JUICIO POR EL ASESINATO DE DEBORA GISELL MARTÍNEZ

Los testimonios complican cada vez más al acusado del femicidio

Además de los testimonios de vecinos, este miércoles durante la tercera jornada del juicio por el femicidio de Débora Martínez se escuchó la palabra de los hermanos de la mujer asesinada a golpes y estrangulada presuntamente por su pareja Nelson Aguilante, quienes coincidieron en que el imputado era una persona agresiva. Aseguraron que el hombre la manipulaba y la sometía bajo amenazas.
El tribunal finalmente decretó un cuarto intermedio hasta el lunes cuando se reanudará el debate. El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por la fiscal general María Laura Blanco y el imputado fue asistido por el defensor público Esteban Mantecón. Los familiares de la víctima, en tanto, estuvieron acompañados por una profesional del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito (SAVD).

Testimonios comprometedores

Los testimonios escuchados durante la tercera jornada del juicio oral y público por el femicidio de Débora Gisell Martínez (28), ocurrido entre la noche del 26 y madrugada del 27 enero de 2017 en el domicilio de la pareja, en la calle Teniente Merlo 2150 del barrio Próspero Palazzo de Comodoro Rivadavia, complican cada vez más a Nelson Aguilante, único imputado.
En la sala de audiencia, el tribunal integrado por los jueces Raquel Tassello, Mariel Suárez y Jorge Odorisio escuchó los testimonios de la hermana y el hermano de la víctima, el de una amiga y el de varios vecinos de la pareja que advirtieron ruidos, discusiones y movimientos extraños aquella fatídica noche.
Todos describieron el contexto de violencia en el que transitaba la pareja. El primer testimonio fue el de una hermana de la víctima, quien refirió que eran muy unidas, pero que en el último tiempo Débora estaba muy alejada porque “su pareja la alejaba de nosotros”. Recordó que el noviazgo entre su hermana y Aguilante se había formado en marzo de 2015. “Al principio estaba todo bien, pero al final estaba alejada, dominada, asustada y muy sometida”, describió la familiar. Agregó que Débora le contó que “Aguilante estaba muy agresivo, que tenía miedo y que no quería estar más con él”.
En una ocasión la testigo graficó que vivió una discusión entre la pareja en la que escuchó gritos y cuando salió a ver que sucedía “Aguilante la tenía agarrada del cuello a Débora”. Le aconsejó que lo denuncie, pero su hermana no quiso.
Luego el hermano de la víctima rememoró que él era el más allegado de la familia a su hermana. Coincidió en que luego que Débora empezó a estar con el imputado, la relación de su hermana con la familia se cortó. “Eso porque ella era manipulada por él”, apuntó.
Sostuvo que esa relación de pareja era “mala ya que se peleaban y después volvían; era inestable porque él era un manipulador”. También hizo referencia a que su hermana no tenía celular porque él no la dejaba tener.

“No me dejes, no me abandones”

Otro de los testimonios destacados de la fecha fue el de un vecino de la pareja que describió un episodio la misma noche en que Débora fue asesinada. El declarante que salió de su casa para acompañar a su esposa que se iba a trabajar afirmó que presenció el momento en que la víctima primero salió del domicilio, regresó a buscar algo a la basura y después se fue.
Allí salió el presunto femicida y “le grita: ‘amor no me dejes, no me denuncies’”. Luego se acostó, se duerme y cerca de la una de la madrugada escuchó ladridos de perros. El mismo testigo concluyó que se levantó, salió a la vereda y se encontró con dos patrulleros y de esa forma se entera por vecinos “que habían matado a la chica”.
El último testimonio fue el de una persona muy allegada a la víctima e incluso su hija había sido compañera de escuela de Débora. Refirió que conocía a Aguilante porque se juntaba a tomar con su ex pareja. Luego, describió a Martínez como alegre, divertida y determinada, “pero una vez que se juntó con Aguilante todo cambió”.
En las charlas que mantenían Débora le confió a la testigo que su pareja había golpeado a su mujer anterior y que era un hombre muy violento. En otra oportunidad, la víctima le dijo que estaba mal, que Aguilante la acusaba de todo y que la amenazaba que le iba a matar a los perros. La declarante le recomendó a Martínez que se separe, que lo deje, que no tenía que estar aguantando todo eso: “ándate a la casa de tu mamá”.

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