Por Juana de Arco*

La sorpresa y decepción pública en Chubut no decae, pese a que nada ha aparecido de la guita que se supone que “algunos, unos pocos”-según el Gobierno-, se la robaron. Y más allá de las buenas intenciones declamativa de la Justicia que ahora dispuso que los activos descubiertos vuelvan a la ciudadanía. Si bien la “culpa” recae en las redes sociales, el medio nunca es el culpable del mensaje. Y como históricamente se ha hecho, cuando el cuento no es el que el poder quiere que se cuente, el establishment trata de desactivar el peso de las imputaciones, desmereciendo al `mensajero´ por el grado de anonimato que reportan las innumerables informaciones que circulan por los medios masivos y sociales virtuales. Mal que pese, más allá de los videos impostados, los audios jocosos, los jingles grotescos, las voces de computadora, también hay documentación constante y sonante que circula por facebook y twitter. Y si bien cualquiera pudiera argumentar que se trata de una simple `lista´, el contenido se legitima por el conocimiento de quienes han convivido de alguna manera con el poder estos últimos años. Que no son pocos. Como tampoco lo son los que están `listos´ y en la `lista´.
Ahora lo que ofende a los nombrados es un extenso apunte digital donde aparecen nombres y montos y donde figura de todo, desde el núcleo duro del dasnevismo, hasta periodistas, servicios básicos personal e incluso las viandas que se le habría pagado al propio actual gobernador. Desmembrar esta `Falciani´ sería tan laborioso como inútil. Pero en verdad lo que contiene ese rollo de papel es, aunque estuviera en blanco, la prueba de la desconfianza que los vecinos han afianzado en sus cabezas, sobre un sector político malversador de dineros públicos pero también del populismo posible, y que ahora tienen literalmente el `boleto picado´.
A propósito y siguiendo con la jerga bondi, la conclusión más triste que sintetiza la calentura que despierta la lista al fin y al cabo, es que con la sumatoria de los montos que los beneficiados cobraban mes a mes, ya se podría haber arreglado, también mes a mes, el funcionamiento del TEG (transporte Estudiantil Gratuito) por ejemplo. Para pensarlo en términos gubernamentales y positivos.

¿Donde está Adrián López?

Y si la audiencia de los detenidos por malversación en el marco de la causa “El Embrujo”, que se produjo esta semana en el recinto del Superior Tribunal de Justicia dejó tela para cortar, ni hablar de lo que entrama lo no dicho oficialmente, y que en pueblos como los nuestros, con tan fuerte comunicación interpersonal, se convierten en verdaderas sagas dignas de Netflix.
Dicen que el exsecretario privado del Gobierno de Chubut, Diego Correa, solicitó un teléfono ni bien se convirtió en huésped de la Alcaidía de Trelew. Por supuesto son líneas que como todos saben, no suelen ser inocuas. Por lo que trascendió que fueron tres las primeras llamadas que el exfuncionario realizó. La primera y la tercera, no es conveniente considerarlas ahora por cuestión de espacio-tiempo. Pero la segunda fue cobrando tanta importancia como intriga con el correr del proceso, para quienes tratan de hilvanar la lógica del encargado de la caja de turrones de Fontana 50, ya que fue realizada al segundo funcionario del actual Gobierno en línea jerárquica. ¿Qué tenía para decirle Correa a Adrián López en tal circunstancia?, nunca se sabrá, porque nunca lo atendió, y ni siquiera pudo dejarle mensaje, porque la casilla se ve que estaba llena.
Increíblemente el presidente de la Legislatura se ausentó un par de semanas, complicando bastante la operatividad de la Legislatura Provincial. Después dicen que apareció un par de días y otra vez `se borró´, al decir de fuentes calificadas. No se sabe porqué, Adrián López, la máxima autoridad legislativa viene actuando de esta forma en medio de la crisis política y económica que enfrenta Chubut, pero para quienes miran de cerca la sensibilidad institucional por la que transita Chubut, no ven con buenos ojos que el hijo dilecto del propio Das Neves, que ocupa un cargo orgánicamente privilegiado, se escurra de ese modo.
“¿Dónde está Adrián?”, ha sido la pregunta recurrente de diputados, asesores, periodistas y hasta amigos. Y la respuesta es un encogimiento de hombros generalizado.
Para colmo, es el encargado de pagar las contrataciones emitidas que el propio partido, Chubut Somos Todos, utiliza para pronunciarse sobre los acontecimientos judiciales desventurados que mancillan el sello que legó Mario, y otras cuestiones de interés público. Por lo cual si no está Adrián, no hay firma, no hay pagos, no hay cuenta corriente y no hay muchos más pronunciamientos públicos por delante.
Como si fuera poco, no sólo está ausente sin aviso el presidente de la Legislatura de Chubut, sino que tampoco está su secretaria. Y no sean mal pensados, que la profesional es la señora de “Bedo” Reynoso, que para quienes no conocen el mundillo del poder, vale aclarar que es el exsubsecretario de Coordinación del Ministerio de Producción, y ex responsable de la Unidad Gobernador de Das Neves en su arranque de gestión, además de amigo personal del hijo. Al perecer la mujer dejó de asistir a la Legislatura por cuestiones de estrés luego que a su pareja lo sindicaran como sospechoso de parte del entramado de malversaciones, y terminaran sufriendo un largo procedimiento policial, allanamiento de sus vivienda que duró más de ocho horas y en donde se habrían incautado numerosas cajas, celulares, pendrives y computadoras portátiles que se sumaron a la abultada causa que desmenuza la justicia. El dato no es menor y hasta puede resolver la incógnita de la ausencia de López, si se considera que “Bedo” es el histórico operador chusoteano que apuntaló y respondió siempre a Adrián en la bucólica aldea de Rawson. El tema es que mientras Adrián no está recae en la diputada Jacquelin Caminoa (Cambiemos) toda la responsabilidad funcional de la Casa de las Leyes.

Más adhesivos

Y si faltaban algo en la `pegatina´ que ocasionó la causa “El Embrujo”, donde ayer ya no se salvaban de figurar un buen número de empresarios fuertes de sectores como la construcción y servicios principalmente del Valle, y otros actores importantes que alimentaron el morbo popular; el juez de garantías Sergio Piñeda convalidó que en la investigación se presenten como querellantes los representantes de la Fiscalía de Estado, de la Oficina Antocorrupción, los diputados provinciales del bloque del PJ-FpV que realizaron la denuncia –Blas Meza Evans, Alejandra Marcilla y Gabriela Dufour- y la ONG Iniciativa Ciudadana. Eso sí, por el momento todos los querellantes lo harán en carácter de “adhesivos”, es decir que acompañan en su totalidad la investigación que están llevando adelante los fiscales generales Alex Williams y Omar Rodríguez. Mal que les pese a quienes piensan que con una aspirina o haciendo la plancha, se pasará pronto este dolor de cabezas, esta sumatoria y este dato puntualizó el carácter absolutamente determinante y disciplinador que pretenden darle a este proceso.

Los verdaderos “cerebros”

Finalmente y tal vez lo más importante que emergió del proceso por estos días tanto como de las operaciones cruzadas en torno a esta causa, es la lógica que evidenció la conclusión que `Diego Correa no tendría la capacidad ni operativa ni la agudeza necesaria para llevar adelante sólo, tal entramado delictivo´. Con esta reflexión emanada de calificadísimas fuentes, palabras más menos, surge entonces la certeza, no sólo que la lista de imputados se ampliará, sino y sobre todo que antes de continuar con un escarnio masivo, es probable que se cite a declarar a los acompañantes más íntimos del líder extinto (léase viuda, hijos y asesores personales) en torno al cual se habrían producido todas estas irregularidades y delitos, para conocer en detalle cómo es que fue timado en su sana fe, y en ese caso, porque su núcleo inmediato falló en sus deberes de proteger el mandato, tanto como los bienes del Estado. Para quienes ya han tenido la oportunidad de interactuar con los detenidos, no cabe la menor duda que detrás de todo esto hay un `cerebro´ (o varios), mucho más ágil y aceitado en cuestiones de apropiación del mando y sus bondades.
Porque como decía el fenómeno de Husserl, “El juicio, la valoración o la pretensión, no son experiencias vacías que la conciencia tiene; sino experiencias compuestas de una corriente intencional”. A no olvidar…

*Soy Juana de Arco,…y ceniza de tantos