El Gobierno de Donald Trump analiza exceptuar de aranceles al acero y el aluminio argentino, en una medida similar a las que aplicó a México y Canadá. Así lo confirmó ayer miércoles el representante comercial de Estado Unidos, Robert Lighthizer, ante el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes del Congreso, según informó la agencia Reuters.
En paralelo al anuncio de Lighthizer ante los representantes, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, recibió un llamado clave desde Estados Unidos para anticiparle la posibilidad.
Lighthizer, un funcionario que depende de Trump, dijo que las posibles exenciones se analizan también para la Unión Europea y Australia, mientras que las conversaciones con Corea del Sur sobre cualquier posible exención se celebrarían en el contexto de las actuales negociaciones comerciales con Seúl.

El anuncio de la administración de Trump se da después del pedido que Dujovne le hizo al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, durante su visita a Buenos Aires para la cumbre del G20. Tras esa reunión, Mnuchin defendió las medidas proteccionistas de Trump.
El mismo pedido le había hecho Mauricio Macri a Trump en la llamada que le hizo hace diez días. El presidente luego mandó al secretario de Comercio, Miguel Braun, aunque finalmente parece que la gestión que tuvo éxito fue la de Dujovne. El jefe directo de Braun, el ministro Francisco Cabrera, tampoco había obtenido resultados en las negociaciones por el biodiesel y los limones, un tema que resolvió directamente Macri.
El principal argumento del Gobierno es que el impacto de las exportaciones argentinas de acero y aluminio para Estados Unidos es ínfimo. Es que el acero argentino representa sólo el 0,6% de lo que compra EEUU, mientras que el aluminio sube a apenas 2,3%. (Fuente: LPO)