LA AAMR ADVIERTE QUE EN NUESTRO PAÍS ESTE TEMA TIENE ESCASA REPERCUSIÓN

Alertan sobre enfermedades respiratorias que se transmiten en el ámbito laboral

Las bajas temperaturas comienzan a sentirse en nuestro país y sobre todo en nuestra ciudad, por lo que empiezan a desarrollarse también las enfermedades que afectan al sistema respiratorio, y en consecuencia a la salud en general y a la calidad de vida de las personas. Al respecto, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) emitió un comunicado en el que específica que este tipo de padecimientos es transmite mayormente en los ámbitos laborales y que en nuestro país este tema tiene escasa repercusión, ya que existe un subdiagnóstico en cuanto al origen de este tipo de patologías. Puntualmente, destacaron que “si tenemos en cuenta que una persona que cumple jornadas de ocho horas respira durante su trabajo 14.000 litros de aire, es indudable la relación entre los factores ambientales del trabajo y la salud de los trabajadores expuestos”.
El estudio también destaca que si bien cada paciente es tratado en forma individual, detectar el origen laboral de una enfermedad permite establecer el agente causal, lo cual dará cuenta de la posibilidad de “generar estrategias preventivas no sólo para el paciente afectado, sino además para su entorno de trabajo y para el resto de sus compañeros”. Una de las características principales de las enfermedades laborales, especialmente las respiratorias, es que al conocerse su origen es posible diseñar procedimientos preventivos para anular o minimizar la agresión ambiental o laboral.

Trabajo joven

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), existen en el mundo 541 millones de personas jóvenes trabajadoras de 15 a 24 años, quienes representan más del 15 por ciento de la fuerza laboral mundial y sufren hasta un 40% más de lesiones ocupacionales no mortales que los trabajadores adultos de más de 25 años. Entre estos jóvenes se encuentran 37 millones de niños y niñas en situación de trabajo infantil peligroso.
En tanto, en nuestro país rige desde 2008 la Ley Nº 26.390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente, que eleva a 16 años la edad mínima de admisión de empleo. Igualmente, el trabajo infantil no está erradicado en nuestra sociedad, donde casi un millón de niños trabajan. Puntualmente, según el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, de la Universidad Católica Argentina (UCA), en 2015, el 12% de los chicos de cinco a siete años trabaja en actividades domésticas intensivas (4,3%) y en labores económicas ligadas al mercado (9,5%).
Al respecto, desde la AAMR instan a “desatacar la vital importancia de abordar estos desafíos y mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes, no sólo para promover el empleo juvenil seguro, saludable y decente, sino también para vincular estos esfuerzos en la lucha contra el trabajo infantil peligroso y todas las otras formas de trabajo infantil”.

Actividad agrícola

Por último, a pesar de que esto no ocurre en grandes niveles en nuestra zona, el informe remarca que en nuestro país es importante considerar la presencia de la actividad agrícola, que con el incremento de cultivos transgénicos (maíz y soja) ha favorecido el aumento de dos patologías que no presentan periodos de latencia prolongados y son frecuentes en poblaciones de franja etaria joven: Asma ocupacional y Neumonitis por Hipersensibilidad. Al respecto, la AAMR asegura que esta última “es una enfermedad pulmonar de base inmunológica producida por una amplia gama de antígenos que llegan al pulmón por vía inhalatoria y abarcan una multitud de profesiones dependiendo del agente causal. Todos los cereales, caña de azúcar, corcho, heno enmohecido, trigo, cebada, malta, polvillo de soja se encuentran dentro del largo listado. Los trabajadores que están expuestos a la inhalación de estos polvos orgánicos de distintas proteínas animales y vegetales, así como algunas sustancias inorgánicas, son los que tienen riesgo de presentar la enfermedad”.

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