El secretario de Defensa, Jim Mattis, enmienda a Trump y afirma ante el Congreso que “aún no se ha tomado una decisión” sobre la intervención en Siria
Tras días de caos y frivolidad presidencial, el secretario de Defensa, Jim Mattis, trató de imponer la calma en la crisis siria y alertó ante el Congreso del riesgo de que un ataque pueda desencadenar “una escalada fuera de control” en el mayor polvorín de Oriente Próximo. “Una de mis mayores preocupaciones es evitarlo”, dijo el teniente general Mattis. En las antípodas de la aceleración de Donald Trump, el jefe del Pentágono señaló que aún no se había tomado la decisión de golpear a Siria.
El Pentágono teme que un ataque a Siria desate una escalada “fuera de control”. Una guerra inacabable con demasiados frentes abiertos
El presidente de Estados Unidos ha impuesto al conflicto sirio su impronta. El mandatario que lidera la coalición que prepara la represalia contra el régimen de Bachar El Asad por el uso de armas químicas en Duma, ha alarmado a su propio equipo y desatado un aluvión de críticas.
Los reproches a su zigzagueante gestión, calificada por The Washington Post de “huracán de impulsos” y por The New York Times como “el triunfo de la contradicción”, llegan de todos los flancos y han puesto en evidencia su ligereza.
Desde el domingo, no solo ha alertado de una intervención sino que ha avanzado que sería con misiles. Dos datos que han pulverizado el factor sorpresa y situado a Trump en el ojo del huracán. Cercado por las críticas, el presidente trató de salir del apuro ayer con un nuevo tuit: “Nunca dije cuándo iba a ocurrir el ataque a Siria. ¡Podría ser muy pronto o no tan pronto! En todo caso, los Estados Unidos, bajo mi Administración, ha realizado un gran trabajo limpiando la región del ISIS”.