Por Juana de Arco*

El Gobierno de Chubut se empecina en cocinar en mesas chicas, para convites de varios en simuladas `tormentas de ideas´ que vienen caracterizando al arcionismo. Así va transitando como puede los seis primeros meses de titularidad. Hay quienes opinan que hubiera sido mucho más saludable que en los momentos de ausencia prolongada de Das Neves, Arcioni hubiera ensayado el comando. Por lo menos se hubiera ido agilizando en cuestiones coyunturales y agarrado ritmo. Hay quienes piensan además que la “ausencia de proyecto” es un argumento descalificador siempre a mano en vista a un año electoral que está a meses de explotar.
Y, como toda cuestión que prende y circula, es un argumento que tiene su racionalidad y validez, cuando las cosas van tan mal que no resisten esfuerzo de optimismo.

Una pregunta para aportar a esta cuestión:

¿Un proyecto de provincia puede plantearse antes de visualizarse los bloques históricos de poder y los actores y alianzas sociales que los sostengan? Bastante difícil. Y esto va para los que preguntan incansablemente “¿hasta dónde más deberemos caer antes de la reconstrucción?”
La hipótesis contraria es la que parece abonar Mariano Arcioni y sus asesores, se podría decir que tan fantasiosa como poco ortodoxa: pensar que primero se constituye un actor con ganas de gobernar, transparente, atildado y académico, y luego este actor sostendrá un proyecto.
Los que estudian la dinámica política afirman que la cosa es mucho más compleja, y vale la pena encarajinar el empobrecido imaginario gubernamental, ya que “proyecto/propuestas y actor/alianzas, bloques, sujetos interpelados se constituyen mutuamente y en camino. Y si son reales, históricos, políticos, nunca están cien por ciento delineados”. No hay camino, el camino se hace al andar, decía el poeta.
Para entender esta apasionante construcción, se requiere víscera. Mañana cumpliría 67 años uno de los viscerales por excelencia: el “animal político” que fue Mario Das Neves. Y se entiende que no es fácil después de la experiencia del trigobernador, amesetarse en el gerenciamiento institucional que afronta Arcioni. Ni para él, ni para los gobernados. Por eso, mostrar la caída del modelo en tren de denuncias, es al fin y al cabo una manera de decir que `esto, aunque no alcance, es mejor que aquello´.
El tema es que “Después del poder, nada hay tan excelso como saber qué hacer con él”, decía palabras más menos el alemán Jean Paul, quien sólo cuando se cansó de huir de sus acreedores, recuperó la lucidez y sobre todo el humor que le traería la gloria.

¿A dónde voy y de donde vengo?

Esta semana los relatores oficiales del poder chubutano, estamparon de puño y letra que Arcioni repetiría la experiencia de `abandono´ (no traición porque es una palabra muy fuerte) dicen, del ChuSoTo, el espacio político por el cual ingresó a la política el fedatario comodorense. Lo dijeron como para ir acercando la idea, pero nada más lejos, y no es por hacer la contra. No sé que parte de la historia no se pretende ver, pero que Arcioni abandonó el ChuSoTo en el mismo momento en que decidió convertir en testimonial su diputación nacional y saltar al sillón vacío de Fontana 50, no quedaron muchas dudas. A partir de esa decisión se podría decir que quemó todas las naves dasnevistas, además de ayudar a prender fuego a la posibilidad continuadora forjada en esos “jóvenes brillantes” que terminaron todos enredados y salpicados por las causas judiciales en danza.
Con este panorama, es por lo menos complicada que Arcioni se vaya de donde nunca ha estado definitivamente. Tan complicado como seguir gobernando sin partido y sin bloque legislativo afín.
Por esto mismo que no puede tomarse por asalto el poder, sin una construcción propia real.

Hay que pasar el invierno

Por ahora el mandato es ejercer, e ir construyendo vínculos propios. Por esto tal vez que se avecina una interna y posiblemente una escisión inevitable en el oficialismo. La coyuntura ayuda un poco en esto de ir conociendo voluntades y aspiraciones en el interior provincial que son los eslabones dispersos de una cadena que terina atando cualquier elección. Tal vez por eso, las ruedas de `diálogo´oficial se están concentrando con los parajes más alejados y posiblemente los más complicados financieramente, pero también los más fáciles de acomodar por los montos en ciernes.
Ayer mismo, el gobernador Arcioni recibió a intendentes de distintas para tratar “la situación de la Provincia además de las acciones a instrumentar en territorio ante la llegada del invierno”. Con esta definición oficial se entienden dos cosas: machacar sobre la realidad heredada e involucrarlos a todos anticipadamente ante las inconveniencias que puedan surgir en dos meses más.
El encuentro se desarrolló en la Sala de Situación en horas de la mañana y el mandatario los recibió “a solas” para evitar infidencias ni grabaciones inoportunas. En este mitín participaron los intendentes de Gualjaina, Marcelo Limarieri; de Corcovado, Ariel Molina; de Tecka, Jorge Seitune; de Trevelin, Omar Aleuy; de José de San Martín, Rubén Calpanchay; de El Hoyo, Daniel Cárdenas, y de Cholila, Silvio Boudargham. Previamente a esta reunión y en su despacho, Arcioni había recibido en un encuentro similar al intendente de Río Pico, Marcos Machado. La cosa pasa por ir construyendo confiabilidad y alianzas con referentes ya encaminados, muchos de ellos con ganas de repetir, y sin las complejidades que arrastran los líderes de las cinco ciudades dominantes de Chubut.

Trelew, el bastión histórico

Mientras Arcioni siembra en la periferia, los armados históricos ya están moviendo tropa en el Valle. Así las cosas, esta semana “Chubut Primero” anunció su propio partido provincial. El grupo político que lidera Adrián Maderna ultimaría detalles para contar con su propio sello y un reguero de locales partidarios, según confirmó la dirigente y esposa del Intendente, Lorena Alcalá, que estaría apuntalando el futuro de Maderna más allá de su primera gestión. A la par, las conversaciones con el Frente Peronista de Gustavo Mac Karthy continuarían, al igual que las promesas de acompañamiento a Ricardo Sastre. Tal vez la certeza mayor de Maderna es que puede aportar mucho en términos electorales a cualquier frente
Provincial con vista a 2019, aunque la mayor duda es que aspiraciones tiene él en este futuro inmediato. Hay quienes aseguran que el alcalde podría repetir cómodamente mandato en la “Ciudad de Luis” y darle el vuelo que aún no logró por cuestiones de caja y de reencauzamientos de lo heredado; aunque están quienes aseguran que personalmente se ve más tentado a salirse de la faz ejecutiva para explorar su aporte político en el legislativo. La cuestión del sello propio es por lo menos un paso necesario ya que Maderna nunca terminó de irse del PJ, tanto como nunca terminó de llegar al ChuSoTo. Sin embargo hoy no estaría en ninguno de los dos lados y en ambos a la vez, por esa fantasía que es la política. Como sea, el movimiento de tropas tiene que ver con las mediciones y alternativas que surjan y donde para cotizar se debe mostrar fortalezas, dicen los entendidos. ¿Tendrá que ver el armado independentista con la nueva etapa arcionista? Por ahora no, pero nunca está dicha la última palabra en términos de poder y jugadas laterales.

El debate es poder

Basta observar el “arte del armado desarmando” que juega Cambiemos a nivel nacional para alimentar presunciones. Esta semana por ejemplo el Gobierno nacional pudo acordar con los gobernadores el pago en partes iguales del costo extra de reducir de forma más lenta los subsidios a la tarifa social de gas, y consiguió consenso para aplicar un esquema de pago en cuotas del 25% del valor de los bimestres de mayor consumo de este año, pero quedó pendiente un acercamiento sobre el tema más problemático planteado en la mesa de negociación: la revisión de los impuestos que cobran los gobernadores y las tasas municipales que pesan sobre los precios de los servicios públicos.
La Nación tiró que en términos promedio, se calcula que los tributos provinciales suelen agregar un costo de 30% en el valor de la tarifa. Y a la par, el del Consejo Federal de Energía propuso rediscutir las tasas municipales que se cobran a la distribución de gas, energía eléctrica y agua, lo que configurará un nuevo frente con los intendentes en cada provincia. Algunos gobernadores ya habían afirmado, antes de iniciar la reunión en el Palacio de Hacienda, que sus provincias no estaban en condiciones de efectivizar una baja en los gravámenes mientras el Gobierno nacional retruca, por su lado, que el Consenso Fiscal ya modificó el esquema tributario a favor de las administraciones provinciales. Con esto, ya les cruzó las cabezas a los caudillos provinciales con sus propios alcaldes. O entregan los impuestos de las ciudades, o los de la provincia. Y como en Chubut se sabe, o se intuye como terminaría la historia de “entregas”, e primero en recoger el guante fue Ricardo Sastre. El intendente de Puerto Madryn que se pone cada vez más el `bonete´ para pensar la provincia desde su ciudad (al decir de Edward De Bono), advirtió que no se puede considerar una readecuación tarifaria a expensas de los tributos territoriales que son los que deben afrontar los costos operativos de los servicios, a manos de las conveniencias de las supraadministraciones nacional y provincial. A la par insistió en la falta de diálogo con el gobernador Arcioni y devolvió la pelota adentro de la cancha. Nada mejor que medir jugadores y plantar estrategias en una Liga que por ahora no está jugando, pero a la que espera ascender. Son los mejores partidos, dicen los que saben. Habrá que ver…

*Soy Juana de Arco, …y ceniza de tantos