamiento en divisas es el mecanismo de financiamiento principal impulsado por el gobierno de Cambiemos.
No sólo eso, sino que funcionarios de Macri están apuntados por hacer negocios sustanciosos con deudas nacionales. El diputado Tailhade explicó recientemente que “Está probado de manera irrefutable que Nicolás Caputo (actual ministro de Finanzas) era dueño de un conglomerado de offshores que manejó más de 300 millones de dólares en negro, y además nunca lo incluyó en sus declaraciones juradas” y recordó que también está constatado que el ministro “compró 5 millones de dólares del bono de deuda que él mismo emitió a cien años y con una tasa abusiva”.

Confirmaciones y confesiones

Una de las empresas que compró deuda confirmó que el ministro Caputo era su dueño Noctua Partners lo declaró ante la Comisión de Valores estadounidense. Fue una de las tomadoras del bono de deuda a 100 años emitido por Macri. La administradora de fondos de inversión Noctua Partners reconoció ante la Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos, donde está radicada, que el ministro de Finanzas de Argentina, Luis Caputo, fue el dueño de esa compañía hasta el 25 de noviembre de 2015, cuando cedió sus acciones a un hombre de su confianza: Carlos Hernán Planas. «Nuestro principal dueño es Noctua Partners II LP, una sociedad registrada en las islas Caimán, e, indirectamente, Martín Guyot y Luis Caputo. La principal dueña de nuestra afiliada Noctua Assets Management LLC es Noctua Partners I LP, una sociedad de Caimán, e, indirectamente, Guyot y Caputo», señala el texto entregado a las autoridades de Estados Unidos y reproducido por el diario La Nación. Esa toma de deuda, inédita por su extensión, también paga un interés muy superior a la usual del mercado: 7,9% en dólares. De esa manera, el incremento del dólar entre fines del año pasado y comienzos de 2018 benefició de gran manera a los tomadores de deuda como Noctua Partners. Y mientras Chubut busca volver a los mercados, para hacer política, y para hacer negocios, y siga la joda…

Fuentes: El Disenso, La Nación, Parlamentario, Perfil

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